Un viaje a la cocina de Rappi: los secretos del unicornio latino que revolucionó el mundo del delivery
LA NACION recorrió la casa matriz de la empresa colombiana, que hoy está valuada en US$5400 millones; sus planes para salir a la Bolsa, crecer en las entregas rápidas e incursionar en las billeteras digitales y el turismo
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“Devolver el tiempo de la vida”. Esa idea fue el motor que impulsó a los colombianos Simón Borrero, Felipe Villamarín y Sebastián Mejía a crear la primera “super app” -un ecosistema de servicios reunidos en una misma plataforma-de Latinoamérica que marcaría un antes y un después en el mundo del delivery y la logística: Rappi.
Todo comenzó en 2015, en la ciudad de Bogotá. Para ese entonces, la aplicación funcionaba como una suerte de despensa digital que conectaba a pequeños comercios con los usuarios. Su gran diferenciador fue un botón llamado Rappi Antojo, que permitía a las personas pedir cualquier producto que quisieran. La escucha activa a las necesidades de las personas fue el puntapié para sumar a la app una amplia variedad de restaurantes, cadenas de comida, supermercados y farmacias.
Luego de realizar los ajustes sobre la plataforma, la llegada masiva de pedidos fue instantánea. De esta manera, el característico bigote de la marca y el intenso naranja de las camperas y bolsos de los repartidores -también llamados “rappitenderos”- se expandieron por las calles de todo Colombia para, con el tiempo, aterrizar en nuevos destinos de Latinoamérica.
Hoy, a nueve años de su creación, Rappi opera en una decena de países, que suman más de 350 ciudades de la región y sus planes incluyen un próximo desembarco en Centroamérica. La empresa ya participó de un par de rondas de financiamiento y entre sus inversores se encuentra el poderoso fondo japonés Softbank. Además, es considerada el primer unicornio colombiano, con números que asombran: su valuación supera los US$5400 millones, cuenta con más de 50 millones de descargas, 30 millones de usuarios activos, 500.000 aliados comerciales, más de 125.000 restaurantes y, en el último año, más de 350.000 repartidores se sumaron a la aplicación.
Dado su crecimiento en el último tiempo, la revista Time incluyó a Rappi en su listado de las 100 empresas más influyentes del mundo siendo, junto a la brasileña Nubank, las únicas compañías latinoamericanas en obtener este reconocimiento y estar a la altura de grandes jugadores a nivel global, como Google, Amazon, Microsoft, OpenAI, Nvidia, TikTok, Disney, entre otras.
“La empresa comenzó desde cero. Éramos entre 15 y 20 personas con muy poca inversión, sacada de otras compañías que habíamos construido también desde cero. Creo que Rappi es un caso que muestra que los latinoamericanos podemos hacer cosas enormes y estamos orgullosos de que esté siendo una inspiración para los jóvenes de la región”, expresó Simón Borrero, CEO y cofundador de Rappi, en el marco de una recorrida que organizó la empresa por sus instalaciones en Bogotá, Barranquilla y Medellín, en Colombia, y de la que participó LA NACION.
El propio Borrero adelantó que sus planes de salir a la Bolsa. “La idea es que como compañía en 12 meses estemos listos para salir a la bolsa de valores, con todos los procesos de auditoría y la madurez de proyecciones”, indicó el fundador de la compañía. Borrero explicó que la opción más probable es Nueva York, aunque admitió que “estamos revisando si se puede hacer algo creativo como lo hizo Nubank, que tuvo un dual listing con Brasil. A nosotros nos gustaría con México, por ser nuestro mercado más grande y rentable”.
Operación local
Rappi está presente en la Argentina desde 2018 y, luego de Colombia, México y Brasil, representa el cuarto mercado más importante para la compañía. Cuenta con más de 6 millones de descargas y más de 32.000 repartidores activos.
