Ni massista ni masitas
Intimidades de la economía y los negocios
El director de cine Juan José Campanella, uno de los expositores estrella del coloquio de IDEA en Mar del Plata, es un hombre medido en todo sentido. Siempre cortés, asediado por hombres de negocios que lo requerían para sacarse fotos, el ganador del Oscar confesó el viernes estar bajo estricto régimen nutricional. Lo hizo después de una propuesta de autoridades de IDEA que se prestó a la confusión. "¿No venís a tomar un café con Massa?", le preguntaron. Campanella mezcló el apellido del intendente de Tigre con productos de panadería. "Noooooo -rechazó-. Con un cafecito está bien." Después explicó las dudas que le deja el candidato del Frente Renovador. "Yo no me olvido de que Massa es el hombre que llevó a Diego Gvirzt a la TV Pública. Igual, cualquier cosa es mejor que esto."
Del banco de los suplentes al gimnasio
No podía ser. Era la tarde del viernes en el coloquio de IDEA y LA NACION se cruzó, en el primer piso del Sheraton, con el protagonista menos pensado. Artemio López, vestido con pantalón corto, transpirado y con credencial de IDEA, salía del gimnasio. ¿Sería posible? ¿Podía el encuestador peronista estar ahí, entre corporaciones que la militancia juzga de ser formadores de precios? Era Artemio nomás. Había sido invitado al coloquio a un panel muleto que las autoridades tenían pensado por si fracasaba la convocatoria a Sergio Massa, Margarita Stolbizer y Francisco de Narváez, algo que finalmente no ocurrió. Ya seguro de que no saldría a la cancha, López aprovechó entonces para hacer ejercicio. "Y sí, vine como suplente -sonrió-. Una lástima, traía datos fuertes."
Un empresario fanático de El Rey
Palito Ortega se llevó las palmas en el 49° Coloquio de IDEA. El jueves a la noche, el cantautor tucumano deleitó a los empresarios con las canciones que entona desde hace varias décadas. Hubo varios que se mostraron extasiados con los éxitos del ex senador. Pero a la hora de elegir el fan número uno, los votos fueron para Amadeo Vázquez. El ex ejecutivo de Telecom y Banco Río se puso en primera fila, a escasos centímetros de "El Rey". Cada tema era una excusa perfecta para que Amadeo se moviera como un trompo humano. Fue una hora de baile descontracturado, que terminó con un Vázquez contento y acalorado.
Detrás de los dólares de las cerealeras
La presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, es, tal vez, la funcionaria que más objeciones viene presentando al blanqueo de capitales ideado por Guillermo Moreno. Pero no por ello no es consciente de la necesidad que tiene el país de generar más dólares. De hecho, en los últimos días, desde la mesa de dinero del BCRA les hicieron llegar a los bancos una directiva: no trasladen a los créditos para pymes la suba de tasas de plazo fijo, pero sí pueden cobrarles más caro a las cerealeras. La idea es que éstas dejen de financiarse en pesos y vendan los dólares que, según sospechan desde la autoridad monetaria, vienen retaceando desde hace meses. En definitiva, las cerealeras podrán no comprar Baade, como les pidió Moreno, pero los dólares tendrán que ponerlos igual.
"La escuelita" sigue sin clases
Por segunda semana consecutiva, el último viernes se suspendió la edición de "la escuelita", el encuentro con los empresarios de consumo masivo que organiza Guillermo Moreno. En voz baja, los empresarios que son habitués de esas reuniones no dejaron de manifestar su sorpresa. "Desde hace unos meses los encuentros pasaron de ser semanales a un viernes de por medio, pero ésta es la primera vez que no se hacen durante dos semanas. Acá hay dos explicaciones: una es que Moreno no tiene mucho para decir, algo que veo muy difícil. La segunda posibilidad es que esté preparando su retirada", explicó un empresario que tiene asistencia perfecta a estos encuentros.
Falsa alarma por trigo importado
El jueves pasado hubo revuelo en el mercado de trigo por una falsa alarma de importación. En el "line up" del puerto de Paranaguá, Brasil, figuraban dos barcos con trigo con destino a la Argentina. Uno era el Idil, de Glencore, con 13.000 toneladas, y otro el Monte Azul, de Cargill, con 27.435. Parecía un hecho inédito que Guillermo Moreno habilitara esa importación. Sin embargo, en ambas empresas rápidamente aclararon que no había ninguna importación y que todo se trataba de una confusión porque en el "line up" no se precisaba que esa mercadería se descargaba en Brasil. Los barcos vienen vacíos para cargar mercadería aquí.