Operador de los parques temáticos SeaWorld enfrenta un dilema del tamaño de una ballena
¿Qué hace una compañía después de que su principal activo mata una y otra vez?
Casi dos semanas después de que Tilikum, la mayor ballena asesina en cautiverio, acabara con la vida de su entrenadora, su propietario, SeaWorld Parks & Entertainment, ha optado por la cautela mientras evalúa los próximos pasos.
La operadora estadounidense de parques acuáticos está revisando sus procedimientos de seguridad para sus orcas y no ha decidido si Tilikum actuará de nuevo después de atrapar a la entrenadora Dawn Brancheau en el borde de la piscina el 24 de febrero, arrastrarla por el agua y ahogarla enfrente de los horrorizados espectadores.
Una opción que no se contempla es la eutanasia. "No estamos en el negocio de castigar a nuestros animales", dijo en una entrevista Jim Atchison, presidente ejecutivo de SeaWorld. La compañía aún "esta tratando de comprender el incidente", añadió.
Las orcas son un gran negocio para sus propietarios y representan una inversión cuantiosa. Blackstone Group LP acordó pagar hasta US$2.700 millones el año pasado por 10 parques de atracciones, incluyendo tres de SeaWorld, que estaban en manos de la cervecera Anheuser-Busch InBev NV en uno de los mayores acuerdos de capital privado de 2009.
SeaWorld ha invertido más que nadie en las orcas y es propietario de 26 ballenas asesinas, más de la mitad de las 42 mantenidas en cautiverio en todo el mundo, según el grupo Whale and Dolphin Conservation Society. Las orcas son la principal atracción de los parques de SeaWorld en Orlando, San Diego y San Antonio, atrayendo un total de 12 millones de visitantes al año.
"Son un ícono identificable de SeaWorld y responsables de generar cientos de millones de dólares para esa organización", indica Dennis Speigel, consultor de International Theme Park Services.
Mientras tanto, a Tilikum se le puede ver en la galería panorámica de SeaWorld en Orlando, a pesar de que a la orca de 6,7 metros de largo y 5,4 toneladas de peso se le vincula con la muerte de personas.
Incluso antes del último incidente, SeaWorld le había prohibido a los entrenadores que ingresaran a la piscina con Tilikum. En 1991, un año antes de que SeaWorld comprara a Tilikum, la orca de 30 años y otras dos ballenas asesinas mataron a un entrenador en un parque marino en Canadá. En 1999, se encontró a un hombre muerto en la piscina de Tilikum en SeaWorld, que al parecer saltó las vallas de seguridad del recinto.
Tilikum es aproximadamente el doble de grande que las otras orcas de SeaWorld y ha sido el padre de 13 crías, más de la mitad de las ballenas asesinas nacidas en sus parques. La cría en cautiverio es crucial actualmente ya que el número de orcas capturadas ha menguado ante la oposición del público.
Los expertos consideran que una ballena asesina puede llegar a costar US$10 millones en el mercado abierto, si hubiera alguna a la venta. Además, prepararlas para los espectáculos en directo demora años.
Su manutención también es costosa. Hay que construir una piscina con complejos sistemas de filtración, con capacidad para unos 26,5 millones de litros (7 millones de galones) de agua. Tilikum consume cerca de 113 kilos de pescado de calidad al día, según SeaWorld.
Blackstone afirma que no se han tenido en cuenta las consideraciones financieras en las discusiones mantenidas por "expertos en animales de talla mundial" para determinar qué es lo mejor para Tilikum.
Por su parte, los grupos de defensa de los animales y los biólogos marinos tampoco piden que se sacrifique a Tilikum. Pero muchos afirman que es un error básico meter en piscinas a animales capaces de nadar cientos de kilómetros en su hábitat natural. "Todo lo que tiene que ver con su bienestar queda comprometido en cautiverio", afirma Naomi Rose, científica de la Humane Society de Estados Unidos.