Trajeron una idea exitosa de Inglaterra y Estados Unidos y ahora ganan dinero con sentencias judiciales
La startup de tecnología Qanlex ya lleva ganados 10 juicios de los 30 en los que participa y está por lanzar un tercer fondo de US$20 millones para impulsar causas en Latinoamérica y España
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En marzo de 2020, cuando comenzaba la pandemia de Covid-19 en la Argentina, Fernando Folgueiro contactó a Yago Zavalía Gahan para darle forma a un proyecto que tenía en mente vinculado a la financiación de litigios o litigation finance. Es un fenómeno relativamente nuevo y de rápido crecimiento a nivel internacional (exitoso en el mundo anglosajón, como Estados Unidos e Inglaterra) que consiste en la provisión de fondos por parte de un tercero ajeno a un litigio para llevar a cabo una demanda legal meritoria (que tienen buenas posibilidades de prosperar).
Ese fue el germen de la startup de tecnología Qanlex, que ya lleva ganados 10 juicios de los 30 en los que participa y está por lanzar un tercer fondo de US$20 millones para impulsar causas en Latinoamérica y España. El modelo de negocios consiste en ofrecerles a sus clientes un adelanto de capital. A cambio, se quedan con un porcentaje de la sentencia que va del 10 al 40%.
Los fondos no operan como uno de inversión tradicional, sino que detrás cuentan con un desarrollo tecnológico que permitió hacer escalable el modelo y llegar a nuevas regiones.
Los emprendedores crearon Case Miner, un software de screening que revisa todas las demandas activas, las parametriza, y utilizando modelos de machine learning, las rankea para encontrar aquellas que son más atractivas.
“A Fernando se le ocurrió traer esto de la financiación de litigios a Latinoamérica y Europa Continental, pero era difícil escalarlo. Había que tener muchas relaciones en el mundo legal y entonces la forma de taclear eso era desarrollar un software con el que ya llevamos revisadas más de 6 millones de demandas, asegurándonos de encontrar las mejores en términos de probabilidad de éxito”, explicó Zavalía Gahan, de 32 años, co-fundador y Managing Partner de Qanlex.
El primer desarrollo lo hicieron en la Argentina y después lo fueron aplicando a otros sistemas judiciales. Los clientes son en general empresas, no porque estén negados a representar personas, sino que por el tamaño de los casos son entre compañías.
“Ahora tenemos una demanda bastante interesante de un grupo de startups contra una de las big four por defensa de la competencia y otra de pequeñas empresas de camiones también perjudicadas por una posición dominante en Europa. En estos casos hay que trabajar mucho porque hay que estimar si hubo sobreprecios, por ejemplo, con lo cual nuestro apoyo habilita o no llevar adelante la demanda”, detalló Folgueiro, el otro fundador y Managing Partner Qanlex de 32 años.
Si bien parece algo lejano, en los Estados Unidos este tipo de financiamiento creció 1000% en los últimos 7 años y en Latinoamérica podría adoptarse mucho más rápido.
“Ayudamos a David contra Goliat porque nos aseguramos de seleccionar las demandas más meritorias, contribuyendo a que las compañías puedan acceder a la Justicia, y cobramos un porcentaje sólo si el juicio sale de manera positiva. Esto termina siendo un win-win para ambas partes”, agregó Folgueiro.
El primer fondo que constituyeron como prueba de concepto de US$100.000 tuvo retornos por encima del 95% en dólares y posibilitó que levantaran US$600.000 en su primera ronda de inversión con inversores como The LegalTech Fund (basado en Nueva York), J ventures (de Boston), y Carao Ventures (con base en Costa Rica).
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