“Sólo el 8% de los CEO son mujeres”: las claves para que la mirada femenina tenga más lugar
Ejecutivas de grandes empresas de distintas industrias contaron su experiencia de carrera y ofrecieron consejos para crecer en el mundo corporativo; qué se logró y en qué aspectos faltan avances
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La importancia de tener en cuenta el valor de la mirada femenina es un fenómeno que ha ido creciendo, pero se trata de una realidad en la que no hay que bajar los brazos. “Las cifras muestran que la cantidad de mujeres que ocupan puestos de dirección todavía es muy bajo, en los roles de CEO un 8%, y en directorios alrededor del 18%”, compartió Virginia Gilligan, directora de Comunicaciones y CSE de Bayer para Cono Sur, en el marco del décimo capítulo del evento de “Mujeres Líderes”, organizado por LA NACION.
“Yo creo que se ha avanzado mucho, sobre todo en el doble rol de las mujeres de ser mamá y profesionales”, compartió Alejandra Martínez, responsable de Relaciones Externas y Sostenibilidad de Enel, en diálogo con Ignacio Federico, periodista de LA NACION, y agregó: “Hoy las empresas tratan de tener políticas para conciliar la vida familiar y profesional, pero siempre digo que no competí con las mujeres para llegar a donde estoy hoy, sino que tuve que competir con varones y autoexigirme más que ellos”.
“Por momentos sentía que tenía que masculinizarme, para que mi voz se escuchara más fuerte”, reveló Gilligan y explicó que se encontró con mentores que la animaron a liderar desde un lugar femenino, sin tener que adquirir atributos varoniles.
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“Yo digo que la mía fue una historia de éxito, porque, aunque de joven me preguntaba si tenía que desarrollar habilidades masculinas para trabajar en donde estaba, siempre me protegieron y orientaron mucho en lo que tenía que hacer, y me brindaron herramientas para fomentar mis habilidades soft y académicas”, aseguró Victoria Ibañez Alemán, VP y head de Legales y Asuntos Públicos de Fiserv LATAM.
En ese sentido, todas resaltaron la importancia de haberse rodeado de personas que las guiaron a lo largo de su camino. “Estar cerca de ‘gente del bien’, que te puede asesorar por el sendero correcto, tener valores y una familia que te apoye”, aconsejó Soledad Veiga, gerente senior de Comunicaciones Corporativas de Arcos Dorados.
“Mi vida profesional fue un antes y después de las redes de conexión”, reveló Gilligan y agregó: “Son fuerzas silenciosas que ayudan a visibilizar y a unir deseos y ganas. Creo que el apoyarme en mentores, tener aliadas que podían hacerme un espacio cuando mi voz tenía que sonar más fuerte, darme un consejo cuando me encontraba en encrucijadas, fue una palanca muy importante en mi camino”. Por su parte, Martínez agregó: “Las redes de mujeres sirven para tender puentes y facilitar el camino para las generaciones que vendrán”.
Formar equipos diversos
La diversidad de los equipos, no sólo en cuestiones de géneros, sino en otros ámbitos, habla de una fuente de enriquecimiento constante en las empresas. “Tuve la oportunidad de trabajar con personas de distintos países, de diferentes profesiones, y busqué lo mismo en mi equipo, esa versatilidad y diversidad de pensamiento, que permite que puedas sentarte con alguien de distinto bagaje al tuyo y entables una conversación de igual a igual”, explicó Ibañez Alemán.
“Es un trabajo de construcción que lleva tiempo”, reveló Veiga y detalló que en Arcos Dorados cuentan con un Comité de Diversidad, desde el que trabajan en varios pilares de inclusión, “no sólo género, sino también intergeneracional, de discapacidad, salud y bienestar”. Aclaró que una de las cuestiones más importantes a ese respecto es que “hay que rodearse de organizaciones que sean expertas en la materia”.
“Celebramos que haya una empalmista mujer [para cables de alta tensión] en nuestra compañía, pero en la diversidad no hay que quedarse sólo con cuestiones de género, sino que hay que extenderlo a otros espacios, como generar oficinas preparadas para atender necesidades de cualquier persona neurodivergente”, detalló Martínez.
“Es más cómodo estar con gente que piensa como uno, con la misma formación u opinión, pero la diversidad de perspectiva al final del día hace que lo que gira en torno al ecosistema organizacional impacte más en tu audiencia”, describió Gilligan y habló de tomar siempre decisiones, haciéndose las preguntas que haría una persona que piensa distinto.
