Rappi: los planes de expansión de la app colombiana y la polémica por los repartidores
La pandemia de Covid-19 aceleró el crecimiento de las aplicaciones de delivery, y los ciclistas con mochilas de colores se adueñaron de las calles. La colombiana Rappi, presente en la Argentina desde 2018, duplicó su número de repartidores, para llegar a 20.000 a fines de octubre, e incorporó más de 3500 comercios en su aplicación.
En ese contexto, se consolidó la competencia con la uruguaya Pedidos Ya (es propiedad de la alemana Delivery Hero), líder local, en un mercado cada vez más concentrado, tras la salida de Glovo, absorbida por Pedidos Ya, y la desactivación de Uber Eats, la unidad de reparto de comida de la firma estadounidense, que discontinuó su servicio en la Argentina y otros países de la región.
Según Matías Casoy, country manager de Rappi en el país, dijo que la Argentina es el tercer mercado de la región para la empresa (detrás de Colombia y México), y que cuentan localmente con el segundo principal centro de desarrollo. "Hoy somos 450 empleados en el país, 45% dedicados a la operación diaria y un 55%, enfocados en tecnología para toda América Latina", dijo el ejecutivo, que no contempla en su cuenta de trabajadores a los ‘rappitenderos', a quienes califica como "usuarios repartidores".
Según Casoy, los planes de negocio de la compañía en el país apuntan a la expansión tanto en rubros, como el proyectado segmento para viajes y turismo, como en localidades. "Desde que lanzamos Rappi en el país, el ritmo de crecimiento mensual promedio es de entre el 15% y el 20%, y esperamos mantenerlo en 2021", dice el ejecutivo. La empresa, que hoy activó formalmente su servicio en Mendoza, también plantea que tiene abiertos 150 puestos de ingenieros y desarrolladores para cubrir el año que viene.
-¿Cómo creció el negocio en pandemia?
-Rappi en la Argentina es relativamente nueva. Estamos cerrando el tercer año, y el ritmo de crecimiento, antes de la pandemia, ya era grande. En los últimos meses hubo una suba en la demanda de órdenes, y es valioso que además muchas pymes y restaurantes pudieron sostener empleo y seguir generando ventas con la plataforma. Vimos un incremento en la demanda específicamente centrada en lo que el común de la gente buscaba comprar, que era supermercados, farmacias, que crecieron 3,5 veces las órdenes post-pandemia, y restaurantes, que se duplicaron. Cuando comparamos cómo estamos terminando el último trimestre de este año con el último de 2019, estamos más que triplicando las ventas. Hubo 3500 comercios que se sumaron a Rappi.
-¿En qué segmentos de usuarios?
-Nos pasó que hubo una cantidad de usuarios que nunca habían probado el servicio porque quizás no se animaban a hacer la compra del mes del supermercado a través de una app, les parecía muy lejano comprar $5000 en el súper y estar acostumbrados a ir a la tienda, y en la pandemia fue la primera vez en que probaron la experiencia, que es disruptiva y en vez de tardar siete días, tenés la entrega en 2 horas en tu casa.
-¿Cuántos usuarios tienen hoy en el país?
-Consideramos dos clases de usuarios. Los que compran, que ya son más de 4 millones si medimos en descargas. Y después están los usuarios repartidores, que se conectan y desconectan y generan ingresos a través de los pedidos. En octubre, último mes cerrado, son 20.000 los repartidores que hicieron al menos un pedido. En pandemia, ese número se duplicó. Y queda claro para nosotros que muchos ven en esta herramienta una oportunidad de generar ingresos. Hicimos una encuesta con la consultora Quiddity y encontramos que el 80% valora la libertad que ofrece la plataforma, y que el 60% decía que combinan su trabajo de repartir con otra actividad, como otro trabajo o estudiar.
-¿Cuántos empleados tiene hoy la empresa en el país?
