Renta pasiva: cómo armar una cartera de inversión para darle un plus al bolsillo
Las estrategias para reunir el capital necesario y para generar rendimientos con los ahorros que están debajo el colchón; las opciones para cada perfil
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Sacar un extra para el bolsillo. ¿Quién no se anota en ese plan? Sea para en épocas de vacas flacas, llegar con algo de aire a tomar unas vacaciones, darle una lavada de cara a la casa o hacerle ese arreglo postergado que necesita el auto. O, mirando más a largo plazo, que ese “plus” sea el que cierre el gap entre el dinero que efectivamente se necesita para vivir cómodamente y la jubilación.
Suena prometedor y se alcanza con solo dos palabras (renta pasiva) y un par de clics. Claro que es condición imprescindible contar con la “materia prima”. Un capital base sobre el cual obtener ingresos periódicos. No se trata de magia, se trata de estrategia. Y hay dos hipótesis posibles, pero una misma línea de acción:
-Alternativa A: capital ocioso, bajo el colchón o en la caja de seguridad, que cada US$10.000 podría generar unos US$1000/1200 al año, pero que sin invertir no genera nada e incluso pierde lentamente poder de compra producto de la inflación en dólares.
- Alternativa B: no hay capital aún, pero sí resuena (y mucho) la necesidad de generar mejores condiciones a futuro.
Los primero es entender el contexto y determinar dónde estamos parados, si en A o en B. “Si buscamos invertir nuestros ahorros y que generen una rentabilidad de la cual podamos vivir en el futuro, lo ideal es hacerlo en dólares y que la renta se genere también en esa moneda”: esta es la primera recomendación del asesor Walter Saqueta Melo, y enseguida suma el factor tiempo: generar ese capital no lleva seis meses o un año, sino de 10 a 20 años, o más.
Lo pone claro con un ejemplo: “Si tenemos US$10.000 y no lo invertimos, en 20 años seguiremos con US$10.000. Sin embargo, ese dinero invertido a una tasa del 8% anual se transforma en US$46.600 en el mismo período”. Si se está arrancando deja claro cómo lograrlo: “Un ahorro de US$100 por mes, por más que parezca poco, son US$1200 anuales, que invertidos al 8% anual, al cabo de 20 años se transformarán en US$60.500. Ese capital ya generará US$4840 de intereses anuales o US$403 por mes. El equivalente a $484.000 aproximadamente”.
Los resultados se obtienen de la “magia del interés compuesto” como figura en los libros de finanzas, que, a decir verdad, tiene más de esfuerzo, hábito y perseverancia, que de magia. Juan Bialet, gerente de Finanzas Personales de Grupo SBS, arma la estrategia para generar renta periódica con bonos emitidos por empresas: “Las obligaciones negociables (ON) son una excelente alternativa para obtener rentas en dólares con bajo riesgo y poca volatilidad que sirvan para complementar los ingresos”.
“En una cartera diversificada, se puede obtener un rendimiento del 8% anual en dólares, superior a lo que un inversor podría lograr por el alquiler de una propiedad, con la gran ventaja de contar con liquidez total y sin tener que ocuparse del mismo”, explica Bialet.
Exactamente al mismo punto va Nicolás Sibecas, cofundador de Inversiones Andinas. “Muchos clientes en este último tiempo se volcaron a armar carteras de renta fija dolarizadas a través del mercado de capitales, especialmente valiéndose de ON que, por la baja en la rentabilidad de los alquileres, resultaron un reemplazo a la inversión inmobiliaria en la preferencia de los argentinos”, explica.
Cartera pagadora
“Pensando en una cartera a largo plazo, para un perfil defensivo-moderado, que le guste recibir cupones de renta y amortización frecuentemente, pensamos en una alternativa diversificada en ON y el Bopreal emitido bajo la actual administración”, explica Guido Nigra, asesor financiero y sales trader private wealth en Balanz para ir yendo a lo concreto.
Pone sobre la mesa una selección de activos para tener un calendario completo, con pagos de renta y/o amortización todos los meses en dólares. El mix incluye ON de YPF, de Edeno, de Pan American Energy, Aeropuertos Argentina, Loma Negra y MSU Energy, y también Bopreal.
Claro que cada inversor debe identificar el riesgo de los activos que incorpora a su cartera para determinar si se siente cómodo o prefiere algo más conservador. La regla es siempre igual: más riesgo, más retorno. Más conservador, menor renta.
“En nuestra cartera sugerida incluimos: YPF 2026, Pampa 2026 y Aluar 2028″, enumera Bialet. Didáctico, Sibecas comparte una cartera con la cual obtener renta mensual invirtiendo en ON y títulos públicos argentinos. Se trata de una inversión para un perfil que acepta los riesgos de estar posicionado en bonos soberanos a cambio de una mayor rentabilidad.
Bajo el supuesto de una inversión de poco más de US$10.000 –aunque en todos los activos mencionados se puede invertir desde un nominal–, el rendimiento rozará el 15% anual y, puntualmente, todos los meses el inversor recibirá una renta promedio de entre US$70 y US$100, más amortizaciones de capital que se suman algunos meses.
Esta cartera tiene ON de Celulosa y de YPF (serie con vencimiento en 2029 y 2033), también bonos Global 2035 y Bopreal 2027. “Lo importante –remarca el analista de Inversiones Andinas– es que, dentro del menú de instrumentos, se puede armar una cartera personalizada para cada inversor de acuerdo con su perfil de riesgo y necesidades de liquidez”.
Nigra pasa en limpio las ON que pagarían al inversor en los próximos meses, dentro de un calendario anual que contempla recibir algún pago cada 30 días. “En junio, MSU Energy, bajo el ticker RUC7O, tiene pago de intereses de un bono que emitió al 7,50% con vencimiento en 2025. Es un bono bullet que abona el 21 de junio de 2024 el 4,19%, y el próximo pago es en enero, cuando finalmente vence el crédito y abona el cupón de 4,21% más el capital total”, dice.
Para julio su almanaque marca cupón de YPF (YCA6O) emitido al 8,5% Ley Nueva York. “Paga el 28 de julio de este año, nuevamente abona en enero de 2025 y vence durante julio de ese año. Con este crédito, se cobra dos veces en julio y una vez en enero de 2025″, explica Nigra.
Esta claro que hay estrategias y mix para todos los perfiles; y lo interesante es que, con las obligaciones negociables y los bonos activos de renta fija, se puede saber qué monto se cobrará en cada fecha desde el momento de realizar la inversión en adelante, “por eso es muy utilizado por clientes durante su etapa laboral para generar una renta extra que les permita viajar, ahorrar para la compra de algún bien durable, o incluso para su jubilación”, dice Sibecas
La clave, como remarca Saqueta Melo, es tener ganas de empezar a construir un patrimonio, ahorrando lo que cada uno pueda, sean US$50, US$100 o US$300 por mes. “Una vez que estamos decididos, tenemos que buscar esas alternativas de inversión que harán que el dinero se multiplique de a poquito en los primeros años y más rápidamente en los siguientes”.
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