Vuelos triangulares: la estrategia de una low cost para volver a operar cabotaje
La aerolíneas low cost que operan en la Argentina ya presentaron sus itinerarios para la reanudación de los vuelos de cabotaje y esperan que, en las próximas horas, tanto las autoridades aeronáuticas nacionales como los gobernadores den el aval final. Si bien la posibilidad de volver a volar después de siete meses en tierra es una excelente noticia para las empresas, saben que la reactivación será lenta y que, en un primer momento, las restricciones todavía vigentes harán que la ocupación sea muy baja en los aviones.
Los itinerarios propuestos reflejan esa cautela. Según explicó a LA NACION Gonzalo Pérez Corral, country manager de JetSmart en la Argentina, la aerolínea planea retomar todos los destinos a los que volaba antes de la pandemia, pero con muchas menos rutas y frecuencias.
"Creemos que lo mejor es empezar con vuelos punto a punto desde Buenos Aires y dejar para más adelante las rutas entre provincias", explica el ejecutivo, y agrega que, en una primera etapa, buscarán "consolidar vuelos por regiones".
La empresa planea realizar vuelos que triangulen destinos, tanto en la zona norte del país como en el sur. Así, por ejemplo, está prevista que una ruta se inicie en Buenos Aires, vuele a Tucumán, de ahí a Salta y recién entonces regrese a Buenos Aires. "Así nos aseguramos que los vuelos salgan con un poco más de ocupación, que creemos que en un primer momento va a ser muy baja", explica Pérez Corral. Esto, además, permitirá cubrir todos los servicios de la compañía con solo dos de los cuatro Airbus 320 que tiene en el país.
¿Van a volar aunque en un primer momento lo hagan a pérdida? "No es lo ideal y minimizar las pérdidas es fundamental, pero en algún momento hay que lanzarse y volver a hacer girar la rueda", dice Pérez Corral, para quien también va a ser clave analizar la propuesta de la competencia para evitar licuar aún más la ocupación con una sobreoferta.
Para el ejecutivo, después de un primer pequeño "aluvión" generado por las personas que necesitan volar y hace meses no pueden hacerlo, la demanda se va a amesetar hasta tanto el Gobierno amplíe el universo de personas habilitadas a volar. Actualmente, solo está permitido que compren tickets y viajen en servicios de larga distancia las personas que necesitan movilizarse por tratamientos médicos o para realizar las actividades y servicios esenciales previstos por el artículo 11 del decreto presidencial 792/2020.
La semana pasada, cuando el ministro de Transporte, Mario Meoni, anunció la reanudación de los vuelos regulares de cabotaje las ventas comenzaron a subir, aun cuando no había información clara respecto de las condiciones que impondría cada provincia. "Las ventas subieron mucho en términos porcentuales, alrededor del 300%, pero todavía estamos en niveles muy bajos respecto del nivel de ventas anterior a la pandemia, de apenas el 15% o el 20%", señaló Pérez Corral, para quien es clave que se reúna en un solo lugar todos los requisitos exigidos por las jurisdicciones para ingresar y se ponga a disposición de los pasajeros.
La demanda es el gran indicador para las empresas aéreas y de eso dependerá su despliegue en los próximos meses. "Aunque pongamos nuestros cinco aviones a volar no va a haber pasajeros. Ver el tema de la economía de la compañía desde el punto de vista de la oferta es voluntarismo", dice a LA NACION Horacio Preneste, presidente de Andes Líneas Aéreas.
Por eso, en una primera etapa, Andes planea volver a operar solo con uno de sus cinco aviones MD-83 y hacer solo sus rutas "originales": dos frecuencias semanales de Buenos Aires a Salta, Jujuy, Puerto Madryn y Comodoro Rivadavia. Iguazú y Bariloche, dos destinos que volaban hasta marzo, quedarán suspendidos.
Del mismo modo que JetSmart, Andes presentó sus propuestas para hacer los vuelos de manera "triangular". El avión saldría de Buenos Aires volaría a Jujuy, de ahí a Salta y luego de regreso a Buenos Aires. Ya de vuelta en la capital, despegaría nuevamente pero con destino al sur. Aterrizaría en Comodoro Rivadavia, luego en Puerto Madryn, y luego de regreso a Buenos Aires.
Preneste considera que "va a tener que haber una coordinación de oferta de destinos y tarifas entre las compañías" y asegura que el aumento de costos fijos llevará necesariamente el precio de los boletos hacia arriba. "No se va a poder volar a $2000 o $3000 por tramo como antes", aclara.
Flybondi también está todavía a la espera de la autorización del itinerario presentado y, según señalan fuentes de la empresas, planea iniciar las operaciones la primera semana de noviembre. Por el momento, la compañía no conectará más de dos destinos por viaje, como estiman hacerlo JetSmart y Andes, pero sí comenzará con "un plan de rutas reducido en función de la demanda y el tipo de pasajero que puede volar".
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