Operación en México pasa factura a HSBC
El Senado de EE.UU. acusa al banco de ignorar advertencias de lavado de dinero
WASHINGTON—Ejecutivos del banco británico HSBC Holdings PLC hicieron caso omiso por años a las advertencias de que algunas de sus sucursales estaban siendo utilizadas por lavadores de dinero y potenciales terroristas financieros, según una investigación del Senado de Estados Unidos.
Los resultados serán revelados el martes, cuando está previsto que altos ejecutivos de HSBC, de una de las entidades más globales del mundo comparezcan ante un subcomité del Senado que investiga el caso. En un informe de casi 400 páginas, el subcomité detalló una cultura reguladora en el banco donde algunos ejecutivos habrían presuntamente estado involucrados en conductas riesgosas en busca de generar ganancias.
El documento dice que HSBC hizo poco para sanear operaciones que deberían haber despertado sospechas, entre las que se incluyen la de México. Ese banco tenía una sucursal en las Islas Caimán sin oficinas ni personal, pero en 2008 mantenía 50.000 cuentas de clientes y US$2.100 millones, indica el informe.
La operación de México, según los investigadores del Senado, debería haber sido la más preocupante del conglomerado global, ya que continuó haciendo negocios con casas de cambio. Tales empresas han sido mencionadas por las autoridades estadounidenses como posibles fachadas para lavar dinero de los carteles de narcotraficantes. HSBC siguió realizando negocios con las casas de cambio años después de que otros grandes bancos dejaran de hacerlo.
El principal encargado antilavado de dinero de HSBC de México, en momentos en que se preparaba para dejar el banco, advirtió en 2008 a un directivo de la oficina de la entidad en Londres que creía que había "una cultura que perseguía ganancias y objetivos a toda costa" y que "era sólo cuestión de tiempo antes de que el banco fuera objeto de sanciones penales", de acuerdo con la investigación del Senado.
Las acusaciones de lavado de dinero se encuentran también en el centro de una investigación en curso del Departamento de Justicia de EE.UU. El banco y las autoridades estadounidenses han acelerado las conversaciones para alcanzar un acuerdo extrajudicial sobre el tema.
El senador Carl Levin, de Michigan, cuyo Subcomité Permanente de Investigaciones del Senado llevó a cabo la pesquisa, dijo que la cultura de HSBC relacionada al cumplimiento de las normas regulatorias estuvo "completamente contaminada durante mucho tiempo".
HSBC difundió el lunes un comunicado en respuesta al informe del Senado, señalando que planea ofrecer disculpas por no cumplir con las normas regulatorias y los estándares de los clientes en el pasado. HSBC dijo que reconoce "que los controles podrían y deberían haber sido más estrictos y más eficaces con el propósito de detectar y hacer frente a una conducta inaceptable".
La filial mexicana, que HSBC adquirió en 2002, captó la mayor parte de la atención de los investigadores del Senado. La sucursal mexicana enviaba billetes de banco, que en 2008 alcanzaron los US$4.000 millones, por auto o avión a la sede de HSBC en EE.UU., acusó el informe.
El Comité Antilavado de Dinero de HSBC dio el visto bueno a los esfuerzos de la sucursal mexicana para mantener abiertas las cuentas de los clientes, dijo el documento.
En su respuesta, HSBC resaltó los cambios realizados en su estructura corporativa para facilitar el control de sus numerosas operaciones internacionales y el cumplimiento de las normas.
Devlin Barrett y Evan Pérez