Puntos de acción
Aunque se ha avanzado mucho en valorar el aporte de la mujer, las entrevistadas concuerdan en que resta mucho por hacer. Veiga detalla tres ámbitos en los que cree que hay que seguir trabajando: “En primer lugar en la sociedad, para seguir desmantelando estereotipos; luego en lo laboral, para quitar las barreras invisibles, el techo de cristal, los sesgos inconscientes y, por último, creo que las mujeres tenemos que seguir trabajando en fortalecernos a nosotras mismas, derribando esas inseguridades propias, que nos generan limitaciones”.
“Se recorrió mucho, hoy hay mujeres en ámbitos donde antes era impensable verlas, en áreas de investigación, sectores técnicos, pero todavía falta más. Más allá de lo que haga la sociedad y las empresas, somos también nosotras quienes tenemos que decidir tomar las oportunidades y perseguirlas”, compartió Ibañez Alemán.
Martínez resaltó la importancia de tener una mirada agradecida y positiva con lo que ya se logró, “a veces uno se queda con el vaso medio vacío”. “Las cifras muestran que no se puede decir que esto ya pasó, que es retro, hay que seguir visibilizando y construyendo en conjunto”, concluyó Gilligan.
El rol de impulsar los cambios estructurales
En un mundo empresarial en constante transformación, las mujeres asumen roles cada vez más influyentes, enfrentando y superando barreras históricas, impulsando cambios estructurales en industrias que, hasta hace poco, estaban dominadas por hombres, y demostrando que su visión y experiencia enriquecen la toma de decisiones y promueven mejores entornos laborales. Estos fueron algunos de los temas de los que se habló en el panel del que participaron Valentina Solari, directora Comercial de Renault Argentina, María Laura Casadellá, gerenta General de Ventas de Ford, Viviana Novelle, vicepresidenta de Vireyes Agropecuaria S.A. y, Soledad Agüero, directora de Digital y BigData en Movistar Argentina.
Para Solari el camino fue una mezcla de oportunidades y, sobre todo, de pasión. “La industria automotriz era muy masculina cuando empecé. Pero con actitud y resiliencia fui ganando posiciones”, recordó la ejecutiva, que comenzó su carrera como pasante en el Grupo PSA.
Solari comparó su disciplina con el deporte, al recordar su paso por el tenis profesional: “Hay muchas cosas que se asemejan entre el deporte y la gestión de liderazgo: la disciplina, la resiliencia, el trabajo en equipo, el transpirar la camiseta y la tolerancia a la frustración. Los procesos son a menudo una montaña rusa de obstáculos, de emociones, y siempre es importante levantarse y darlo todo, porque ahí aparecen los resultados”.
María Laura Casadellá, gerenta General de Ventas de Ford, también comenzó como pasante en una época en la que las mujeres escaseaban en las plantas automotrices. “No se veían mujeres en los pasillos. Había pocas y eran las asistentes de los directores, no había jóvenes profesionales mujeres”, advirtió y subrayó la importancia del compromiso de abrir caminos para las nuevas generaciones. “La mujer siempre siente que tiene que estar demostrando que está a la altura y que puede cumplir con las expectativas que se le demandan. Nos sentimos obligadas a sobreesforzarnos y no debería ser tan así”, agregó.
Desde la perspectiva de la tecnología, Soledad Agüero, directora de Digital y BigData en Movistar Argentina, habló sobre la importancia de la igualdad de oportunidades y entornos libres de discriminación. “En Telefónica el 32% de las posiciones directivas son ocupadas por mujeres, y fomentamos la equidad salarial y espacios libres de discriminación”, señaló.
Agüero, además, hizo énfasis en la importancia de, desde la posición de liderazgo, dejar una huella en los equipos a través de la difusión de valores. “Una de las mayores satisfacciones es ver crecer a las personas que trabajan con nosotros,” expresó.
Viviana Novelle, vicepresidenta de Vireyes Agropecuaria S.A., destacó la colaboración y transparencia que caracterizan al sector agropecuario. Con la incertidumbre y los riesgos climáticos constantes, Novelle enfatizó que la participación y empatía entre todas las áreas son clave. “Es un grupo muy sólido, donde se interactúa constantemente. La participación y el contar con el otro son fundamentales”, destacó. En cuanto al consejo que daría a las mujeres, resaltó la importancia de la formación continua, especialmente en un sector en el que la interacción y las redes son vitales para enfrentar los desafíos del futuro.