-Somos alrededor de 450 personas. El 45% dedicado a la operación local y un 55% son desarrolladores e ingenieros enfocados en tecnología para toda América Latina. Cuando abrió Rappi en Argentina, en febrero de 2018, éramos apenas cinco personas en una oficina en Villa Crespo y en ese momento el centro de desarrolladores estaba casi en su totalidad en Bogotá. Ahora estamos en nueve países y en ese proceso encontramos un talento espectacular en el país. En un abrir y cerrar de ojos había 50 desarrolladores en la nómina local, y hoy es el segundo país con más cantidad después de Colombia. Siempre decimos que somos una app latinoamericana hecha por latinoamericanos, con tecnología de punta que no tiene nada que envidiarle a las de Europa o Norteamérica. Hoy el equipo está en crecimiento permanente y si miramos a 2021, tenemos 150 posiciones abiertas para cubrir en el país. Los inversores que acompañan saben y están comprometidos a destinar gran parte de los recursos en ingenieros, que es lo que se lleva la parte importante del head count.
-¿Cambió su dinámica con la pandemia?
-Hasta antes de este nuevo contexto teníamos dos oficinas, pero aprendimos un poco forzados por la pandemia a trabajar remoto y definimos que para siempre se pueda trabajar desde donde cada uno quiera. La oficina va a ser un lugar de encuentro, para venir cuando queramos o por un objetivo común. Estamos refaccionando los espacios, sacando las mesas largas donde veníamos a sentarnos y pasar tiempo y armando más salas de reunión y espacios compartidos.
-¿Cuáles fueron los rubros más demandados? ¿Qué planes de expansión tienen?
-Nuestra misión es conectar usuarios con sus compras cotidianas. No es una app de delivery tradicional de pizza y empanadas. Tenemos una concepción más amplia de ser una superapp, donde se puede pedir comida, hacer la compra del súper o la farmacia o enviar algo de un lugar a otro con la mensajería. Lanzamos una sección ‘live events’ para poder ver bandas en vivo, clases de cocina, coctelería o gimnasia, y sin duda cuando uno piensa en desafíos, el plan es ver verticales nuevos para sumar electrónica, elementos de cocina o viajes y turismo. Nos encantaría concretar el proyecto de Rappi Travel, pero obviamente que ahora estamos abocados con el foco en desarrollar nuevos barrios y ciudades.
-Hoy activaron el servicio en Mendoza. ¿Cuál es el plan?
-Es un hito clave, lo venimos persiguiendo desde que lanzamos a principios de 2018. Es una de las grandes ciudades donde sí o sí queremos estar. En días de prueba superamos 35.000 descargas, más de 1000 repartidores inscriptos y 100 comercios registrados. Es una ciudad con una impronta gastronómica y turística fuerte. Vemos que 2021 tiene que ser un año de profunda expansión, no solo en el Gran Buenos aires sino también en otros centros urbanos.
-Se apagó Uber Eats, Pedidos Ya absorbió Glovo. ¿Cómo ven el mercado?
-Hay una idea instalada de que hay lugar para dos o tres. Para nosotros, América Latina es nuestra casa y la obsesión es ser número uno. Lo somos en la región. Y nuestra estrategia es esa propuesta de valor, no hay otra opción que desarrollarnos acá. Esa es la gran diferencia. Después, hay una cierta cuestión natural a la consolidación.
-¿Cuál es su visión sobre el marco laboral de los repartidores?
-Hoy no hay ningún marco regulatorio ni conversaciones al respecto. Como comenté, la encuesta nuestra marca que el 80% de los repartidores valora la libertad que tienen. Eventualmente, cuando tengamos diálogos o conversaciones, lo más importante es que se tenga en cuenta la verdadera naturaleza de la industria. Y que no se trata de cuidar a las empresas, sino a decenas de miles de repartidores y comercios locales. Eso es lo que está en juego con las regulaciones. Nosotros estamos abiertos y disponibles para colaborar y explicar nuestro modelo.