Nuevo líder de BP promete reformar ala petrolera
En un intento por restablecer la reputación de BP PLC luego del derrame de crudo en el Golfo de México, el presidente ejecutivo entrante, Robert Dudley, informó sobre grandes cambios diseñados para mejorar la seguridad y anunció la partida para fin de año de Andy Inglis, el ejecutivo a cargo de las operaciones de perforación.
Dos días antes de asumir de forma oficial la presidencia ejecutiva, Dudley también afirmó ayer que dividirá las operaciones de exploración y producción en tres partes y ordenará una revisión de cómo la empresa lidia con contratistas.
La reforma creará una división de seguridad que tendrá amplios poderes para cuestionar decisiones gerenciales si las considera demasiado riesgosas. Será encabezada por Mark Bly, actualmente el más alto ejecutivo de seguridad de BP y autor de la investigación de la empresa sobre el desastre de la plataforma Deepwater Horizon.
BP también evaluará la forma en que recompensa a sus gerentes, tras críticas de que los empleados tienen incentivos para elevar las ganancias e impulsar la producción pero no para mejorar la seguridad. Algunos legisladores estadounidenses han dicho que el derrame en el Golfo se produjo porque BP ahorró en seguridad, algo que la em¬presa niega.
Las medidas muestran cómo Dudley planea resucitar a BP luego de la peor crisis en sus 102 años de historia. La empresa londinense ha perdido más de un tercio de su valor de mercado desde el 20 de abril, cuando el pozo Macondo explotó y destruyó a la plataforma de perforación Deepwater Horizon. La tragedia dejó un saldo de 11 muertos y desató el peor derrame de petróleo en la historia de EE.UU. BP finalmente cerró el pozo a principios de este mes.
Las medidas de reestructuración marcan los "primeros y más urgentes pasos" en un plan para reconstruir la confianza en BP, indicó Dudley. Los cambios son en áreas "donde creo que es más evidentemente necesario actuar, con la seguridad y el control de riesgo como nuestras prioridades más urgentes".
"BP reconoce que debe cambiar", afirma Peter Hitchens, analista de Panmure Gordon. "Otro desastre como este y será despojada de sus operaciones en EE.UU. y quizás termine en la bancarrota".
La reestructuración es una de las más amplias en la historia reciente de BP. Pero críticos de la empresa en la Costa del Golfo y en el Congreso estadounidense recuerdan promesas similares para mejorar la seguridad luego de la explosión en su refinería de Texas en 2005, donde murieron 15 personas y otras 170 quedaron heridas. El presidente ejecutivo saliente, Tony Hayward, tomó el mando dos años más tarde con promesas de concentrarse "como un láser" en la seguridad. Sin embargo los nuevos procedimientos que puso en marcha no lograron impedir el desastre del Golfo de M’exico
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