Walmart. Por qué la cadena de supermercados más grande del mundo se va de la Argentina
Después de más de 25 años de operaciones en la Argentina, Walmart anunció oficialmente su salida de la Argentina. La cadena que había desembarcado en Avellaneda en 1995 con un plan para convertirse en el jugador número uno del país y la región, terminó vendiéndole sus 92 supermercados a un empresario local que, paradojas de la vida, en los ‘90 había rechazado una oferta de compra por parte de Walmart.
A la hora de explicar la venta al empresario local Francisco de Narvaéz y la salida de Walmart del país no hay una única razón y se conjugan factores, como un plan de desinversión internacional, la pandemia y el clima de negocios local.
La idea de que no se trata de un problema exclusivo de la Argentina se sustenta en un par de datos concretos. Hace dos años, Walmart le vendió el control de sus operaciones en Brasil al fondo de inversión Advent y ahora, hace apenas unas semanas, concretó su retirada del mercado inglés.
Las ventas de las filiales argentina e inglesa siempre corrieron en paralelo y se explican por la decisión de Walmart de concentrarse en el mercado de Estados Unidos.
La pandemia por su parte terminó de convencer a la casa matriz de Walmart, en Bentonville, Arkansas, de la necesidad de acelerar el proceso de reconversión digital, potenciando su canal de e-commerce y abandonando los mercados considerados no estratégicos, como la Argentina. Sin embargo, dentro de estos planes de desinversión no figuran otros países de la región como Chile y Colombia.
Sin negocio
A la lista de factores además hay que sumar los problemas que arrastra el mercado argentino y que no son nuevos, pero se profundizaron en los últimos meses.
Walmart, al igual que la mayoría de las cadenas de supermercados, se quejan de que su negocio en la Argentina es cada vez más chico y que sus márgenes operativos están muy afectados por la combinación de precios congelados y costos en ascenso.
"Hoy, el mayor problema de la Argentina es que es casi imposible ganar plata. En el caso puntual de los supermercados hay una regla que dice que cuando el costo laboral llega a los dos dígitos, una operación no es rentable. Históricamente, en la Argentina el costo laboral representaba el 6% o 7% de las ventas, y hoy supera el 15%", explicó a LA NACION una fuente de otra cadena de supermercados que competía con Walmart y ahora deberá vérselas con De Narváez.
Falta de inversiones
En el sector privado explican que la reducción del mercado no es un proceso nuevo, aunque destacan que la caída se aceleró en los últimos años. El récord de inversión extranjera en la Argentina se logró en 1999, cuando se alcanzó un récord de US$25.000 millones, con más de 300 operaciones de fusiones y adquisiciones. A partir de ese momento, la inversión viene cayendo en forma sostenida todos los años, con algunos pocos repuntes muy puntuales. En 2020 se llevan menos de 30 transacciones concretadas y con suerte se llegará a 50 o 60 operaciones, pero lo más grave es que el número es impulsado por las empresas extranjeras que se están yendo del país.
En este contexto de salidas de multinacionales, el caso de Walmart no es uno más. En la Argentina la empresa tiene más de 9000 empleados trabajando en sus 92 locales, con una operación a nivel nacional (está presente en 21 provincias y la ciudad de Buenos Aires).
En términos simbólicos tampoco es una compañía más que se va del país. A nivel mundial se trata de la cadena de supermercados más grande del mundo, con ventas por US$524.000 millones y más de 11.500 sucursales distribuidas en 27 países. Y hasta la irrupción de las grandes tecnológicas como Amazon o Google, encabezó los rankings de las mayores corporaciones del planeta.
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