Secretos de productividad: las tres claves del liderazgo empático
La forma en que se conduce define el éxito o el fracaso de sus organizaciones
- 4 minutos de lectura'
A medida que continúa evolucionando la forma en que se trabaja, la manera en que se comporta un líder y la empatía que puede generar pasa a ser cada vez más importante a la hora de definir el éxito o el fracaso de una organización y su capacidad para atraer, retener y motivar a los mejores talentos.
Se habla mucho de la empatía como una cualidad de liderazgo, pero se la malinterpreta ampliamente como un enfoque fundamental para impulsar el crecimiento organizacional y navegar por la incertidumbre.
1. El liderazgo empático es un liderazgo proactivo
La empatía a menudo se malinterpreta como una forma de responder o reaccionar en situaciones desafiantes. La empatía es una mentalidad más que un atributo. Cuando se aplica en un entorno de liderazgo, reconoce a la persona en forma holística, tomando encuentra sus fortalezas y aspiraciones, en lugar de considerarlo un empleado definido por el rol que tiene.
La empatía no es una emoción, es una elección. Ser un líder empático no se trata de ser amable o sensible, sino de aprovechar las capacidades innatas de las personas y fomentar su desarrollo. Es la diferencia entre decirles a los empleados cómo resolver un problema y desarrollar personas que puedan diseñar soluciones a su manera.
2. Los líderes empáticos son líderes eficaces
En la misma línea de la errónea idea de que la empatía es una habilidad blanda, se encuentra el concepto de considerar que liderar con empatía no tiene nada que ver con la generación de resultados. La empatía no se trata de un enfoque de laissez faire para gestionar personas. Los líderes empáticos se toman el tiempo para seleccionar un enfoque de gestión que desarrolle de manera óptima a las personas en función de quienes ya son. Y cuando las personas se sienten alineadas con lo que son y lo que quieren, aportan lo mejor de sí mismas al trabajo y se mostrarán de la mejor manera.
El liderazgo empático hace que las personas sean mejores y más eficaces en su trabajo. Un estudio de Catalyst encontró que las personas con gerentes empáticos eran un 34% más innovadoras que aquellas con gerentes menos empáticos; estaban un 43% más comprometidos con su trabajo y eran casi el doble de propensos a sentirse valorados.
3. El liderazgo empático se define por cómo se navega una crisis
Cada líder ha tenido que navegar en tiempos de incertidumbre. Son los momentos desafiantes de incertidumbre donde la empatía es más crítica y cuando las personas son más importantes y pesan más factores como su forma de pensar, su creatividad y, principalmente, su energía y deseo de sacar adelante y construir soluciones.
Con demasiada frecuencia, los líderes planifican para el mejor de los escenarios y reaccionan en el peor de los casos. Esto es lo opuesto a lo que Erika James y Lynn Perry Wooten, autores del libro The Prepared Leader: Emerge from Any Crisis More Resilient Than Before, llaman el “liderazgo preparado”, al que definen como “la creencia de que incluso en tiempos de crisis, las personas y las organizaciones pueden emerger más resilientes, más fuertes y mejores de lo que eran antes”.
El liderazgo preparado requiere que las personas dentro de la organización lo acompañen en el viaje, incluso cuando sea accidentado. Los líderes más efectivos mantienen una presencia tranquila y constante durante tiempos de crisis porque han desarrollado talentos dentro de su organización que quieren apoyar a su líder y están equipados y capacitados para enfrentar los desafíos que se avecinan.
En última instancia, liderar con empatía requiere hacer que las personas se sientan escuchadas y valoradas. Los líderes inteligentes saben que no tienen todas las respuestas y, en cambio, se rodean de diferentes perspectivas que les permiten tomar decisiones informadas. Piden a las personas su perspectiva y consideran activamente sus aportes a la hora de tomar decisiones.
Otra tarea inteligente es reemplazar las estrategias de retención por estrategias de empoderamiento. Las primeras a menudo se enfocan en soluciones limitadas y a corto plazo para “evitar” que las personas se vayan en lugar de trazar una hoja de ruta de oportunidades de crecimiento personal y profesional más amplias para que las personas prosperen en sus propios términos. Se debe comenzar por comprender las fortalezas, los desafíos y las aspiraciones de cada individuo y diseñar un plan personalizado con objetivos claros que los gerentes puedan implementar y ejecutar sin problemas.
Por último, hay que tener en cuenta que la crisis y el fracaso son inevitables. El liderazgo empático debe seguir siendo la constante aún en tiempos difíciles. Es más probable que las personas apoyen al líder que trajo calma y resolución en un momento de crisis que a uno autoritario que logró el éxito a expensas de su gente.
Otras noticias de Comunidad de Negocios
Más leídas de Negocios
La batalla de los semiconductores. TSMC camina por la cuerda floja de la geopolítica
Secretos de productividad. ¿Todos tenemos que ser influencers?
Editora ejecutiva del Pulitzer Center. Marina Walker Guevara: “Las audiencias valoran el periodismo de investigación y la vigilancia del poder”
El costo de la duda. Las deepfakes ponen a prueba la confianza del consumidor