Además de operar en CABA y el AMBA, la plataforma tiene alcance en diversos puntos del país, como Rosario, Santa Fe Capital, Mendoza, Bariloche, Corrientes, Paraná, Tucuman, Salta, Neuquen, Bahía Blanca, La Plata, Pinamar y Mar del Plata, con una totalidad de más de 15.000 comercios aliados. “En la actualidad, el panorama general del mercado presenta desafíos. En medio de un contexto como el nuestro, las piezas en la economía del hogar necesitan reajustarse y puede que algunos usuarios reduzcan los pedidos a restaurantes, pero al mismo tiempo observamos un cambio hacia la compra de productos de supermercado y otras tiendas, ya sea para abaratar los costos y cocinar más en la casa o ahorrar tiempo y aprovechar las promociones exclusivas que ofrecemos”, señaló Franco Lena, gerente general de Rappi para la Argentina y Uruguay.
Y continuó: “El 2023 fue un año de gran crecimiento para todas las verticales en las que operamos. La que más nos sorprendió fue Turbo, nuestro supermercado digital con el que, mediante una tecnología predictiva de demanda, logramos entregar las compras del supermercado en diez minutos”.
Para cumplir este objetivo, Rappi cuenta con más de 220 tiendas Turbo -almacenes similares a los supermercados- en toda la región, cuyo funcionamiento está cronometrado y sistematizado: una alarma notifica a los pickers los detalles de cada compra, quienes deben, en un rango de tiempo que no supere los dos minutos, preparar los pedidos en una bolsa. En una ventanilla los esperan los repartidores, listos para salir y entregar la orden. Bajo la premisa de no superar los diez minutos, el radio de cobertura de cada tienda es de 2 a 3 kilómetros.
En el caso de la Argentina, la compañía posee 20 tiendas Turbo distribuidas en CABA, La Plata, Mar del Plata, Lomas de Zamora y Vicente López, con un stock que incluye desde alimentos hasta productos de farmacia.
“Nadie más en la región está logrando entregar pedidos así de rápido”, aseguró Santiago Franco, socio de Rappi y director global de Turbo Restaurantes, otra de las verticales estrella de la aplicación. Y anunció que la compañía planea ampliar la oferta de stock, con un promedio de 4000 productos en cada supermercado Turbo. “Cuando arrancamos con esta vertical, en 2021, teníamos alrededor de 1500 productos por tienda. Hoy nuestro objetivo es lograr ofrecer la totalidad de los artículos de la canasta básica”, profundizó.
Tras el éxito de Turbo, en noviembre de 2022 Rappi lanzó Turbo Restaurantes, una función que permite a los usuarios pedir en un restaurante y recibir sus platos en solo diez minutos. “Así como hace 70 años nació la categoría fast food, creemos que esto es un nuevo giro en la industria gastronómica: poder elegir qué y dónde pedir y recibirlo de inmediato, es una experiencia sin retorno”, sostuvo Lena. Gracias a esta nueva modalidad de pedidos, los restaurantes lograron aumentar sus ventas hasta un 30 por ciento.
En la Argentina, Turbo Restaurantes cuenta con más de 600 negocios -incluyendo cadenas como McDonald‘s, Rapanui, KFC, Kansas, Burger King, Tea Connection, Green Eat, Antiche y Le Pain Quotidien, entre otras- y está disponible en CABA, GBA, Mar del Plata, Córdoba, Rosario y La Plata.
Impacto económico
Con la llegada de las aplicaciones de pedidos al país, pymes, micropymes y emprendedores lograron aumentar sus ventas, tanto en tiendas físicas como online. Así lo afirma un estudio publicado por la consultora Quiddity en julio de 2020, en el que nueve de cada diez usuarios declaran haber conocido un nuevo local a través de apps de delivery y seis de cada diez declaran que lo visitaron.
En este contexto, Rappi Argentina “tiene un resultado positivo desde 2022″, según aseguró la empresa a este medio. De allí que, para los próximos cuatro años, la plataforma planea duplicar sus operaciones en el país con una inversión de US$22 millones.
“Estamos muy optimistas con todo lo que está pasando en la Argentina. Por muchos años, los inversionistas nos incentivaron a no invertir en el país por la falta de certidumbre económica, pero nosotros siempre seguimos invirtiendo y ahora más que nunca. Nos encantaría llevar a la Argentina todos nuestros servicios”, disparó Borrero. Específicamente, Rappi busca duplicar la cantidad de Tiendas Turbo y repartidores, así como también incorporar entre 15.000 y 25.000 comercios aliados nuevos.
