Nueva avanzada de compras brasileñas
El laboratorio argentino IMA pasó a manos de un consorcio encabezado por el grupo Cristália; es la segunda operación en el rubro
La invasión brasileña llegó al rubro farmacéutico. El laboratorio argentino IMA, especializado en el desarrollo de medicamentos oncológicos, acaba de pasar a manos de un inversor brasileño liderado por los dueños de grupo Cristália.
La operación se cerró en los últimos días en una cifra superior a los diez millones de dólares, según adelantó el sitio especializado Pharmabiz.net, y se enmarca en un proceso de expansión regional de las principales compañías farmacéuticas del socio mayor del Mercosur.
Laboratorios IMA nació a principios de los años 60 como un desprendimiento de la compañía Industria Metalúrgica Argentina, y sus dueños eran las familias Zaffaroni y Blanco.
En la actualidad, cuenta con una planta de producción de liofilizados oncológicos ubicada en el barrio porteño de Colegiales y está en condiciones de exportar a distintos mercados de la región.
El nuevo dueño del laboratorio argentino es un consorcio liderado por los accionistas de Cristália, uno de los principales jugadores en el negocio farmacéutico brasileño, con ventas por más de 700 millones de dólares al año.
"Los laboratorios brasileños están iniciando un proceso de expansión internacional, que incluye no sólo la Argentina, sino también otros mercados de la región, como México, Perú y Uruguay. Igualmente, en el caso puntual de IMA el potencial que ofrece el negocio no pasa únicamente por el mercado interno, sino también por las habilitaciones que ya tiene la planta para comenzar a exportar productos oncológicos a otros países", destacó Emilio Jares, director de la firma Jares, Furnó & Asociados, que asesoró en la compra por parte de los brasileños.
En el mercado, la última novedad se había concretado hace apenas un par de semanas, cuando el fondo de inversión Advent International (los ex dueños del correo privado OCA) se había quedado con el laboratorio LKM.
Fundado en 1984, LKM tiene 200 empleados y cuenta con líneas propias en los segmentos de urología e infectología (VIH), aunque su principal negocio –al igual que en el caso de IMA– es la producción de medicamentos oncológicos.
Tiempo de expansión
La venta de IMA representa la segunda gran operación protagonizada por empresas brasileñas en el mercado farmacéutico local. La primera se concretó en agosto de 2009, cuando el grupo Eurofarma –otro de los principales laboratorios brasileños– se alzó con el control de la firma local Quesada, que se especializa en la producción de medicamentos para cardiología y gastroenterología. En el sector, además, esperan que los laboratorios brasileños continúen canalizando sus inversiones hacia el mercado argentino. "Históricamente, las compañías farmacéuticas brasileñas estuvieron muy focalizadas en el mercado interno, pero ahora están empezando a internacionalizar sus negocios", explicó Jares.
La llegada de capitales brasileños al mercado farmacéutico local forma parte de un proceso más amplio de expansión del socio mayor del Mercosur en el mercado argentino.
En los últimos años, las empresas brasileñas se convirtieron en los principales inversores en cada vez más rubros.
La lista incluye desde frigoríficos –donde los brasileños empezaron a pisar fuerte con la compra de Swift y Quickfood– hasta bancos (la última gran adquisición fue la que concretó el Banco do Brasil, cuando tomó el control del Banco Patagonia), pasando por calzado –donde operan firmas como Dass y Penalty, que son líderes en su país– o autopartes, como en el caso de Baterías Moura, que decidió instalarse con una planta propia en Pilar para evitar las restricciones que sufrían sus importaciones.
Detrás de esta ola de inversiones brasileñas se encuentra no sólo el crecimiento que tuvo la mayor economía del Mercosur, sino también la revaluación de su moneda.
Por más que en los últimos días el real empezó a perder terreno frente al dólar –ayer se devaluó 1,1% hasta cerrar en 1,65 reales por dólar, en sintonía con las bajas que registraron la mayoría de las bolsas mundiales– continúa exhibiendo una paridad mucho más alta que otras monedas de la región como el peso argentino.