Fuerte crítica al “avance sistemático del peso del Estado” y la receta para el crecimiento

El presidente del Grupo Techint, Paolo Rocca, participó de un Congreso en Brasil relacionado con la industria siderúrgica y brindó su visión sobre lo que considera un “fracaso colectivo” en los países latinoamericanos. Utilizó la variable de consumo per cápita de acero para sostener que la región atraviesa una etapa de estancamiento o, dicho de otra manera, de falta de crecimiento que, entre otros motivos, adjudicó al “avance sistemático del peso del Estado”.

Además, cargo muy fuerte contra el perjuicio que representa para la industria regional el avance de la producción china.

“El consumo de acero no crece porque nuestras economías crecen muy lentamente, en un modelo que privilegia los productos primarios y los sectores financieros y de servicios”, introdujo Rocca, para luego citar que las economías del Mercosur representaban el 4,1% del PBI mundial y, en 2023, esa cifra cayó al 3%.

“Esta es la imagen de un fracaso colectivo, que ha tenido consecuencias muy graves para la calidad institucional y la gobernabilidad de la región. Y seguirá siéndolo si no somos capaces de revertir este escenario”, analizó el empresario. Su discurso continuó con una referencia directa a lo que describió como una creciente participación del Estado en la economía.

En ese sentido, identificó distintas maneras en las que los gobiernos intervinieron: “La reducción del espacio disponible para el sector privado; la alta y distorsionada presión impositiva; además de la multiplicación de subsidios en busca de estabilidad y gobernabilidad a corto plazo, son factores que, en su conjunto, crearon distorsiones sectoriales, desalentaron las inversiones y promovieron el avance de la informalidad en la economía, generando inseguridad para la sociedad en su conjunto”. De esta manera, concluyó que estas estrategias no han llevado a las sociedades de los distintos países latinoamericanos al crecimiento sustentable ni a la creación de oportunidades para empresas y personas.

De hecho, Rocca fue muy crítico sobre el rol de los gobiernos, a punto tal de hablar de “hipertrofia del Estado” y de “caos de impuestos” que frenaron la iniciativa privada.

Según su visión, estos factores provocaron un proceso de “desindustrialización” que entre sus causas tuvo al estancamiento de la actividad y la pérdida de competitividad y, dentro de sus consecuencias, una primarización de la economía.

Por lo tanto, el presidente del Grupo Techint expresó que en este proceso se afectaron las cadenas de valor productivas, como las de la construcción, la energía, infraestructura y productos comercializables a escala mundial.

Para Rocca, esas son las actividades que pueden generar un crecimiento genuino. Por eso, argumentó que el consumo de acero per cápita es un indicador muy fiable del crecimiento de un país en cuanto a actividad manufacturera, desarrollo de infraestructura y progreso de la industria.

“La promoción de una inserción internacional que impulse las oportunidades abiertas a un reposicionamiento de las cadenas de valor hacia un Occidente con el que compartamos valores y principios, nos sintamos capaces de competir y podamos trabajar por una integración eficiente que permita la incorporación de tecnología e innovación. La industria siderúrgica de nuestros países puede competir sin miedo con los bloques económicos del mundo occidental (Europa, TMEC y Japón)”, sostuvo el empresario. Pero agregó que “con China no es posible, porque el terreno competitivo no está nivelado”.

Como contrapartida, brindó su receta para lograr el crecimiento económico. En ella, incluyó tres puntos: “Libertad e incentivo a la iniciativa privada en todos los sectores de la sociedad; promoción y respeto a la rentabilidad del capital invertido, sin demonizar los beneficios y la generación de recursos de los que depende; y competitividad y expansión de la actividad y el empleo privado y formal”.

En ese orden de cosas, Rocca destacó la importancia de generar conexiones entre eslabones de distintas cadenas de valor como estímulo a iniciativa privada y reducción de peso de Estado. Tal como expresó, dichas acciones deben estar acompañadas por una reducción de la carga tributaria y la promoción del equilibrio fiscal. En paralelo a las tareas denominadas intra Estado, el empresario también mencionó tareas para el sector privado, como la modernización e innovación de procesos para ofrecer más y mejor productos, la inserción en el comercio internacional, la descarbonización de matrices productivas y, en consecuencia, el cuidado del ambiente.

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