Se vende Simon & Schuster. Avanza la concentración en el mercado global del libro
En los momentos previos al día de Acción de Gracias aparecieron dos contendientes principales para quedarse con Simon & Schuster, el quinto mayor editor de libros en inglés, propiedad de ViacomCBS. El 25 de noviembre Bertelsmann se impuso. Con una oferta de US$2200 millones la empresa alemana madre de Penguin Random House, el mayor editor por un margen "tolstoiano", superó la oferta de News Corp, el grupo de medios de Rupert Murdoch, cuyo catálogo contiene HarperCollins, que ocupa el tercer lugar.
Una fusión con Simon & Schuster le dará a Penguin Random House casi un tercio de las ventas de libros en inglés. Eso es más del doble de la participación en el mercado de su rival más cercano, Hachette Livre, propiedad de Lagardère, un conglomerado francés que arrastra algunos problemas. (Vivendi, un grupo francés que es el mayor accionista de Lagardère, también entró brevemente en la puja por Simon & Schuster). Y solo en los Estados Unidos el el grupo controlaría el 70% del mercado de ficción literaria.
Preocupación
A los autores y sus agentes les preocupa que un gigante puede volverse aún más dominante en la distribución y que la concentración del mercado podría llevar a que se ponga demasiado la mira en best sellers como las memorias de Michelle Obama de su tiempo como primera dama de Estados Unidos (que fue publicada por una subsidiaria de Penguin Random House) a expensas de títulos de nicho no menos valiosos. Robert Thomson, el líder de News Corp, está seguro por su parte, que el negocio de Bertelsmann alertará a los funcionarios antimonopolios.
Hace solo unos meses el Departamento de Justicia de Estados Unidos frustró una fusión de Cengage y McGraw-Hill, dos editores de libros educativos. Cualquier demora sería una mala noticia para Viacomcbs, que necesita urgentemente del dinero para inversiones en streaming de vídeo, donde está a la zaga de rivales como Netflix, Disney o AT&T, un gigante de las telecomunicaciones que es dueño de HBO.
Thomas Rabe, el número uno de Bertelsmann, dice que confía en que los entes reguladores de Estados Unidos y otros países darán su bendición. Rara vez bloquean las fusiones que sólo reducen la cantidad de grandes jugadores de cinco a cuatro. La última gran unión, la absorción de Penguin por Bertelsmann en 2013, no cayó mal a los guardianes anti monopólico.
Lo que es más, los cinco líderes en los últimos años han perdido participación en el mercado frente a rivales más pequeños, por no mencionar a Amazon, que en estos tiempos no sólo vende libros (además de casi todo lo demás) sino que también los publica.
Eso deja abierta la cuestión de si el negocio es bueno para Bertelsmann. El precio fue más elevado de lo que esperaba Viacomcbs. El Covid-19 inicialmente perjudicó las ventas de libros, al igual que sucedió con otros gastos discrecionales. "Las primeras cinco semanas [de la pandemia] fueron muy duras", admite Brian Murray, CEO de HarperCollins.
Pero con sus alacenas llenas, los personas en cuarentena se volcaron cada vez más a la ficción en busca de escapismo y edificación. "La gente siempre predice la declinación de la edición de libros, pero en realidad se ha mostrado muy resiliente", dice David Steinberger, CEO de Arcadia Publishing, editora de libros de historia.
Segundo golpe
Hacerse de Simon & Schuster es el segundo golpe de Bertelsmann en el espacio de una semana. El 17 de noviembre lectores estadounidenses y canadienses alcanzaron un récord en cuanto a ventas en el primer día, quedándose con 890,000 copias de las nuevas memorias del expresidente Barak Obama, también publicada por una subsidiaria de Penguin Random House.
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