Para China, la devaluación de su moneda es un arma de doble filo
Las grandes fábricas del gigante asiático ya no se benefician por una estrategia que despertó las críticas de Donald Trump
FOSHAN, China - En los últimos tres años China ha permitido que se devalué su divisa, el renminbi, respecto del dólar estadounidense. Teóricamente eso debería aumentar las ganancias de una empresa como la fabricante de acondicionadores de aire Chigo, que concreta la mitad de sus ventas en el extranjero.
Pero la caída del renminbi produce sólo un beneficio marginal, explica Li Xinghao, fundador y presidente de la compañía. Las grandes cadenas de tiendas de departamentos occidentales han aprendido a hacer competir a los fabricantes entre sí y China está llena de fabricantes de aparatos de aire acondicionado. Cuando el renminbi se debilita las cadenas le dicen a los dueños de las fábricas que bajen sus precios o pierden la venta frente a otra fábrica. "Solo trae beneficios el primer mes", dice el empresario.
Es probable que el renminbi sea un tema importante cuando los legisladores chinos se reúnan a partir de hoy en el encuentro anual del Congreso Nacional del Pueblo.
Desde EE.UU., el presidente Trump criticó duramente a China en su campaña electoral, diciendo que el país asiático usó durante años una divisa artificialmente baja para favorecer de modo desleal a sus empresas y robar empleos estadounidenses.
Entre los inversores y economistas hay amplio consenso en que las fuerzas del mercado harán caer al renminbi aún más y eso pone a China bajo el riesgo de empeorar las relaciones con Washington.
Y además, en línea con lo que ocurre con Chigo, economistas y ejecutivos dicen que una divisa más débil puede causar más daño que beneficios a China y sus compañías.
Los funcionarios chinos que controlan el valor de su moneda parecen ser conscientes de ello. En los últimos meses han evitado que el valor caiga a 7 renminbi por dólar, nivel que la moneda no toca desde mayo de 2008. Hoy oscila en torno a 6,9 renminbi por dólar.
La divisa está bajo presión de depreciarse por una cantidad de motivos. Entre ellos, el hecho de que familias y compañías envían su dinero fuera de China, buscando lugares más seguros para guardarlo al enfriarse el crecimiento del país.
Hay un férreo control de la cantidad de dinero que pasa por las fronteras. Pero entre la ciudad china semi autónoma de Hong Kong, que tiene una moneda y un sistema legal separados, y su vecina en el continente, Shenzhen, "hay miles y miles de contrabandistas que sacan miles de millones de dólares", según explica Kevin Lai, jefe de economistas para Asia, excluyendo Japón, de Daiwa Capital Markets. Una mayor caída de la divisa podría llevar a la gente y las compañías chinas a mandar su dinero al extranjero.
Eso no es todo. La divisa más débil hace más difícil a las compañías chinas fuertemente endeudadas pagar lo que deben en el extranjero u obtener más fondos. La moneda más débil tampoco tiene tanto poder competitivo debido a cuánto de la base industrial del mundo está en China. Básicamente, una divisa más débil no es de gran ayuda si todos los competidores usan la misma divisa.
La dinámica actual da señal de un gran cambio comparado con una década atrás. Pekín mantenía la divisa artificialmente débil comparada con el dólar y las empresas chinas se beneficiaban. La divisa barata y estable era una entre una cantidad de razones por las que compañías como General Electric, Mattel y Samsonite pasaron su producción allí. El cambio dio a China decenas de millones de empleos, impulsó su economía y ayudó a crear una potencia mundial.
Con el tiempo ayudó a crear competidores locales. La corporación Carrier -que ha revertido en parte los planes de trasladar algo de su producción de Estados Unidos a México tras ser presionada por Trump- construyó siete fábricas de equipos de aire acondicionado en China hace más de una década. Pero en 2008 Carrier las colocó en un joint venture con Midea, uno de los principales rivales.
La divisa más débil aún ayuda a una cantidad de compañías en crecimiento que exportan productos especializados o de alta calidad y compiten con firmas occidentales. Una es Broad Air Conditioning, fabricante de sistemas especializados de aire acondicionado central, que son más eficientes en el consumo de energía, pero considerablemente más caros que la mayoría de los sistemas de aire acondicionado central.
Pero para la mayoría de las compañías otras cuestiones pesan mucho más que la divisa. Los salarios aumentaron al punto de que los fabricantes globales de ítems de bajo costo como zapatos y ropa están mudando la producción fuera de China. El crecimiento económico se ha deacelerado desacelera en momentos en que el comercio global se ha debilitado.
Traducción de Gabriel Zadunaisky
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