Se fusionan dos estudios penalistas para reforzar sus servicios
El Estudio Durrieu, liderado por el penalista Roberto Durrieu, se unió con su colega Marcelo Peña, de La Plata, para expandir su área geográfica de acción; apuntan a ganar espacio en el asesoramiento de compliance a las empresas
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Los estudios de abogados penalistas también se adaptan a los tiempos y despliegan sus estrategias para competir en el mercado con otras herramientas. El estudio Durrieu, liderado por el abogado penalista Roberto Durrieu, anunció su fusión con la firma presidida por su colega Marcelo Peña, con sede y actividad principal en La Plata, para desplegar un nuevo abanico de servicios que pondrá el foco central en el asesoramiento penal tradicional y el compliance (las normas de cumplimiento que siguen las empresas para prevenir delitos), junto con derecho penal internacional.
“El que no innove en derecho penal tradicional se va a quedar en una tercera categoría, solo recibiendo casos como parte defensora”, señaló Durrieu al explicar el motivo que llevó a su firma a impulsar la fusión. “Hace tiempo vengo analizando cómo se están moviendo los estudios penales en Estados Unidos y los principales países. Con la globalización, el mundo del compliance, las investigaciones internas y los nuevos delitos financieros y de fraude llevaron a los estudios grandes (los de asesoramiento empresario) a incorporar a los penalistas como área”, explicó el abogado. En simultáneo, los propios estudios penalistas en esos países sumaron nuevos servicios, como el asesoramiento en normas de compliance, y ampliaron su alcance geográfico.
“Sobre la base de lo que ya hacemos, derecho penal y penal económico, vamos a agregar dos grandes troncos: compliance y derecho internacional. Al sumar la oficina de La Plata nos transformamos en el estudio penal más importante dentro del nicho en estos tres rubros”, aseguró Durrieu.
El objetivo de la fusión, desde el punto de vista del compliance, es ofrecer el servicio de asesoramiento a empresas con la visión de un penalista, remarcaron. “Lo podemos abordar con mucho más realismo. Hay muchos casos en los que las empresas arman un manual, pero es solo una fachada”, dijo Durrieu y agregó: “Al saber de derecho penal, sabemos de compliance. Es como un abogado que hace litigios y se pone a hacer contratos, conoce las dos consecuencias de la realidad jurídica, la preventiva y lo que pasa cuando hay un problema con ese contrato”.
Peña reforzó el concepto al señalar que “las consecuencias de una imputación o una investigación penal contra una empresa se pueden prevenir con una correcta preparación (de los procedimientos de compliance). Es lo que le puede evitar el día de mañana una sorpresa a un empresario, como una orden de allanamiento”.
En el campo del compliance, el estudio saldrá a competir con las grandes firmas de abogados “full service” –muchas de las cuales sumaron la rama penal en los últimos años- y las propias empresas de consultoría y auditoría –como las big four y otras- que también brindan ese servicio.
Con la integración de ambas firmas, los penalistas sumarán 15 especialistas en el equipo en total. Entre el tipo de casos que llevan hoy, están abocados a investigaciones de fraudes, recupero de activos (por una suma que ronda los US$500 millones, calculó Durrieu) y ciberdelitos, además de asuntos de derecho internacional.