Última milla. Cómo se reinventa la industria logística
Las empresas apelan al uso de tecnología, recorridos inteligentes y vehículos híbridos y eléctricos para optimizar sus servicios de transporte
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Mientras los expertos en sustentabilidad nos exhortan a no superar el calentamiento global por encima de 1,5º, el último informe de la Agencia Internacional de la Energía anunció que ya estamos en récord de emisiones de dióxido de carbono, incluso por encima de lo que sucedía antes de que comience la pandemia. A esto hay que agregar otro punto: según un informe del Foro Económico Mundial, para 2030 habrá un aumento del 36% en el número de vehículos de reparto en las 100 principales ciudades y las congestiones podrían crecer hasta un 21%. ¿Qué hacer? La movilidad limpia es un buen comienzo para poder meterse de lleno en el tema, porque es una industria que obliga a repensar más allá de ella misma.
Por ejemplo, en la Argentina, las actividades de transporte de pasajeros y carga son responsables del 15% de las emisiones de CO2 del país. Y las empresas tomaron nota de esto y decidieron poner manos a la obra.
En este contexto, Cervecería y Maltería Quilmes inició un ambicioso plan de transformación en su entrega de última milla: el transporte final de la mercadería hacia los pequeños comercios y almacenes. Para eso ya inauguró 6 centros de distribución urbana (UDC): 4 en CABA, 1 en Rosario y 1 en Córdoba. Y planea contar con 12 para fin de año.
Los UDC son pequeños puntos de distribución más cercanos a los clientes de la compañía en los centros urbanos que permiten una entrega más rápida y flexible mediante vehículos eléctricos. Hoy la compañía ya tiene 8 camiones eléctricos y apunta a tener 40 para diciembre.
“Las distancias cortas que plantea la distribución de última milla son una oportunidad para incorporar vehículos eléctricos, ya que cuentan con menor autonomía que un camión, pero la justa y necesaria para estos recorridos. Hoy es fundamental que cada nueva iniciativa de logística esté atravesada por la visión de sustentabilidad a largo plazo y la reducción del impacto ambiental de la distribución. Es por eso que nuestras inauguraciones de pequeños depósitos están siendo concebidas con esta mirada. Cada 10.000 kilómetros recorridos, las camionetas de nuestros centros de distribución urbanos permiten una reducción de emisiones de carbono de 7,5 toneladas”, explica Ariel Sandler, director de Logística en Cervecería y Maltería Quilmes.
Esta acción se suma a otras que la compañía cervecera ya viene desarrollando. “Tenemos planes de eficiencia y transición energética para reducir las emisiones de carbono. Un ejemplo es nuestro parque eólico Budweiser en Achiras, Córdoba, que nos permitió ser la primera empresa de consumo masivo en utilizar 100% energía eléctrica renovable. Así, logramos reducir un 25% nuestras emisiones de carbono, el equivalente a retirar de las ciudades 500.000 autos”, detalla Sandler.
Tecnología verde
El uso de la tecnología se vuelve esencial para ganar eficiencia en la última milla. Es el caso de la empresa de logística ClicOH, que utiliza su estrategia de BackHaul. “Trazamos las rutas de reparto de tal forma que los vehículos no viajen nunca vacíos. Además, nuestro software nos permite realizar ruteo inteligente, es una tecnología que posibilita trayectos más cortos con el menor número de vehículos posibles”, explica Juan Altamirano, cofundador y COO de ClicOH.
“Además, contamos con Green Packaging: sustituimos las bolsas tradicionales por unas biodegradables para empaquetar todos nuestros envíos. Es decir, se degradan por acción biológica, mediante bacterias u otro organismo vivo. El compuesto biodegradable demora en descomponerse entre 2 y 3 años aproximadamente, dependiendo de los agentes a los que esté expuesto. Incluso, con algunos clientes tenemos packaging compostable”, agrega Altamirano.
El sector de logística está trabajando en el tema de impacto de huella de carbono. “Gran parte de esto se da en la formación de los choferes, en la utilización de equipamiento que permita obtener la mejor eficiencia de los transportes, la utilización de energías alternativas, como es el caso de los vehículos eléctricos o equipos con uso de gas natural comprimido o GNC”, indica Alejandro Leiras, director de Capacitación de la Asociación Argentina de Logística Empresaria (Arlog).
“Algunas empresas trabajan en este tema de compensar los gases de efecto invernadero con el compromiso de plantación de árboles en distintas zonas. Otras iniciativas apuntan al proceso de reciclado de los insumos que utilizan, como el film strech, madera o cartón, se empiezan a buscar elementos que los puedan reemplazar y/o que tengan la posibilidad de ser reutilizados o en su defecto que puedan ser reciclados o que sus componentes sean biodegradables”, añade Leiras.
A nivel región, Álvaro Echeverría, CEO y fundador de SimpliRoute (una empresa de software que diseña programa para optimizar las entregas), destaca que “durante 2021 se recorrieron 728.522.541 kilómetros en logística de última milla, que habrían sido en total 976.220.203 kilómetros en total, si no se hubiesen optimizado las rutas con SimpliRoute. Eso significa que se registró un ahorro de 52.013 toneladas de CO2 en la región gracias a esta solución, y da cuenta de lo necesario que es ampliar la llegada de estas innovaciones a todas las industrias donde sea posible hacer más eficiente este proceso”.
“La cantidad de combustibles fósiles que no se utilizaron gracias a nosotros en la Argentina, Chile, Colombia, Perú, Uruguay y México alcanzó los 30.962.205 litros. En nuestro país, puntualmente, la última milla tiene un impacto que podría disminuirse considerablemente”, observa Echeverría.
Entregas y pasajeros
Una de las empresas que decidió tomar el tema de la compensación de sus emisiones es Cabify, haciéndolo a nivel global en todos sus viajes y entregas. “Este proyecto nos posicionó como una de las empresas que lideran la transformación hacia el desarrollo sostenible. En ese sentido, nuestra acción medioambiental comprende tres vertientes fundamentales: medición, reducción de emisiones (electrificación de la flota, alternativas de micro-movilidad eléctrica, desarrollos tecnológicos para una movilidad más eficiente, sostenibilidad de las oficinas, reducción anual sostenida del 15%) y compensación (neutralidad de carbono)”, detalla Gabriel Carpanelli, Head de Delivery de Cabify.
“El compromiso con la neutralidad de carbono lo reforzamos recientemente con la aplicación de blockchain al proyecto de compensación de emisiones (mayor trazabilidad y transparencia) y la expansión de sus iniciativas a nuevos países, en colaboración con la fintech española Climate Trade. Somos, desde 2018, la primera y única empresa del sector en Europa y América Latina en compensar el 100% de las emisiones generadas no solamente por su actividad corporativa sino también las resultantes de los viajes de usuarios y empresas”, refuerza Carpanelli.
“Las políticas gubernamentales, las exigencias de los accionistas –sobre todo en compañías públicas– y el consumidor, son los que movilizan y promueven los cambios de las marcas y empresas hacía el desarrollo sostenible”, opina Pedro Olarte, VP Revenue de Chazki.
“El futuro de la logística es el de la sostenibilidad al precio más bajo posible. Significa un reto enorme que solamente podrá ser alcanzado por aquellas compañías que inviertan en tecnología y automatización para mejorar sus procesos”, concluye el VP.
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