Un éxito boca a boca: crearon una zapatilla para correr como si se estuviera descalzo
Bajo la marca Zapiens, Federico Manchado y Gustavo Peters diseñaron un modelo de calzado barefoot; en el mes de su lanzamiento, alcanzaron las ventas proyectadas para el año, y entraron en una dinámica permanente de reponer y agotar el stock
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Federico Manchado y Gustavo Peters son socios y amigos desde el colegio secundario. Dos años atrás, mientras veían a muchos colegas y conocidos emigrar por ofertas laborales, empezaron a planear un modelo de negocio. La apuesta fue tal, que decidieron invertir todos sus ahorros e incluso endeudarse. “Hicimos un trabajo muy a conciencia, basado en datos”, aseguró Peters a LA NACION.
La iniciativa nació en 2022, cuando Manchado se lesionó en un entrenamiento. Graduado de ingeniero industrial, también competía en carreras de obstáculos y se había adentrado en cuestiones cada vez más integrales para mejorar su performance: hizo foco en la nutrición y luego, tras este tropiezo, buscó el modo de acelerar la recuperación y llegó a las zapatillas minimalistas, conocidas como barefoot, que rápidamente se convirtieron en el único calzado que usaba. “Entendió que existía un vacío en la oferta, tanto en la Argentina como en la región, y que las personas que entrenaban con él solo lo compraban cuando viajaban a Europa o a Estados Unidos. La idea de crear una empresa empezó a retumbarle y decidimos tomar juntos esta oportunidad”, señaló Peters, quien se desempeñaba como asesor de inversiones en el Ministerio de Economía.
El desarrollo del prototipo no fue simple. Manchado se puso al frente del trabajo de research y adquirió diferentes modelos de distintas marcas, en viajes y por Internet, hasta que en 2023 llegaron al modelo que buscaban y siguieron adelante con la inversión. Tras un desembolso total de US$44.000, salieron al mercado en marzo de este año bajo el nombre Zapiens y rompieron las proyecciones. “Habíamos previsto ventas por 450 pares para todo 2024, una cifra un poco conservadora, porque pensábamos que era una idea que teníamos que trabajar, que teníamos que instalar primero el concepto para luego salir a comercializarlo. Sin embargo, vendimos ese número en el primer mes”, indicó Peters. Así, desde su lanzamiento, entraron en una dinámica constante de reponer y quebrar stock.
En paralelo, el emprendedor recordó: “El año pasado, mi novia me compartió un paper que mostraba que las startups que nacen en períodos de crisis suelen tener mejor performance en el largo plazo, porque ya tienen todas las variables ajustadas al máximo para sobrevivir. Cuando veíamos que la economía se complicaba, mientras invertíamos todo nuestro capital, nos acordábamos de aquel documento para motivarnos. Desde agosto hasta fines del año pasado fue una locura, recibíamos diferentes cotizaciones de dólar todos los días; y este año también hay variables que cambian. Si no estamos todos los días reprogramando cómo movernos, nos quedamos estancados”.
Un nicho de mercado
De acuerdo con los emprendedores, Zapiens nació como respuesta a una necesidad de vestirse y sentirse más natural. “La premisa detrás es que nuestros pies están hechos para caminar descalzos y que los calzados convencionales modifican la forma natural en que el cuerpo se mueve, por lo que pueden provocar dolores de espalda y molestias en las articulaciones”, afirmó Peters.
En ese sentido, los calzados barefoot se distinguen por tres características: no tienen ninguna elevación ni taco; tienen una horma más ancha que respeta la forma del pie, que permite que los dedos no estén pegados ni comprimidos; y cuentan con una suela delgada y flexible, la parte más costosa y difícil de desarrollar, que da la sensación de caminar descalzo sin lastimarse.
Capacidad y know how
Para la fabricación del calzado, los emprendedores se apoyaron en un taller ubicado en la localidad Coronel Suárez, en el centro-sur de la provincia de Buenos Aires, reconocida como un polo industrial del calzado argentino.
Coronel Suárez fue base de Gatic, una empresa fundada en 1978 por la familia Bakchellian, que durante años se posicionó como la mayor fabricante de calzado e indumentaria deportiva del país. En un complejo industrial de ocho naves y más de 30.000 metros cuadrados, con más de 5000 colaboradores directos, la firma trabajaba para marcas como Adidas, New Balance, y Umbro. Tras su cierre, en la década del 2000, muchos extrabajadores siguieron en el rubro y le dieron riendas a la capacidad y a los conocimientos adquiridos, y montaron sus propios talleres.
Una comunidad sólida
Previo al lanzamiento, Manchado y Peters realizaron un fuerte trabajo en las redes sociales, basado en contenidos educativos sobre barefoot y sobre los beneficios que este ofrece. “Apuntamos a una estrategia orgánica -sin publicidad-, de modo que los seguidores que llegan tienen realmente un interés en el producto. A partir de ello, crecimos y luego invertimos en publicidad para el lanzamiento. Logramos una base sólida de interacciones y de compromiso, una pequeña comunidad”, señaló Peters.
Actualmente, de acuerdo con los datos arrojados por Meta -empresa dueña de Facebook, Instagram y Whatsapp-, la comunidad de Zapiens está conformada en un 60% por mujeres y en un 40%, por hombres. Asimismo, la información exhibe dos intereses muy marcados por parte de los usuarios: vida saludable -que incluye áreas como yoga y alimentación- y deportes.
Mejora del producto
Tras su lanzamiento, Zapiens activó una campaña de feedback. “Pedimos a todas las personas que nos compraron un par de zapatillas que nos dieran una devolución del producto, a cambio de un descuento extra para adquirir otro. Hicimos un hincapié muy fuerte en las críticas, a tal nivel que, si les encantó, nos dijeran igualmente que le hubieran mejorado”, señaló Peters.
A raíz de ello, los emprendedores lanzaron un nuevo modelo, en el que aplicaron cerca de 10 cambios. “Algunos de ellos son imperceptibles. Por ejemplo, bajamos un par de milímetros el talón, mejoramos la calidad de los cordones, agregamos un par de milímetros al ancho, y subimos la puntera para que los dedos tengan más espacio”.
Expansión de líneas y de fronteras
Actualmente, Zapiens dispone de un modelo de zapatillas en seis variantes, con combinaciones de colores y de telas, que se comercializa exclusivamente a través de su sitio web. Sin embargo, para lo que resta del año, los emprendedores ya prevén la extensión de su portafolio mediante un nuevo modelo de zapatillas deportivas, sandalias para el verano y calzado para chicos.
“Hoy no retiramos un solo peso de la compañía. Reinvertimos todo lo que ingresa. Además, estamos trabajando para comenzar a exportar productos a Chile y a Uruguay; el mismo interés que vemos acá, está en otros países. Y para ello, evaluamos dos opciones: anudar un acuerdo con sitios de e-commerce o con distribuidores. En paralelo, estamos a punto de habilitar nuestro e-commerce para compras desde el exterior”, aclaró Peters.
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