De cara a continuar el camino de la inclusión de la mujer en las esferas profesionales, Casadellá planteó lo siguiente: “Las corporaciones deberían ser un espejo de la sociedad. Si en la población hay 50% de mujeres, en la organización debería haber un 50% de mujeres y en la mesa donde se toman las decisiones debería haber un 50% de mujeres. Solo así podemos asegurarnos de que las decisiones que tomamos son reales. El hombre no sabe cómo piensa, o cómo siente, la mujer. Y la visión y el juicio de valor de la mujer siempre va a enriquecer el diálogo y la toma de decisiones”, ponderó la ejecutiva. El evento también fue una oportunidad para que cada una de estas líderes compartiera consejos que las guiaron en su camino. Solari incentivó a las jóvenes a perseguir sus ambiciones “con pasión y actitud”. “Todo sueño es posible; siempre hay que ir en su búsqueda y no bajar los brazos”, dijo.
Casadellá recomendó armar un plan de marca personal que permita trazar metas claras. “Es importante saber dónde estoy, dónde quiero estar y qué estoy dispuesta a hacer para llegar ahí”, reflexionó.
Para Agüero, la clave es, por un lado, rodearse de personas y equipos diversos, con las que se pueda tener conversaciones útiles para desandar caminos y construir otros; por otro, animarse a tomar pasos a pesar del miedo. “Yo siempre tengo miedo de hacerlo mal, de no estar a la altura, pero tomé la decisión de hacer las cosas igual, apostar a que cada día voy a mejorar y está bien. Muchas veces somos nosotras mismas las que definimos cuáles son las limitaciones”, dijo.
Radiografía de una investigación realizada para LA NACION
En una investigación realizada en exclusiva para LA NACION por la consultora Voices! arrojó que quien debe ocuparse de solucionar la pobreza es, en primer lugar, el Estado Nacional, a través de la creación de más oportunidades laborales. Pero en podio también entran las empresa. En esa sentido, Cecilia Peluso, CEO de Grupo Limpiolux, contó en el encuentro cómo desde su empresa tomaron el guante y construyen “un presente y un futuro más equitativo”.
El estudio mencionado mostró también que tanto las personas de ingresos altos como las de ingresos bajos coinciden en que hay tres factores que impulsan a una persona a salir del a pobreza: acceso a una vivienda digna, a la educación y a un empleo digno. Este último punto lo tiene presente Peluso, quien desde su empresa busca recuperar, reparar y regenerar el tejido social.
Por empezar, la CEO de Grupo Limpiolux dio algunas cifras de la empresa: el 80% de los trabajadores vive en barrios populares, el 60% no terminó el secundario y el 40% es la primera vez que tiene una experiencia con un trabajo formal. A estos datos les agregó algo clave, ya que no solo se trata de cuidar y darle oportunidades a personas de bajos recursos, sino que para la empresa además “es negocio” cuidarlas.
“Muchas son historias de falta de oportunidades, de prejuicios y sesgos que se le ponen a estas personas. Les damos la espalda sin darnos cuenta”, analizó Peluso, y agregó: “Cuando aparece la posibilidad de tener un trabajo formal, esas historias se convierten en proyectos de vida, en la facultad de estar bancarizado, en tener una obra social o en la posibilidad de tener vacaciones”.
En los 30 años que lleva en la empresa familiar, Peluso dice haber conocido muchas historias que materializaron el propósito de generar una sociedad mejor a partir de las oportunidades. En ese sentido, Peluso ejemplificó con el caso de una mujer que no conseguía trabajo por el mero hecho de vivir en un barrio popular.“Muchas veces desde las empresas les preguntamos dónde viven y ellos nos preguntan si el hecho de vivir en un barrio vulnerable puede condicionar el acceso al empleo”, dijo Peluso. A lo que respondió: “En nuestra empresa es todo lo contrario, no es una barrera, sino que es la puerta a una oportunidad de crecimiento laboral y personal”.
“Pertenecer a barrios populares, tener barreras crónicas al empleo, no debería quitar oportunidades. Las empresas no solo tenemos la responsabilidad de generar trabajo, sino también de crear soluciones que puedan desarrollar el autoestima y el orgullo de las personas que integran los equipos”, agregó.
Pelusos desestimó la máxima que dicen que las empresas nacieron sólo para generar ganancias y rentabilidad económica. “Esta es una realidad que duele porque las personas y las organizaciones no vinimos a este mundo a medir el éxito a través de la ganancia que generamos, eso es cortoplacista”, analizó.
Por último, a modo de cierre, la empresaria dejó picando dos preguntas: ¿Qué sueño grande puedo tener? y ¿Cómo podemos desde nuestro lugar y desde nuestros privilegios poner nuestro talento al servicio de la generación de un mundo más equitativo para todos?
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