Nuevo titular de Finanzas abordaría los retos de corto plazo de Venezuela
El nombramiento del presidente del banco central, Nelson Merentes, como el primer ministro de Finanzas de Venezuela post Hugo Chávez podría ayudar a abordar la necesidad del país de divisas, pero dejaría intactas las políticas que han inflado el déficit fiscal y llevado a la economía al borde de la crisis, dijeron el lunes varios economistas.
Merentes, de 58 años, quien ya ha servido de ministro de Finanzas en otras dos ocasiones durante el mandato de Chávez, mantendrá la presidencia del banco central hasta que el nuevo presidente del país, Nicolás Maduro, nombre un sucesor. Maduro dividió el ministerio de Planificación y Finanzas que Chávez había fusionado.
Maduro, elegido por Chávez como su sucesor, ha puesto a la economía en el centro de su agenda después de que un aumento de la inflación, una escasez de productos y otras distorsiones contribuyeron a reducir la significativa ventaja que llevaba en las encuestas. Maduro se terminó imponiendo sobre el candidato opositor, Henrique Capriles, por menos de dos puntos porcentuales en las elecciones del 14 de abril.
El Consejo Nacional Electoral debe realizar un recuento de los votos que la oposición reclama, aunque pocos esperan que la auditoría altere el resultado oficial de los comicios.
Merentes sustituye a Jorge Giordani, un marxista ortodoxo que ayudó a estructurar el marco económico de la revolución bolivariana de Chávez, aumentando el control centralizado del Estado en la economía del país. Giordani, conocido como "el monje", por su ferviente adhesión ideológica y frugalidad, seguirá como ministro de Planificación.
Si bien Giordani seguirá siendo una voz de peso en la política económica, los analistas interpretan el ascenso de Merentes como una posible mejora, puesto que se considera que es partidario de un relajamiento del sistema cambiario.
"Merentes dista de ser un economista ortodoxo, pero es considerado como una voz pragmática dentro del chavismo, que ha estado abierto al diálogo con el sector privado y el mercado internacional", escribió Ben Ramsey, economista de J.P. Morgan Chase, en una nota a sus clientes.
La mala gestión del botín de los petrodólares ha contribuido a generar inflación, que este año podría superar el 30%, y ha conllevado a una escasez de bienes básicos en una economía que depende mucho de las importaciones. La demanda de dólares es inmensa, no sólo por parte de los importadores, sino también porque los años de políticas económicas socialistas sumados a la inestabilidad política han desembocado en una fuga de capitales. Los dólares comenzaron a escasear después de la gigantesca inyección de fondos públicos en 2012, cuando Chávez fue reelecto por cuarta vez. El gasto fiscal elevó la cotización del dólar en el mercado negro, causando estragos en las importaciones y las cadenas de suministro en todo el país.
Se espera que Merentes inyecte más dólares en la economía al expandir el SICAD, el mecanismo empleado para subastar dólares al sector privado a un precio mayor que la tasa oficial de 6,3 bolívares por divisa estadounidense. SICAD realizó su primera subasta en marzo, pero no ha vuelto a operar desde entonces.
Analistas de Barclays consideraron el cambio de ministros de Finanzas una "noticia positiva para el mercado" puesto que Merentes respaldó medidas como la devaluación de enero y el establecimiento de un nuevo mecanismo cambiario.
Algunos analistas también opinan que Merentes estaría más abierto a la idea de emitir deuda en moneda extranjera, que sería una manera fácil de inyectar más dólares en la economía y reducir la tasa del mercado negro. Giordani señaló hace poco que Venezuela no recurriría a los mercados internacionales de capital.
Pocos, sin embargo, consideran que Merentes constituye una solución de largo plazo. Tras asumir la presidencia del banco central en 2009, estuvo al frente de una política monetaria expansiva que abarcó la concesión de créditos a la petrolera estatal Petróleos de Venezuela SA y la transferencia de reservas internacionales a gigantescos fondos estatales discrecionales.
Orlando Ochoa, economista de la Universidad Católica Andrés Bello, indicó que la "enorme masa de bolívares" que ha llevado a la inflación a los niveles más altos en América Latina se creó con la ayuda de Merentes. Ochoa considera que la gestión de Maduro no resolverá las distorsiones que debilitan la economía venezolana, la principal de las cuales sería el exceso de gasto fiscal en un momento en que PDVSA tiene problemas para conseguir los fondos.
"Los creadores de este desequilibrio están todos en el gabinete", aseveró. "No existe la más remota posibilidad de que se enfrenten a lo que ellos mismos han causado".
Ochoa también subrayó que elegir al presidente del banco central para encabezar un ministerio deja al descubierto la erosión de las instituciones del país. Se supone que el presidente del banco central debe concluir su período en el cargo, que en el caso de Venezuela es de siete años, y ser una figura independiente que sirva de contrapeso al gobierno, puntualizó.
The Wall Street Journal