Oceanografía, la pesadilla de Citigroup en México
La firma que presuntamente estafó al banco con US$400 millones tiene su historial
CIUDAD DEL CARMEN—Oceanografía SA, la firma mexicana de servicios petroleros que supuestamente ha engañado a Citigroup Inc. por US$400 millones, era conocida entre inversionistas y en círculos de los negocios energéticos como una compañía con problemas de pagos pese a su flujo constante de contratos con la petrolera estatal Petróleos Mexicanos o Pemex.
Oceanografía, que operaba desde esta ciudad petrolera en el Golfo de México, tenía un historial de retrasos en sus obligaciones con bonistas, proveedores e incluso con sus empleados, según trabajadores, inversionistas y documentos judiciales.
La compañía recurría con frecuencia al período de gracia de 30 días para pagar con retraso cupones de bonos, afirman inversionistas. "El inversionista tradicional en mercados emergentes no tenía la mejor imagen de la compañía", sostuvo Jim Harper, director de investigación corporativa de BCP Securities, en el estado de Connecticut. Los empleados han hecho protestas frente a la compañía alegando que no les pagaron. En un prospecto para bonistas, Oceanografía indicó en septiembre último que enfrentaba 352 disputas laborales que estimaba le costarían menos de US$3 millones. Varios proveedores también presentaron decenas de demandas contra la firma en cortes de Estados Unidos a lo largo de los años.
El gobierno mexicano tomó el control de Oceanografía la semana pasada, al congelar cuentas y activos mientras los fiscales federales investigan acusaciones de que estafó a Grupo Financiero Banamex, la exitosa unidad mexicana de Citibank, por US$400 millones. El descubrimiento del supuesto fraude llevó a Citigroup a reducir su ganancia neta de 2013 en unos US$235 millones, a US$13.700 millones.
El fiasco planteó nuevas preguntas entre algunos analistas sobre la fortaleza de la presencia de Citigroup y su supervisión sobre la unidad mexicana, que fue adquirida en 2001 y representa alrededor de 10% de las ganancias globales de la firma. Un vocero de Citigroup afirmó que la empresa no tiene comentarios más allá de lo que dijo el viernes pasado, cuando el presidente ejecutivo, Michael Corbat, prometió que quienes perpetraron este crimen "despreciable" y cualquier empleado que lo permitió tendrá que responder por sus acciones.
Intentos de ubicar a funcionarios de Oceanografía desde el viernes no han dado resultado. No se conoce el paradero de su presidente ejecutivo, Amado Yáñez Osuna, según funcionarios mexicanos.
Banamex, el segundo mayor banco de México, tenía un acuerdo crediticio con Oceanografía para financiar por anticipado los servicios que la firma le prestaba a Pemex. Citigroup y Pemex sostienen que Oceanografía usó documentos falsos para inflar las cuentas por cobrar de la petrolera estatal.
El 11 de febrero, el gobierno mexicano prohibió que Oceanografía recibiera contratos nuevos durante un período de 21 meses, eliminando la principal fuente de ingresos de la firma. Eso llevó a Citigroup a revisar las cuentas de Banamex con Oceanografía y descubrir el supuesto fraude.
Funcionarios de Pemex han indicado que en el pasado se han cancelado contratos de Oceanografía y que la firma no está entre sus contratistas de mejor desempeño. Sin embargo, sus servicios en mantenimiento de plataformas y transporte serán difíciles de reemplazar a corto plazo lo que complicará las operaciones en altamar.
El espectacular ascenso y caída de una firma de servicios petroleros desconocida se convirtió en tema de primera plana de los diarios en México, y ha sacudido el escenario político del país, ya que se considera que la empresa disfrutó de lazos cercanos con el Partido Acción Nacional, que gobernó entre 2000 y 2012.
Antes de que sus activos fueran confiscados, la empresa operaba 69 naves para instalar y mantener plataformas petrolíferas offshore y tenía más de 11.000 empleados.
Las líneas de crédito bancario suelen ser simples y seguras, pero en el caso de Oceanografía hubo señales de alerta de que algo andaba mal.
Las firmas de calificación de crédito Fitch y Standard & Poor’s dejaron de seguir a Oceanografía en 2010, con el argumento de que disponían de insuficiente información financiera. Fitch indicó en una nota el martes que considera de "bajas a ninguna" las posibilidades de que Banamex recuperara el dinero que le prestó a Oceanografía.
Antes de las revelaciones recientes, Oceanografía se había retrasado en los pagos ligados a US$335 millones en bonos que vencen en 2015 y en obligaciones relacionadas a US$160 millones en letras para 2018. La empresa no hizo su pago de enero y dejó vencer el período de gracia de febrero para cumplir con sus notas de 2015, según varios analistas.
Ray Zucaro, gestor de cartera de SW Asset Management en Newport Beach, California, que gestiona US$390 millones en activos, afirmó que pasó por alto ofertas de bonos de Oceanografía dos veces. "No nos parecía que la gerencia fuera fiable", dijo.
Una persona al tanto de la cuenta que Oceanografía tenía con Banamex indicó que el dinero que ingresaba era lo suficientemente regular como para no generar sospechas. Pero el banco nunca comprobó los supuestos contratos de Oceanografía con Pemex, agregó la fuente. El procurador general de México, Jesús Murillo Karam, sostuvo que las autoridades trabajaban para determinar cualquier responsabilidad penal en el caso.
A lo largo de los años, varios proveedores han presentado decenas de demandas contra la empresa mexicana ante los tribunales estadounidenses. En un caso, una demanda civil presentada en el Distrito Sur de Texas en 2001, una corporación de Delaware llamada Seabulk Towing Inc. acusó a Oceanografía de retener el pago de servicios, así como de no pagar los salarios del personal y ni a los subcontratistas. Al igual que en otros casos, Oceanografía llegó a un acuerdo con Seabulk en 2003.
Santiago Pérez contribuyó a este artículo.