Para los especialistas, la tecnología avanza y las regulaciones corren detrás

Un horizonte con cada vez menos efectivo en la calle y con una regulación que acorte la distancia respecto de los avances tecnológicos. Esas fueron algunas líneas de deseo expresadas por los participantes del panel "Oportunidades, financiación, negocios y tendencias en un mundo hiperconectado" organizado por LA NACION y realizado hoy en el auditorio del Malba.

"La Argentina ha hecho cambios, pero hoy la respuesta no es unívoca: no hay un consenso de cómo tratar estas cuestiones. Hoy la base tecnológica se lleva puesto todo y el regulador corre detrás", apuntó Marcelo Celani, profesor de la Universidad Di Tella. Celani sostuvo que "es muy difícil que la regulación encaje perfecto con el cambio tecnológico", pero destacó dos casos prometedores en la región, de los que la Argentina podría tomar algunos elementos. Por un lado, mencionó a Costa Rica, que desde los 80 tiene, por ejemplo, obligatoriedad de cursos de programación desde cuarto grado, lo que le otorga un "ejército de gente con habilidades difíciles de replicar". Otro es Colombia, que "tiene un ministerio dedicado a TICs y acaban de sacar nueva norma, pro competitiva y pro innovación".

Agustín Parodi, head de productos y soluciones de Prisma Medios de Pago, sostuvo que su objetivo es otorgar un servicio de pago cada vez más simple y ágil. "Eso en la Argentina es 100% posible, aunque hay desafíos estructurales que obligan a todos los actores a sentarse a discutir estos temas", apuntó. Consultado por la periodista de LA NACION Carla Quiroga, que moderó el panel, señaló que el fin del efectivo es un horizonte razonable. "Vamos a un mundo mucho más ágil, toda la tecnología contactless nos va a cambiar mucho cómo pagamos. Creo que vamos a un mundo de múltiples opciones de pago, hasta que se vaya el efectivo. Si se están desplegando todas las herramientas tecnológicas para que esto se pueda dar".

Rosana Mazza, socia de Financial & Digital Services en PwC Argentina, aseguró que la relación entre bancos y fintech es de colaboración, pero en tensión. "En esta relación hay amenaza y oportunidades y cada sector lo ve distinto. Hay una mirada de los bancos en apalancar los negocios en las fintech como prestadoras de servicios, pero ya en los créditos la relación es más competitiva. Hay más colaboración en cuestiones de pago, de billetera, pero cuando vas a créditos y a competir por los mismos clientes, ahí la relación cambia", apuntó.

Por su parte, Agustín Rotondo, country manager de Wayra, dijo que su firma -que pertenece a Telefónica Movistar- tiene un portafolio de 30 startups muy variadas, que se eligen de acuerdo al retorno económico pero también estratégico. Sostuvo que hoy "el gran desafío de los emprendedores hoy en Argentina es lidiar con la coyuntura, pero lejos de ser un impedimento fortalece una de las principales habilidades del emprendedor: la resiliencia y la capacidad de adaptación. Siempre mirando cómo hacer escalar ese negocio fuera de la argentina",

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