Temporada de stockeo: en plena crisis de consumo, lo único que se venden son los repelentes
Los fabricantes esperan un nuevo récord de ventas, con menos faltantes de mercadería debido a la normalización de las importaciones
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Los mosquitos les están ganando la batalla a la crisis. En el medio de la recesión más profunda de las últimas décadas, el negocio de los repelentes se convirtió en una de las contadísimas excepciones para supermercados y farmacias que empezaron a restringir las ventas y en los últimos días volvieron a aparecer los carteles que informan que “solo se pueden llevar dos unidades de Off! por cliente”.
En las empresas fabricantes se preparan para enfrentar un nivel de demanda inédito para un mercado como el de la cosmética, que está viviendo un año verdaderamente negro, con una caída interanual promedio del 25% en volumen, aunque en las categorías más premium la baja llega hasta el 40%. Las firmas que compiten en el rubro de los repelentes precisan que en la temporada 2024/25 -que comienza en octubre y tiene su pico en marzo- podría llegar a superarse el récord de 45 millones de unidades -contando todas las marcas, presentaciones y envases de colores naranja y verde- que se alcanzó en el verano 2023/24, cuando el promedio de los últimos años no pasaba de las 30 millones de unidades anuales.
A la espera de una invasión parecida a la que se vivió en marzo pasado, en el sector destacan que el principal motor de las ventas no son los mosquitos del presente sino los del futuro. “Teniendo en cuenta el antecedente de que hubo faltantes el año pasado y a inicios de 2024, la demanda se está anticipando y los consumidores buscan abastecerse por demás”, explicó Sebastián Wodka, vicepresidente y gerente general de SC Johnson para el Clúster Sur (Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay). SC Johnson es hoy el líder indiscutido de la categoría con una participación de mercado que supera el 75% y en la que participa con las marcas Off! y Fuyi.
La idea de que ya se largó la temporada de stockeo de repelentes es confirmada por referentes de Algabo, la empresa de capitales nacionales que el año pasado supo aprovechar mejor que cualquier otro jugador los faltantes y quiebres de stocks. “Hace un año teníamos menos del 2% del mercado de repelentes y para esta temporada que se está iniciando esperamos alcanzar un market share del 20%, con más de diez millones de unidades”, explicó Alberto Bollati, fundador y CEO de la firma. A la hora de explicar este crecimiento explosivo, en Algabo destacan que ser una empresa familiar, con menos presupuesto pero más agilidad, les terminó jugando a favor en su competencia contra las multinacionales (en realidad, hoy quedó una sola multi en el negocio, SC Johnson, porque la otra, Unilever, se había retirado del mercado local de repelentes en 2022, en una particular falta de timing).
“A principios de año cuando empezó el pánico de la gente decidimos importar el deet (el componente que es la base para la fabricación de repelente) desde China en avión, a un costo que era el triple que el del barco. Esa decisión solo la pudimos tomar tan rápido porque somos una empresa familiar, con un dueño, y no tuvimos que pasar por las instancias de aprobación de una multi. Y nos sirvió para crecer en otros negocios, porque al tener los repelentes que no había en el mercado pudimos entrar con todas nuestras marcas y productos en los supermercados”, destacaron en la empresa familiar que compite en la categoría con la marca Vais.
En el sector aseguran que este año se encuentran mucho mejor preparados que en la temporada anterior para enfrentar los picos de demanda, no solo porque la avanzada del dengue ya no los tomará por desprevenidos, sino también por la normalización de las importaciones (todo el deet que usa la industria se trae desde Asia). “Nos encontramos sin inconvenientes en cuanto a insumos e importaciones y nuestros proveedores están pudiendo dar respuesta, por lo que estamos pudiendo producir a nuestras máximas capacidades. Y para este año estamos alcanzando cuatro veces más volumen de productos en comparación con 2023″, precisaron en SC Johnson.
“Estamos con muy buena producción y sin problemas de insumos. Hoy estamos entregando sin problema y no creo que falte repelente”, coincidió Walter López, dueño de Queruclor, que compite en el segmento con la marca Aktiol y también está aprovechando la alta demanda de repelentes para ofrecer en las góndolas combos con otros productos de su empresa.
La excepcionalidad de los repelentes, con ventas que suben cuando todo el consumo cae, además está atrayendo a nuevos jugadores. En el último verano, los faltantes explicaron la aparición de marcas más chicas, fabricadas por pymes, que salieron a ocupar los huecos que dejaron las grandes, con nombres más llamativos como Poff, Uffa o Basta Mosquito!.
Sin embargo, ahora en el mercado esperan el arribo de jugadores de más peso y todas las miradas apuntan a Newsan -la empresa fueguina de electrónica que hace unos meses se quedó con el negocio de tocador de Procter & Gamble en la Argentina- y al Grupo Ayudín, la compañía del grupo Apex, con base en Miami, que se alzó con la filial local de Clorox.
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