Otra vida para la central Embalse: cómo se hizo la obra de ingeniería más compleja del país
CORDOBA. La Central Nuclear de Embalse en Córdoba , en unos días, volverá a funcionar. Los trabajos de prolongación de su vida útil por 30 años más y de repotenciación (6% más) están terminados y el subsecretario de Energía, Julián Gadano, enfatiza que se hicieron "en tiempo y cumpliendo con el presupuesto; la contracara de Atucha II que es el ejemplo de cómo no hay que hacer las cosas". Insumió US$2140 millones.
La central –ubicada en el Valle de Calamuchita, a unos 70 kilómetros de la capital cordobesa- salió de servicio en diciembre de 2015, después de 31 años funcionando. Los trabajos terminados constituyeron la "obra de ingeniería más compleja" en marcha en la Argentina, dice Gadano no sólo porque de por sí una central nuclear tiene dificultades propias, sino porque los componentes se fabricaron en alrededor del 90% en el país y de las tareas participaron 650 especialistas entrenados durante dos años.
Los 30 años de vida útil "extra" fueron autorizados por la Autoridad Regulatoria Nuclear que depende directamente de la Presidencia y bajo cuya licencia funcionan las centrales. La cordobesa es la tercera usina con tecnología canadiense "Candú" que se recicla en el mundo; Corea y Canadá son los otros dos casos.
"Fue repotenciada un 6% por lo que, al mismo costo, puede producir más. El presupuesto utilizado equivale a un tercio de lo que cuesta una central nueva. Tenemos energía segura y confiable por 30 años más a plena potencia", apunta Gadano. De la potencia eléctrica nacional, la central equivale al 1,4%.
La empresa estatal Nucleoeléctrica Argentina SA (Nasa) fue la responsable del trabajo; el punto más crítico de la operación fue el retubado del reactor que finalizó hace unos días; la potencia instalada es de 683 MW. Esa etapa involucró el recambio de 380 tubos de combustible nuclear y los cuatro generadores de vapor que fueron construidos en conjunto por la Comisión Nacional de Energía Atómica (Conea) y una división de Perez Companc.
Gadano subraya que se cumplió el presupuesto original: "Empezamos y terminamos en los tiempos y con los recursos establecidos; tuvimos un desvío temporal de ocho meses que es la nada misma en una obra de esta magnitud. Embalse es la contracara de Atucha II que demoró 34 años y fue inaugurada varias veces".
La construcción se inició en 1982; se paró en 1994 y se recomenzó en 2006 y aunque estaría lista en 2010 se terminó en 2014. "Terminó costando US$ 4000 millones cuando el presupuesto original era de US$700 millones y, lo peor, es que cuando se empezó a trabajar de nuevo el 85% de la obra civil ya estaba y todos los componentes estaban comprados. Es el claro ejemplo de cómo no hay que hacer las cosas, cómo no cumplir con plazos, con términos. En Embalse hicimos lo que dijimos", señala Gadano.
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