Una canasta dominada por marcas líderes y a contramano de la Ley de Góndolas
Las empresas más grandes son las que dominan la lista de 1247 artículos que permanecerán congelados hasta el 7 de enero de 2022
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Si hay algo que no se le puede reclamar a la nueva canasta de productos congelados que lanzó el Gobierno es la falta de marcas y productos líderes. De La Serenísima a Coca-Cola, pasando por Quilmes, Taragüi, Ledesma, Natura o Villavicencio, la lista de 1247 artículos que permanecerán con sus precios congelados hasta el 7 de enero reúne a las principales compañías de consumo masivo y a sus presentaciones más populares.
A diferencia de otros planes oficiales que se conocieron en el último tiempo y que estaban copadas por proveedores pymes y segundas marcas, la canasta de Roberto Feletti está claramente concentrada en los grandes proveedores de los supermercados. Lo que en la jerga del sector se conoce como una variación de la llamada ley de Pareto del 80/20: es decir, 20 empresas que representan el 80% de las ventas en la mayoría de las categorías de consumo masivo.
Unilever participa con casi 130 productos -desde la mostaza Savora hasta los caldos Knorr-, Arcor aportó más de 70 artículos -incluyendo marcas emblemáticas como La Campagnola o Aguila- mientras que Molinos Río de la Plata sumó casi 100 ítems sumando el aceite Cocinero, los vinos Nieto Senetiner y el rebozador Preferido.
La canasta también incluye líneas de limpieza y tocador, con un portafolio de marcas líderes como la lavandina Ayudín (de Clorox), la crema dental Colgate (Colgate Palmolive) o el limpiador Cif (Unilever).
En la lista de productos congelados hasta fin de año tampoco faltan algunos artículos de lujo como el whisky escocés Chivas Regal (de la multinacional Pernod Ricard), el ron importado Bacardi. También figuran productos emblemáticos de las canastas del kirchnerismo como los tampones -cuyo faltante en tiempos de Augusto Costa levantó un pequeño revuelo- y las gaseosas con azúcar de Coca-Cola y Pepsi que despertaron una polémica cuando Paula Español las incluyó en su lista de Precios Cuidados de principios de 2020 y que ahora están en la mira de la ley de etiquetado frontal.
Sin embargo, el dato más llamativo es que la canasta de Feletti no resistiría el examen de los inspectores encargados de supervisar la ley de Góndolas. A contramano del discurso oficial que destaca la importancia de asegurar la competencia en los supermercados y fomentar la participación de las pymes, en la nueva canasta son contadas las categorías en las que se cumple con la regla de contar con al menos cinco proveedores. Por citar unos casos, en sopas, sal o azúcar apenas hay dos jugadores por categoría. Y en cervezas, si bien en total se pueden encontrar una decena de marcas que mantendrán sus precios congelados hasta fin de año cuando se analiza la lista por fabricante se descubre que la medida sólo alcanza a dos compañías: Cervecería y Maltería Quilmes y CCU.
El dato no es menor ya que una consecuencia de este tipo de canastas es concentrar las ventas en las marcas y empresas líderes que pierden rentabilidad pero ganan market share, justamente el objetivo contrario que persigue la ley de Góndolas.
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