Regalos. Sin preverlo, sus negocios fueron potenciados por la crisis
Hace cuatro meses que la compra de regalos es totalmente distinta a lo que solía ser. La cuarentena alejó a todas las personas de sus negocios y shoppings preferidos. Las dejó sin la oportunidad de poder probarse ropa en el cambiador, sin oler las flores del ramo y sin probar cosas dulces para encargar y regalar.
La gente quedó atada a elegir entre a las opciones de regalos que da internet. "Es comprar a ciegas y confiar plenamente en que el regalo es lindo y va a llegar a tiempo", explicó Delfina Detry, co-fundadora de Rabbit Boxes, como la cuarentena cambió la modalidad de regalar.
Durante marzo y abril no tenían habilitado trabajar. Pero desde el primer día que volvieron hasta ahora llevan ganados 11 millones de pesos. La cuarentena potenció su negocio e hizo que su trabajo se multiplicará.
Desde marzo que los cumpleaños, aniversarios y festejos son distintos. La compra y entrega de regalos también es diferente. "La gente quiere estar más cerca que nunca. Yo creo que el que antes dudaba en regalar, ahora lo hace con un pequeño gesto", explicó Luz Fernández Durañona. Ella es fundadora de Lambaré Ambientaciones y por la cuarentena arrancó a armar ramos de flores secas. Todas sus ventas fueron encargos para cumpleaños y aniversarios.
Pani, conocido por sus ágapes dulces, armó en cuarentena una caja especial para los regalos. Ellos siempre tuvieron el objetivo de crear "Pani en casa", pero con la incorporación de las cajas para regalar esta idea se potenció. "Recuperamos las ventas en un 80%. Nuestro panorama sería muy oscuro sin estas cajas", aseguró Leandro Rzezak, uno de los socios del restaurante.
"Vimos cómo la gente quería nuestras tortas para regalo", explicó. Desde la empresa trabajan para replicar la experiencia de Pani en cada producto que venden. "Nuestro slogan es: Felicidad a través de momentos deliciosos. Es lo que queremos transmitir. Desde nuestros sabores únicos hasta el packaging", aseguró que lo que ofrecen es una experiencia completa.
Los clientes pueden elegir que productos de Pani regalar. Desde tortas enteras, almuerzos para una persona hasta un desayuno con una variedad amplia de comida. Las cajas cuestan entre $1200 y $2200, mientras que las tortas se venden a $1200, las más sencillas, y entre $2200 y $3200, las tortas típicas del lugar. En el caso de las porciones de torta, alfajores y scons los precios rondan entre los $300 y $600.
Llevan vendidas 20.000 cajas y muchos de sus clientes encargaron más de una vez. "Es una solución confiable y linda para aquellos que quieren estar presentes en el festejo de otra persona", dijo. El que compra solo debe elegir lo que quiere, aclarar la dirección y definir fecha y hora de entrega. Pani asegura el resto.
"Estamos viendo un auge de pedidos; la gente quiere un producto diferente", comentó Sofía Alvarez Noblia, co-fundadora de Liwu Studio. Ella aseguró que todo lo que ofrecen puede regalarse de una manera única y personalizada. "Eso es lo que le gusta a nuestros clientes; Además les brindamos una solución rápida sin que se pierda el valor en el detalle y cuidado", contó.
Caja de sorpresas
"Lo que nos diferencia de los paquetes tradicionales de envío es que cuando una caja nuestra llega a destino, la persona que la recibe no tiene idea de lo que hay dentro", explicó Belén Martínez Christensen, co-fundadora de Rabbit Boxes. El emprendimiento tiene casi tres años, pero las dos socias aseguraron que la cuarentena las hizo populares.
Cada cliente puede elegir que quiere regalar: desde botellas de alcohol y cuchillos hasta velas y pantuflas. Los precios pueden variar entre $2500 y $20.000. Hay cajas preestablecidas, pero también uno puede armarla como guste, adaptándola también a su presupuesto.
"Cada regalo es especial, distinto y único", aseguró Detry. Ellas brindan un servicio integral y tienen un seguimiento personalizado de cada rabbit box. "Los clientes compran y se desentienden del tema", explicó Martínez Christensen como sus clientes confían en sus productos.
Guadalupe García Villanueva y Martina Grondona crearon Artesana durante la cuarentena. Ambas tuvieron la idea de crear un emprendimiento que unifique distintas marcas de artesanías. "Todo lo que vendemos son cosas hechas a mano y lo que buscamos es que los clientes puedan elegir una mezcla de todas ellas", explicó Grondona como su idea se asemeja a lo que es una feria de artesanías. "Tratamos de revivir emprendimientos que estaban estancados por el distanciamiento social" -dijo García Villanueva-. Todo lo que hacemos da mucho amor y calidez al regalo". Ellas se empeñan en la presentación de las cajas, hacen dedicatorias personalizadas e imprimen fotos para decorar. "Este tiempo hizo que la gente pida mucho eso, que los regalos tengan la calidez como si lo hubiesen hecho ellos con sus propias manos", finalizó.
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