"Lo toman como un castigo". La opinión de los empresarios sobre la nueva ley de teletrabajo
"Adiós al teletrabajo". Palabras más, palabras menos, esa fue la sensación de los empresarios luego de que se conociera que el Senado aprobó la ley que regula esta modalidad y que, a su juicio, limitaría las posibilidades de implementarla a futuro e incluso podría terminar por retraer algunos beneficios ya existentes.
Entre los puntos que generaron más desaprobación por parte de los empresarios están la reversibilidad, es decir, la condición que permite al teletrabajador pasar a ser un empleado presencial en cualquier momento de la relación y el derecho a la desconexión digital sin flexibilidad horaria, en un momento en que las empresas van hacia un modelo de trabajo por objetivos. Sin embargo, todavía resta que la ley sea reglamentada, proceso en el que se espera que se atemperen algunos de los puntos más cuestionados.
"Básicamente están tratando al teletrabajo como si fuera un castigo y en la mayoría de los casos es un beneficio. Obviamente que el que no quiere o no puede trabajar desde su casa lo hará desde una oficina y listo, pero hay mucha gente que prefiere el teletrabajo", señala Julián Gurfinkiel, cofundador de la agencia de viajes online Turismocity, que tiene a la totalidad de sus empleados trabajando en forma remota por la cuarentena y planea sostener la modalidad en el futuro.
El armado del proyecto incomodó a los empresarios también por una cuestión de "modales": sienten que no fueron escuchados, ni siquiera cuando, luego de la media sanción en Diputados, los convocó la Comisión de Trabajo del Senado. Los representantes del sector privado que participaron de la reunión hablaron, pero nada cambió.
Así lo resume Carolina Castro, de la autopartista Industrias Guidi y dirigente de la Unión Industrial Argentina: "Una pena que en este proceso no se haya materializado el diálogo para buscar acuerdos que estamos todo el tiempo declamando". Para la dirigente industrial, esta ley "no es buena" y, en vez de regularlo para ayudarlo, va a perjudicar el teletrabajo.
"Fue demasiado apresurado para algo que es complejo. El trabajo remoto es un cambio de paradigma y no es algo para tomar a la ligera. En Auth0 venimos perfeccionando eso desde el 2013 y somos 700 personas todos trabajando de forma remota hoy", señala Matías Woloski, cofundador y CTO de la compañía tecnológica considerada el quinto unicornio argentino.
Según Woloski, la ley está orientada a "poner reglas que el empleador tiene que cumplir", cuando la cultura remota justamente es lo contrario: trabajar por objetivos, manejar los horarios propios. "Hubiese estado bueno ver algún incentivo para el empleador que fomente la contratación remota", agrega.
El empresario señaló que Auth0 no dejará de contratar personal bajo esta modalidad por la sanción de la ley, pero sí tendrá en cuenta una nueva carga cada vez que lo haga. "Lo único que hace es agregar más burocracia, requisitos y liabilities", resume.
Por otro lado, Woloski señala que su empresa, y muchas otras de las más pujantes de la Argentina, ya otorgan algunos de los beneficios señalados en la ley, como un presupuesto para equiparse con herramientas de trabajo. "No veo por qué es necesario regular algo así, cuando está en el interés del empleador que el empleado tenga las herramientas de trabajo correctas", dice, y muestra una lista de productos solventados por la empresa que suman un total de US$1930.
Para Gurfinkiel, de Turismocity, hay algunos puntos de la ley que "van a desincentivar a las grande empresas a apostar fuerte al teletrabajo". La posibilidad que le otorga a los empleados de solicitar en cualquier momento y sin previo aviso cambiar la modalidad remota por la presencial implicaría "tener puestos vacíos y preparados por si alguien los requiere, lo que no tiene sentido", explica.
Respecto del "derecho a la desconexión", el empresario lo considera "absurdo" en el marco de empresas en la que los horarios rígidos ya no existen. "Cada vez que un colaborador necesita tomarse la mañana o la tarde por cualquier motivo se lo puede tomar, porque trabajamos por objetivos y no cumpliendo un horario. Ahora si de repente llamo a un colaborador a las 8 PM o un empleados quiere recuperar trabajo atrasado, ¿estamos infringiendo la ley?", refiere.
En el sector empresario aseguran que la ley puede incluso generar una retracción en los planes de expansión de una empresa o en los beneficios que ya existían. Por ejemplo, en Turismocity le permiten a sus empleados que se van de viaje por vacaciones quedarse más tiempo y trabajar desde cualquier punto del mundo. Por ejemplo, tres meses desde Barcelona. "Si voy a tener que pagar una oficina, internet y servicios en Barcelona, no voy a poder seguir dando ese beneficio", dice.
Otro de los grandes reclamos es que se legisló para un teletrabajo que no es el que se está viviendo en este momento, forzado por la cuarentena total. La ley comenzará a regir 90 días después de que termine el aislamiento. "Es una norma que no reconoce la realidad del teletrabajo en la Argentina", dice Luis Galeazzi, CEO de Argencon, la cámara que nuclea a los exportadores de servicios.
"Las empresas de esta cámara trabajan hace más de 10 años, tienen más del 90% de sus funciones en modo teletrabajo y no hemos tenido nunca conflictos laborales por esta causa", asegura Galeazzi. Sostiene que estas firmas utilizan el teletrabajo como una manera de retener talento, ya que los trabajadores mismos demandan más tiempo en casa por los beneficios en costos y mayor armonización con la vida personal, pero que esta norma los limitará y solamente será "fuente de litigios".
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