Segunda ola: las medidas económicas que ya tomó el Gobierno y las que podrían venir
La segunda ola de coronavirus llegó a la Argentina y, con ella, nuevas restricciones que afectan a los bolsillos de la gente. El Gobierno tomó algunas medidas para moderar el impacto en algunos sectores. Un aislamiento más estricto, sin embargo, lo obligaría a analizar la incorporación de medidas que no tenía previstas originalmente.
“En este contexto de segunda ola de contagios, es fundamental continuar tomando medidas para seguir protegiendo la salud de argentinas y argentinos y para seguir protegiendo al trabajo, la producción y los sectores vulnerables”, aseguró la semana pasada el ministro de Economía, Martín Guzmán, antes de que las restricciones de circulación se endurecieran.
Una de las últimas medidas económicas que se dio a conocer el viernes pasado fue el aumento del 50% de los montos del programa de Recuperación Productiva (REPRO II). Luego de una reunión del gabinete económico, se definió que todos aquellos sectores críticos que tengan una pérdida de facturación real mayor al 20% respecto al mismo período de 2019 recibirán un beneficio de hasta $18.000 por trabajador.
“El REPRO siempre compara con un año anterior, pero en este caso y como marzo de 2020 no es un buen mes de comparación por las restricciones que teníamos, decidimos cotejarlo con marzo de 2019”, señaló el ministro de Trabajo, Claudio Moroni. Esta herramienta busca ser el reemplazo del programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP).
Además, en febrero pasado el Gobierno estableció un incremento del 50% para la Tarjeta Alimentar. De esta manera, se fijó un monto de $6000 mensuales para quienes tengan un hijo y la cifra ascendió a $9000 para quienes tengan dos hijos o más.
“La tarjeta está dirigida a madres o padres con hijos e hijas de hasta 6 años de edad que reciben la Asignación Universal por Hijo (AUH). También a embarazadas a partir de los 3 meses que cobran la asignación por embarazo y personas con discapacidad que reciben la AUH, por lo que llega a más de un millón y medio de familias”, recordó el Ministerio de Desarrollo Social, encabezado por Daniel Arroyo, a través de un comunicado.
A esto se le suma el anuncio que realizó ayer el presidente Alberto Fernández, quien definió un refuerzo de $15.000 dirigido a titulares de la Asignación Universal por Hijo, la Asignación Universal por Embarazo (AUE) y asignaciones familiares para monotributistas de las primeras categorías (A y B). Por el momento, la ayuda económica será únicamente por estos 15 días que regirán las medidas de restricción en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
En línea con los consumos en los mercados y almacenes, a fines de marzo la Secretaría de Comercio Interior extendió la vigencia del programa Precios Máximos hasta el 15 de mayo de 2021, inclusive. La medida fija los precios de productos alimenticios, bebidas, artículos de limpieza y de higiene personal.
Además, en esa misma resolución se intimó a las empresas de bienes de consumo masivo a incrementar su producción para “evitar desabastecimientos”. Días más tarde, la secretaría redobló las apuestas y también intimó a las empresas del sector comercial e industrial que “poseen la mayor solvencia económica” a operar al máximo de su capacidad instalada, bajo la amenaza de aplicarles la Ley de Desabastecimiento.
En relación con los jubilados, el Gobierno estableció un subsidio extraordinario por un monto de $1500 que se abonará en los meses de abril y mayo. Esta medida alcanza a los beneficiarios de las prestaciones previsionales del SIP, de la Pensión Universal para el Adulto Mayor, además de las pensiones no contributivas por vejez, invalidez, madres de 7 hijos o hijas o más y demás pensiones no contributivas a cargo de la ANSES.
“Aquellas y aquellos titulares que, por la suma de los haberes de todas sus prestaciones vigentes, perciban un monto equivalente de hasta $30.857,16, el subsidio extraordinario será de $1500 y para quienes, por la suma de todas sus prestaciones vigentes perciban un importe superior al precitado monto, el subsidio extraordinario será igual a la cantidad necesaria hasta alcanzar la suma de $32.357,16”, especificó el Gobierno.
Finalmente, a comienzos de este año el Ejecutivo prorrogó la doble indemnización en el caso de los despidos sin causa así como la prohibición de despidos y suspensiones hasta el 24 de abril de 2021. La medida rige desde diciembre de 2019, razón por la cual se especula que volverá a prorrogarse una vez más. En palabras del Gobierno, “la crisis excepcional requiere la adopción de medidas que continúen asegurando a los trabajadores y a las trabajadoras que esta emergencia no les hará perder sus puestos de trabajo”.
Medidas que están por verse
Aunque todavía están bajo análisis, los colaboradores de Fernández evalúan volver a congelar el precio de los alquileres y prohibir nuevamente los desalojos, medida que había finalizado tan solo 15 días atrás. Según expresó el mandatario anoche, le “preocupa” la situación de los inquilinos, por lo que en los próximos días evaluará los pasos a seguir junto con el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi.
Para los trabajadores autónomos y monotributistas, hasta el momento el Gobierno había descartado que se vuelva a instrumentar el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), ya que hasta la semana pasada las restricciones de circulación eran pocas. Sin embargo, Arroyo había adelantado que si la situación empeoraba se iban a tomar “medidas excepcionales en materia social”.
Para la economista Soledad Pérez Duhalde, directora de operaciones de la consultora ABECEB, este año el Ejecutivo no desplegará los programas ATP e IFE como fue durante el año pasado. “De hecho, en los primeros meses del año pasado el ATP lo cobraban todos, incluso en los directorios de las empresas. Luego de un par de meses, lo fueron ajustando y restringiendo”, recordó.
Por el momento, cabe esperar si efectivamente las restricciones son hasta finales de abril o, como sucedió durante 2020, se prorroga por más tiempo. “Pero algo como el año pasado no creo que ocurra. Hoy no es política, económica ni socialmente viable”, agregó.
Si la segunda ola de coronavirus no es controlada, la economista advirtió que traerá diversas consecuencias económicas que ya se vieron el año pasado. “La principal, es que van a tener que amplificar el gasto pandémico. Eso va a afectar tanto en los fiscal como en lo monetario y va a generar un mayor déficit fiscal al incrementar la asistencia gubernamental a familias y empresas. Por los gastos, tienen que generar una mayor emisión monetaria y eso se va a traducir a mayor nominalidad. Por ahí la inflación no se note durante los cierres, pero inmediatamente después se acelera como lo estamos viendo ahora. Finalmente, se genera una mayor nominalidad, más volatilidad, ampliación de la brecha cambiaria y peores resultados en los indicadores sociales y laborales”, explicó Pérez Duhalde.