Twitter sigue estancada y vulnerable un año después del retorno de Dorsey
Los gerentes de Twitter Inc. se reunieron en la sede de San Francisco en enero para una cumbre de liderazgo, días después de que cuatro ejecutivos renunciaron abruptamente en medio de la caída de las acciones de la empresa a nuevos mínimos.
Cuando un gerente le preguntó el presidente ejecutivo, Jack Dorsey, y a sus lugartenientes sobre rumores de adquisición, el director financiero, Anthony Noto, respondió que Twitter no necesitaba que otra compañía viniera a so-lucionarle sus problemas, según empleados con conocimiento de la reunión. “¡Somos sólo nosotros, carajo!”, dijo, una declaración que se convirtió rápidamente en un grito de guerra.
Ahora, en el primer aniversario del retorno de Dorsey a la presidencia ejecutiva, Twitter explora la posibilidad de una venta. La firma trabaja con Goldman Sachs Group Inc. para evaluar, tan pronto como esta semana, ofertas de empresas que podrían incluir a Salesforce.com Inc., Walt Disney Co. y Alphabet Inc., la matriz de Google, según fuentes al tanto.
El giro de Twitter ilustra la nube que se cierne sobre el liderazgo de Dorsey, su cofundador. Con un valor de mercado de unos US$17.000 millones, Twitter sigue siendo un blanco atractivo para empresas de medios de comunicación y de tecnología interesadas en los valiosos datos y las oportunidades de marketing creadas por sus 313 millones de usuarios mensuales. Sin embargo, los esfuerzos de Dorsey no han logrado reactivar el crecimiento tanto de usuarios como de ingresos.
Algunos gerentes de alto rango dicen que están perdiendo la fe en Dorsey. A pesar de algunos avances que hicieron más fácil el uso del servicio y que permitieron mejorar las salvaguardias contra los tuits ofensivos, señalan que todavía hay pocos nuevos usuarios dispuestos a probar la red social, que ya lleva 10 años. Twitter añadió apenas 1% de usuarios mensuales en el segundo trimestre, mientras que el crecimiento de sus ingresos quedó por debajo de 20% interanual por octavo período consecutivo.
Twitter indicó que Dorsey no estaba disponible para comentar. Una portavoz afirmó que el ejecutivo ha cumplido los objetivos que presentó a los inversionistas. “Estamos observando el beneficio directo de las recientes mejoras de producto” que han impulsado el crecimiento de usuarios y el uso de la plataforma, dijo.
Bajo la batuta de Dorsey, las acciones de Twitter cayeron alrededor de 29% hasta fines de septiembre, cuando los informes de adquisición terminaron casi revirtiendo ese declive.
Dorsey, quien cumplirá 40 años el próximo mes, ha expresado su optimismo sobre el cumplimiento de sus prioridades. Ha concretado cerca de una decena de nuevas asociaciones para la transmisión de videos en vivo, incluyendo un prometedor acuerdo con la NFL (la liga profesional de fútbol americano de Estados Unidos) y ha hecho cambios incrementales que han simplificado el uso y ayudado a frenar los tuits abusivos.
“[Dorsey] es el tipo de persona que piensa en décadas y no en trimestres, por lo que ha estado haciendo los movimientos que tiene que hacer para obtener los resultados que desea mucho más tarde”, dice Biz Stone, cofundador de Twitter. Stone dice que conservará sus acciones.
Este miércoles se cumplió exactamente un año de la contratación de Dorsey como presidente ejecutivo. Su nombramiento generó optimismo entre los empleados, que creían que sólo el hombre a quien se le atribuye la invención del tuit podía salvar Twitter.
En sus primeros meses, Dorsey contrató altos gerentes y directores. También discontinuó proyectos no esenciales como Twitter Alerts, que permitía a los usuarios contactarse entre sí en una emergencia, y respaldó la idea de simplificar el servicio, amplió el límite de 140 caracteres y agregó “calcomanías” a las fotos.
Otros altos gerentes creen que Twitter necesitaba cambios más audaces. Noto, un ex banquero de Goldman Sachs y ex director financiero de la NFL, apuntó sus cañones a lograr acuerdos de transmisión en vivo de partidos de ligas deportivas. Según su teoría, la combinación de eventos en vivo y la fuerza de Twitter podría atraer usuarios y publicidad.
Poco después de la cumbre de liderazgo de enero, los empleados de Twitter llenaron un auditorio de la empresa para una de sus reuniones quincenales. Dorsey dio un elocuente discurso sobre cómo Twitter era como el que corredor por el que nadie daba un centavo y que iba a triunfar como equipo.
La euforia duró poco. En febrero, Twitter informó que había perdido dos millones de usuarios en el cuarto trimestre; era la primera vez que ocurría. La proporción de personas que ingresaban a Twitter a diario —aproximadamente la menos la mitad de sus usuarios mensuales— continuaba en baja, según una persona al tanto.
Por ese entonces, Twitter trajo a un asesor financiero para evaluar las estructuras de costos apropiadas para diferentes escenarios de crecimiento de usuarios, según fuentes al tanto. La posibilidad de incorporar un inversionista es-tratégico o atraer a un comprador también se conversó, dijo una de estas personas.
En el segundo trimestre, Twitter comenzó a recortar algunos gastos. De las 190 empresas de tecnología de EE.UU. que facturaron al menos US$1.000 millones en los últimos 12 meses, Twitter tuvo el segundo mayor costo de remuneración basada en acciones como porcentaje de los ingresos (26%), según S&P Global Market Intelligence.
Algunos altos mandos han cuestionado que Dorsey divida su tiempo con la otra compañía que dirige, la firma de pagos Square Inc. Como resultado, proyectos quedaron postergados durante meses, dijeron.
Otras iniciativas también se estancaron. Cuando Instagram, la aplicación de Facebook Inc. para compartir fotos, comenzó a dejar que los usuarios prohibieran ciertas palabras en los comentarios debajo de sus fotos, los empleados de Twitter que trabajan en seguridad del usuario sintieron como si hubieran recibido una patada en el estómago. Habían trabajado durante el último año en un filtro antiabusos similar, pero el esfuerzo había fracasado debido a falta de aten-ción y de recursos de ingeniería, según fuentes al tanto.
El hecho de que la función de Instagram fue lanzada bajo la dirección del gerente de producto Kevin Weil, uno de los ejecutivos que se fue de Twitter en enero, añadió sal a la herida.