Talentos de salida. Los mayores errores que cometen los líderes ante una renuncia
Hay que felicitar al que se va y compartir la noticia con el equipo para lograr una transición ordenada
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“¿Estás renunciando? ¡Después de todo lo que hice por vos! ¿Cómo podés hacerme esto?” Mi jefe continuó gritándome durante unos minutos más. Hasta que finalmente pude interrumpirlo y decirle: “Que tengas un buen fin de semana”, y terminé la llamada. Fue una de las peores conversaciones que he tenido en mi carrera.
Este tipo de experiencias es un recordatorio importante para los líderes: siempre hay que responder con amabilidad y respeto cuando alguien presenta su renuncia.
Es un hecho que a pesar a los temores a una crisis o a una recesión, los empleados seguirán renunciando y buscando nuevos horizontes laborales en 2023. Según un informe reciente de LinkedIn, más de la mitad de los empleados en los Estados Unidos, el 61%, están considerando dejar su trabajo en 2023.
Renunciar ya es bastante difícil. Por eso, no hay que repetir los errores más grandes que cometen los líderes cuando alguien les comunica que se va. y lo mejor es aplicar estas tres reglas.
1. Felicitar al que se va
Hay que felicitar a la persona que renuncia y desearle lo mejor. Desafortunadamente, demasiados gerentes pasan por alto este paso simple e importante y dejan que sus emociones se apoderen de la conversación sobre la renuncia.
En mi experiencia personal, una vez, un jefe se deshizo en lágrimas, me gritó durante varios minutos y se negó a aceptar físicamente mi carta de renuncia. Circunstancias como estas no son el momento para responder con ira como lo hizo mi exjefe y tampoco son el momento para dejar en claro que la decisión representa una decepción personal. Por más que muchas veces les cueste entenderlo, estas conversaciones no tratan sobre lo que le pasa al jefe con la renuncia sino sobre el empleado que se está yendo.
La comunicación de una renuncia no es el momento de manipular, interrogar o hacer que alguien se sienta culpable por la elección que ya ha tomado.
Es probable que haya tiempo para tener una conversación adicional sobre por qué se va una persona y una oportunidad para que el área de Recursos Humanos realice una entrevista de salida. En todo caso, hay que asegurarse de usar esa información para arreglar algo que no esté funcionando en la empresa o en el equipo, de manera de evitar que el talento continúe abandonando la organización.
2. Compartir la noticia
A continuación, hay que compartir la noticia de que un miembro del equipo está renunciando. No hay que dejar de informar a toda la organización y se debe evitar que sea LinkedIn el lugar donde todos se enteran de que alguien está dejando el puesto.
Muchas veces los líderes prefieren vivir negando la renuncia de alguien, sin dar el tiempo suficiente para que todos los miembros del equipo procesen la noticia.
No compartir la información de una renuncia también retrasa el proceso de transición sobre cuáles proyectos continuarán y cuáles se frenarán una vez que un empleado puntual deje la organización.
Además, hay que ser considerado con lo que se le pide en las últimas semanas a la persona que se está yendo. Definitivamente no es el momento para pedirles que elaboren el presupuesto del próximo año, comiencen una nueva iniciativa o que escriban la descripción de su trabajo y ayuden a encontrar a su reemplazante. Por el contrario, se trata de un momento para que la persona que se va haga la transición de su trabajo actual, y cualquier tarea adicional que se ofrezca a hacer, depende completamente de su buena voluntad.
3. Celebrar el cambio
Por último, hay que celebrar el cambio de rumbo. Ya sea que la persona que renuncia haya estado en la empresa por un año o por 20, se deben honrar las contribuciones en la organización que haya hecho.
Puede ser un encuentro presencial o virtual, pero hay que invitar a los miembros del equipo para compartir juntos el cambio y poder expresar sus deseos o saludos.
Independientemente de lo que se elija hacer, el objetivo es recordarles que las contribuciones de cada uno en el equipo y la organización son importantes.
Al celebrar a un trabajador que se va, también se deja la puerta abierta. Tal vez algún día la persona termine regresando a la organización. Hay que tener en cuenta que la manera en que son tratadas las personas en las últimas semanas en un trabajo es un dato muy importante. Al felicitar a alguien que anunció su salida, compartir la noticia, hacer la transición del trabajo, y finalmente celebrar el hecho, se puede hacer de una renuncia una experiencia satisfactoria y, en última instancia, dejar un reflejo positivo en la organización.
Las renuncias son un poderoso recordatorio de cómo los líderes deben mostrarse en los momentos que definen la carrera de una persona.
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