Para el Banco Central, la millonaria deuda importadora ya está en vías de ser solucionada
Tras comprobar que las obligaciones serían sensiblemente menores a lo estimado previamente, creen que con el Bopreal y la flexibilización para Mipymes todo está encaminado para evitar que ese pasivo complique a la actividad económica
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El Banco Central (BCRA) dio cuenta en los últimos días del tratamiento que tiene previsto darle a la deuda de origen comercial que muchas empresas acumularon en los últimos años, al obtener aprobación para los permisos de importaciones que cursaban pero quedarse -luego y una vez cumplidos los plazos- sin la posibilidad de acceder por el mercado oficial a los dólares para hacer los pagos vinculados por esa operatoria, por la falta de reservas.
Lo hizo al denunciar el viernes públicamente que ese pasivo por importadores de bienes y servicios, que había llegado a los US$53.365 millones a fin de septiembre pasado, según la última versión del Informe de Deuda Externa Privada con información surgida Relevamiento de Activos y Pasivos Externos (RAyPE) y escalado hasta los US$57.800 al momento del cambio de autoridades en esa entidad, tendría un monto por la mitad de lo estimado previamente.
La denuncia, realizada por vía de un comunicado, contrasta esa cifra con el monto de deuda registrada luego de obligar a las empresas importadoras a reempadronar esos compromisos. Por esa vía se documentó que el total adeudado sería de US$42.600 millones neto, cifra que representa unos US$15.200 millones menos de lo estimado en base a las fuentes disponibles con anterioridad.
La tarea oficial se basó en cruzar esos datos con los montos habituales promedio de importaciones en cuatro años anteriores (antes de que se recaiga en un atraso cambiario considerable). “La deuda comercial de importadores osciló esos años en torno los US$29.000 millones, lo que sugiere que la deuda comercial de importadores que excede el monto habitual con el cual opera la economía sería de aproximadamente US$13.600 millones”, detalla el informe.
Eso indicaría que la demanda de moneda extranjera necesaria para normalizar la carga de deuda comercial de importadores “resultaría ser menos de la mitad (47%) de la que se estimaba (unos US$28.800 millones) según las fuentes disponibles previas al padrón de la Secretaría de Comercio”, remarcaron.
Según la mirada oficial, el incremento que registró dicha deuda entre principios de 2022 y el 12 de diciembre de 2023 fue de US$27.400 millones, un monto que no tiene “precedente histórico” y supone un alza de 90% “en menos de dos años”. En el Gobierno afirman que ese crecimiento estuvo provocado por “los incentivos desalineados del régimen cambiario vigente en ese período que, a través de la venta de reservas internacionales del BCRA, se orientó a preservar un tipo de cambio visiblemente atrasado en términos reales”.
“Ante la demanda excesiva de importaciones por parte del sector privado, la autoridad monetaria recurrió a la creciente imposición de restricciones de acceso al mercado libre de cambios para los importadores, impulsando de esta manera el incremento de la deuda comercial mencionado”, insisten.
Para los analistas de mercado, con esas definiciones el BCRA dejó a la vista su estrategia al respecto. “Lo que quedó a la vista es que, según el Gobierno, sólo hay que preocuparse por el excedente que se acumuló desde 2022, por lo que el problema se reduce a sólo US$13.600 millones. Si logran colocar los US$10.000 millones del Bopreal, ahora que blanquearon las emisiones previstas para las distintas series, y se suma el acceso al mercado para las Mipymes por US$1200 millones -como calculó por redes el propio ministro de Economía, Luis Caputo- el problema de la deuda de importadores estaría virtualmente solucionado”, observaron Walter e Ignacio Morales, de Wise Capital, en un informe.
“Si bien el planteo tiene sentido, hay que ver la composición actual de ese promedio histórico: ¿se trata de multinacionales que tienen deuda con su casa matriz y pueden seguir importando sin problemas o son empresas que deben pagarle sí o sí a sus proveedores para poder hacer hacer nuevos pedidos?”, se preguntan sin hallar respuesta hasta el momento.
Desde el BCRA relativizan que el tema esté cerrado con la emisión de los bonos y la razonable opción concedida a las Mipymes que ya veían muy trabadas sus operaciones por los problemas para importar insumos resultantes del impago de envíos anteriores. “La idea es ir paso a paso: terminar con esto primero y después vemos qué queda y cómo se atiende, de corresponder. La idea es que nada de esto termine siendo una traba para que la economía funcione”, explicaron ante una consulta puntual de LA NACION.
Último llamado a licitación de la Serie 1 de BOPREAL con beneficios para los suscriptores primarios ▶️https://t.co/bEBgatMb0m#BOPREAL
— BCRA (@BancoCentral_AR) January 29, 2024
Por lo pronto, en la jornada se oficializó la convocatoria a la subasta por el remanente de US$904 millones de la Serie 1 del Bopreal a través de la Comunicación “B” 12730, a desarrollarse desde mañana y hasta el miércoles. Y recordó las suscripciones realizadas antes del 31 de enero tienen los siguientes beneficios:
- El monto suscripto no estará alcanzado por el impuesto PAIS, sin importar el porcentaje de deuda anterior al 12 de diciembre de 2023 ingresado.
- Aquellos que suscriban Bopreal Serie 1 por al menos el 50% de la deuda, a partir del 1° de febrero podrán acceder al MULC por hasta el 5% de lo suscripto. Adicionalmente, podrán ir cancelando la parte de la deuda restante con el flujo de divisas de las exportaciones que realicen y cuyas liquidaciones de cobranzas hubiera correspondido ingresar a partir del 1° de marzo de 2025, según los plazos normativos establecidos, hasta un máximo de 10% por mes. También podrán cancelarla anticipadamente en caso de obtener una cobranza anticipada de las exportaciones que debieran ser ingresadas en igual período (es decir, a razón de 10%, por mes, a partir de marzo de 2025).
- En el caso en que la suscripción de Bopreal Serie 1 fuera inferior a 50% pero mayor o igual al 25% de la deuda, los importadores tendrán permitido ir cancelando la parte no suscripta con hasta el 50% del flujo de divisas de las exportaciones que hubiera correspondido ingresar a partir de marzo de 2025, con el mismo esquema que en el ítem anterior.