Tarjetas al rojo vivo. Más cuotas para calentar el consumo
Crece el uso del financiamiento en todos los segmentos; supermercados, electro y construcción son los más buscados
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Inflación e ingresos flacos es una combinación que alimenta el uso de la financiación con tarjetas de crédito junto a otras líneas a la mano de los consumidores, para estirar el presupuesto.
“En términos generales se observa un incremento paulatino del uso del límite de crédito en el consumo con tarjetas, que lo acerca a niveles prepandemia”, evalúa de entrada Santiago Pordelanne, presidente y gerente general de Equifax Argentina, la empresa de big data y análisis del sector financiero. “En promedio -avanza- se utiliza un 30% del límite con una tendencia a la suba, que en parte se explica por la inflación interanual en donde se requirieron más pesos para comprar los mismos bienes”.
Analizando la tendencia del consumo de los últimos meses, Ximena Díaz Alarcón, cofundadora y directora de Contenidos de la consultora Youniversal, remarca que “el pago en cuotas es ya un clásico del shopper argentino, un “saber” que se revive y renueva en cada recesión y que forma parte de la estrategia de compra inteligente, que permite el acceso al consumo en tiempos de inflación e inestabilidad de los precios”
Humberto Panighini, gerente de Medios de Pago del Banco Santander, confirma la tendencia. “En el comportamiento de los usuarios se observa un crecimiento en la financiación como así también en el uso de cuotas”.
En igual línea va Mariano Mancurti, gerente de tarjetas de crédito de HSBC Argentina. “El consumo en cuotas tuvo un leve repunte respecto de 2020 y representa el 45% del total”. Suma un dato importante respecto al comportamiento de los consumidores. “Con relación a la financiación de saldos en resúmenes de tarjetas de crédito, vemos que 65% de los clientes que operaban de esa forma antes de las refinanciaciones regulatorias (del BCRA), volvieron a financiar”.
Desde BBVA, Federico Forte, economista principal del banco, destaca que “el nivel de consumo con tarjetas aumentó en junio y julio tras la caída de abril y mayo, meses en los que hubo cuarentena más estricta, pero en agosto se estabilizaron respecto de julio”.
El dato que miran en el sector es que más allá que el volumen total se mantenga mas o menos estable, lo que tiende a cambiar es la composición de cuánto se financia sobre el saldo y cuánto se paga. Además, y de acuerdo con los datos del BCRA hay un incremento en la mora de los créditos al consumo (personales y tarjetas de crédito) que se sitúa en 4,1% promedio.
“Observamos cambios en relación al comportamiento de los usuarios. Vemos que perfiles que nunca se financiaron con tarjeta de crédito comenzaron a hacerlo durante la pandemia producto de cambios y necesidades coyunturales. La pregunta es si estos cambios en el comportamiento persistirán en el tiempo, o si pasada la singularidad de la situación estos segmentos dejarán de financiarse con este instrumento de crédito”, plantea Pordelanne.
Desde Alprestamo, plataforma de créditos online, su CEO y cofundador, Julián Sanclemente, destaca que la refinanciación se trata de una práctica cada vez más habitual especialmente en la base de la pirámide. “En las tarjetas de crédito que son asignadas a los sectores con baja bancarización los límites de crédito son bajos, lo que hace que en poco tiempo tienen su límite totalmente tomado y eso los obliga a refinanciar sus deudas”.
Nuevas herramientas
El financiamiento del consumo es una herramienta que abarca a todos los segmentos socioeconómicos y a cada uno de ellos los jugadores del sistema financiero llegan con una propuesta diferente: tarjetas de crédito bancarias, tarjetas no bancarias (cadenas de electrodomésticos, tiendas, etc) y más recientemente la “cuotificación” de consumos sin necesidad de plástico y directamente desde las apps y billeteras digitales como Mercado Pago y Ualá.
“La cuotificación funciona de una manera simple y rápida y permite pagar en cuotas gastos que tradicionalmente no era posible como, por ejemplo, el pago de la factura de luz o incluso gastos hechos en moneda extranjera. Se puede cuotificar consumos desde $100 y hasta un máximo de $5000”, dice Joaquín Diz, director de créditos de Ualá.
El espacio para crecer en este mercado es enorme y los cañones apuntan en todos los sentidos y con propuestas diferenciadas. Según el último relevamiento de Equifax en el país hay 13.4 millones de personas en edad activa que aún no son titulares de herramientas de financiación.
“Hay un enorme potencial de inclusión financiera y observamos tanto del lado de los bancos como de las fintech que hay un marcado interés por encontrar indicadores con data alternativa , más allá de la tradicional información crediticia, que permitan evaluar de manera asertiva a las personas sin historial crediticio para poder acercarles ofertas apropiadas para su primer crédito”, detalla Pordelanne.
Diz, de Ualá, confirma el cambio que se empieza a vislumbrar en el mercado crediticio. “En nuestro caso el 65% de las personas que se descargan la app se caracterizan por no haber tenido nunca un producto crediticio formal, es decir, un préstamo o una tarjeta de crédito. Así empiezan a construir su historial crediticio”.
“La Argentina tiene muy bajos niveles de préstamo a las familias sobre PBI. Es cercano al 10% cuando en el resto del continente en promedio ronda el 80%. Con un nivel de estabilidad y confianza mayor al actual, con aumentos de los plazos de los créditos y descenso de las tasas, el mercado está en condiciones de crecer a un ritmo exponencial”, proyecta Sanclemente.
Qué se financia
En cuanto al tipo de compras que los argentinos más están optando por pagar en cuotas haciendo uso, en general, de las ventajas de los planes del gobierno nacional para fomentar el consumo con tasas subsidiadas como el Ahora 12, 18 o el más nuevo Ahora 30, los especialistas consultados coinciden que en supermercados, electrodomésticos, equipamiento y materiales de construcción y refacción para hogar, son los rubros en donde más se utilizan. “El pago en cuotas se transformó en la elección de cabecera a la hora de procurar ganarle a la inflación, especialmente a la hora de cambiar equipamiento del hogar o renovar electrodomésticos”, plantea Ximena Díaz Alarcón, de Contenidos de Youniversal.
“Esto se vio ampliamente incrementado de la mano del programa Ahora 12, especialmente para la compra de electrodomésticos de gran tamaño, la línea blanca, los televisores y las computadoras, aunque implica un desafío de financiación para las marcas”, advierte la ejecutiva.
Lo que viene
Otro tipo de consumos menos básicos, menos esenciales, van calentando motores pero aún no despegan. “Los rubros relacionados a entretenimiento, como turismo y gastronomía, manifiestan una recuperación, pero aún lejos de niveles prepandemia”, advierte en ese sentido Mancurti de HSBC.
Sanclemente, de Alprestamo coincide en que el destino de los fondos se concentra en la compra de bienes durables, artículos para el hogar y refacciones y subraya que también “hay una parte del mercado que utiliza los préstamos para ordenar sus cuentas y cancelar deudas de corto plazo y saldos de tarjetas de crédito”.
“Dentro de los planes Ahora, el de 12 cuotas es el que más usó la gente, seguido por el Ahora 6. Los planes más largos recientemente introducidos (Ahora 24 y Ahora 30) por ahora tienen muy baja participación”, indica Forte de BBVA. En promedio según los datos de los bancos privados entre el 30% y el 40% del total de operaciones en cuotas corresponden a este programa del Gobierno.
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