Sus planes también incluyen una incursión en el ecosistema fintech local para lo cual analizan importar a Rappi Pay, su billetera virtual que ya se encuentra disponible en Colombia, México, Brasil y Chile.
Otra categoría en la que Rappi busca hacerse fuertes son los viajes, donde participa con su vertical Rappi Travel. Colombia y México representan los mercados más importantes, seguidos de la Argentina, Brasil, Chile y Perú, según Guido Becher, global head del proyecto. Bajo la premisa de la velocidad, característica distintiva de Rappi, esta vertical conecta a los usuarios con el “producto turístico ideal”, siendo las escapadas de fin de semana el formato más destacado. “El objetivo es que las personas compren este tipo de experiencias por lo menos una vez por mes”, dijo Becher. En la Argentina, el ticket promedio ronda los 250 dólares.
Escenario competitivo
Los avances tecnológicos, los cambios en los hábitos de consumo motorizados por la pandemia del Covid-19 y los contextos socioeconómicos de la región, convirtieron a las aplicaciones de delivery en un rubro de grandes oportunidades, pero también de importantes desafíos. Es por este motivo que algunas empresas no lograron ser lo suficientemente fuertes en un mercado competitivo y en pleno ascenso.
Tal es el caso de Uber Eats, vertical de Uber que, en 2020, se retiró tanto del mercado argentino como colombiano. Según explicaron voceros en aquel entonces, la compañía tomó la decisión de enfocar sus esfuerzos y energías en los lugares donde tiene un rol de liderazgo, es decir, la movilidad y el transporte.
Ese mismo año, la empresa española Glovo fue absorbida por la compañía alemana Delivery Hero, uno de los grandes jugadores del sector que, en 2014, adquirió la mayoría del capital accionario de la uruguaya PedidosYa. En números concretos, la compra de Glovo fue de 230 millones de euros (alrededor de US$272 millones).
Marco legal
En paralelo a los planes de expansión en el país, Rappi anunció estar en búsqueda de crear un marco regulatorio para sus repartidores y que tanto el gobierno de Javier Milei como los partidos opositores están abiertos al diálogo para llevar adelante distintas iniciativas.
“El gobierno argentino ha sido muy afín a apoyar el desarrollo de la actividad, al igual que otros partidos de la oposición”, expresó Martín Martorell, vicepresidente de Asuntos Corporativos de Rappi. A pesar de haber varios proyectos de ley en conversación, hay dos que son de mayor interés para la compañía: uno presentado por Cristian Ritondo, jefe del bloque de Pro, y otro por Vanesa Siley, diputada de Unión por la Patria (UxP).
“Nosotros tenemos mucha afinidad con varios de los puntos del proyecto de Siley y afinidad con todos los puntos del proyecto de Ritondo. Creemos que tiene que comenzar pronto una discusión del tema y lo vemos con muy buenos ojos”, detalló Martorell.
El proyecto de Ritondo, presentado en el Congreso en septiembre de 2023, busca promover la “libertad de conexión”, es decir, que los repartidores puedan trabajar según su conveniencia y bajo sus propios horarios. A su vez, establece que los trabajadores tengan el derecho a rechazar pedidos sin justificación, recibir explicaciones sobre bloqueos, solicitar portabilidad de datos, acceder a capacitaciones gratuitas, contar con un seguro de accidentes personales, percibir el 100% de las propinas, conectarse sin periodicidad mínima, elegir la zona de trabajo y prestar servicios por el tiempo que consideren conveniente.
Otro de los ejes fundamentales es la ganancia de los repartidores. “Es una actividad con una ganancia igual o superior a la de las personas con estudios académicos superiores”, indicó Martorell.
En 2023, 236.000 personas generaron ingresos a través de este tipo de plataformas, representando el 1,8% del total de ocupados en la Argentina y el 0,2% del ingreso total del sector privado, según datos del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec). Bajo esta línea, un repartidor puede generar, trabajando 40 horas semanales en horarios pico, entre $400.000 y $500.000 por semana, según Rappi. Sin embargo, la mayoría de los usuarios se conecta 20 horas semanales o menos.
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