Para el Fondo Monetario, la política económica del Gobierno "evitó el desastre"
Sus funcionarios defendieron la estrategia gradualista para bajar la inflación y el déficit fiscal
El Fondo Monetario Internacional (FMI) formuló ayer un fuerte elogio a la política económica del presidente Mauricio Macri, al afirmar que "evitó el desastre" de manera exitosa y defendió la estrategia oficial gradualista para bajar la inflación y el déficit fiscal.
En diálogo con un grupo de periodistas en el marco del WEF, el subdirector gerente del Fondo, David Lipton, dijo que la relación del FMI con la Argentina está normalizada. "Entendemos la herencia y fue exitosa la manera de evitar el desastre", señaló.
Además, sostuvo que "el funcionamiento del Banco Central es bueno, pero hasta que no baje la inflación en forma importante no habrá un crecimiento económico sólido".
Por otro lado, al defender el enfoque gradualista del Gobierno, señaló que la Argentina no vivió una hiperinflación, así que no se necesita que la inflación baje fuertemente de un día para el otro. "El país está en el camino adecuado y la estrategia general es la correcta", dijo.
El Fondo Monetario prevé que la economía argentina crezca el 2,2% este año y que Brasil salga de la recesión con una recuperación del 1,2 por ciento, luego de dos años de caída del PBI.
Por otro lado, negó preocupación por el crecimiento de la deuda pública desde el arreglo con los holdouts : "No hay una preocupación con los niveles de deuda; si se cumplen nuestros pronósticos, se mantendrá en un nivel sostenible", expresó.
En tanto, el director del Hemisferio Occidental del Fondo, Alejandro Werner, dijo en una entrevista con LA NACION y El País de España que "el año pasado fue el del reordenamiento macroeconómico, a través del pago a los holdouts, la unificación cambiaria y ahora se ven avances sectoriales y en los marcos regulatorios".
"Eso se reflejará en mayor inversión privada en una economía más estable", indicó.
Al respecto el jefe del caso argentino, Roberto Cardarelli, sostuvo que "las medidas adoptadas generarán un shock de productividad, pero siempre toma un tiempo hasta que lleguen las inversiones".
Para asegurar que no suba el desempleo, Werner también consideró que es correcto el acercamiento gradual en términos de apertura de la economía. "Hay que tener gradualidad en la apertura para que esta salida tenga la menor disrupción posible en términos de empleo. La Argentina puede ser competitiva en un contexto no proteccionista y la clave es cómo se maneja la transición", afirmó,
Por otro lado, defendió el enfoque actual de política monetaria, más allá del nivel puntual de las tasas de interés, al afirmar que "el debate sobre el nivel exacto de las tasas pierde de vista que tener una inflación baja es lo más importante, porque no hay países con inflación del 40 o del 20 por ciento. Así que bajar la inflación a un dígito es muy importante para que se desarrolle un mercado hipotecario con tasa fija".
"La inflación es un impuesto muy distorsivo", sentenció.
En este sentido, consideró que "el Banco Central está muy enfocado, con las metas de inflación que están funcionando y un tipo de cambio flexible" que permite amortiguar los shocks internos y externos.
En cuanto al sistema de estadísticas, explicó que, tras los ocho años de manipulación desarrolladas en el kirchnerismo, ahora "hay una confianza del 100 por ciento en los números del Indec, que hizo un trabajo mejor que el esperado; es uno de los cambios institucionales más importantes del año pasado, aunque por supuesto luego de tantos años es necesario modernizar la institución".
En este sentido, Cardarelli enfatizó que "en el Indec hubo mucho progreso en condiciones muy difíciles".
Werner destacó que toda América latina vivirá un mejor año después de dos años de recesión y que el mayor interrogante está sobre Méjico por la renegociación del tratado de libre comercio con los Estados Unidos.
No más tasas chinas
De todos modos, aclaró que difícilmente la región pueda volver a experimentar las tasas de crecimiento "chinas" de las que gozó en la década anterior a partir del boom en el precio de las materias primas y de la baja capacidad instalada. "Para adelante la aceleración del crecimiento debería venir de la mano de la inversión y la productividad; es posible crecer al 4 por ciento anual", señaló.
En este sentido, aclaró que, aunque la Reserva Federal de los EE.UU. suba las tasas de interés tres veces, como está previsto, "se trata de un nivel fabulosamente bajo" en términos históricos, aunque aclaró que "si hay un escenario de mayor riesgo, la preocupación es que los mercados se anticipen a más subas de la tasa de interés" por parte del organismo monetario.
Por otro lado, dijo que este año Brasil traccionará en la región a partir de su crecimiento, aunque sea bajo, porque cambia la tendencia de reducción de los últimos años.
En cuanto al temor por la prédica proteccionista del presidente Trump, dijo que "el escenario del nacionalismo no es bueno, pero, a la vez, puede detonar una mayor integración entre los países del Mercosur y los del Pacífico".
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