Preocupación e incertidumbre: cómo afecta la suba de tarifas en los comercios
El Gobierno adelantó que los comercios empezarán a pagar la tarifa plena de energía eléctrica, pero que no enfrentarán incrementos en gas; el agua aumentará 2,5 veces más
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La falta de precisiones sobre cómo impactará el ajuste de tarifas sobre las pequeñas y medianas empresas (pymes) generó incertidumbre entre los comerciantes. Desde que el Gobierno anunció la quita de subsidios, el martes pasado al mediodía, el teléfono de las principales cámaras empresariales del país rebalsó de consultas sobre qué impacto tendrá la medida del otro lado del mostrador.
“Estoy atendiendo un consultorio psiquiátrico a esta altura. Un tema grave que tenemos es el aumento de tarifas, porque lo peor que le puede pasar a un comerciante, a la industria pyme, es la incertidumbre”, manifestó Fabián Castillo, presidente de la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (Fecoba).
Ante ese escenario, en los últimos dos días el Gobierno fue despejando algunas dudas que rondaban sobre el tema. En la tarifa de energía eléctrica, los comercios tendrán el mismo tratamiento que un hogar residencial nivel 1. Es decir, perderán los subsidios y tendrán que enfrentar tres subas bimestrales hasta alcanzar la tarifa plena. Actualmente, abonan el 31% del costo real, excepto las industrias, que no tienen ayuda estatal. El aumento hasta enero próximo sería del 195%.
“Para los comercios, la decisión es que tengan una quita parcial de subsidios, igual que el segmento residencial. No entendemos que sea más barata la energía para hacer negocios que para vivir. Pero se van a atender situaciones particulares y se está trabajando junto con las provincias”, adelantó el subsecretario de Energía Eléctrica, Santiago Yanotti, en declaraciones a Radio Metro. En ese último punto ejemplificó con aquellos locales que tienen varias heladeras exhibidoras y remarcó que “el peso de la energía en el negocio es alto”, por lo que tendrán un trato diferencial en la boleta de luz.
En cambio, los comercios no perderán la ayuda en la tarifa de gas porque “la quita de subsidios es solo residencial”, según indicó el subsecretario de Hidrocarburos, Federico Bernal. “Para los comercios y las pymes no hay segmentación, la segmentación en el gas es por ahora exclusivamente para el nivel residencial”, reiteró, en declaraciones a Urbana Play.
Por último, con respecto a la tarifa de agua, desde Aysa detallaron que los usuarios “no residenciales” -como empresas, comercios e industrias- son subsidiados en un 60%. Para junio de 2023, la ayuda estatal será nula. Actualmente, la factura mensual, sin impuestos, es de $2814. Según el ejemplo del Gobierno, estos clientes tendrán tres subas bimestrales en noviembre, enero y marzo, de $1405 cada una. En junio del año que viene, esa misma pyme estará abonando una tarifa de $7026: dos veces y medio más que ahora.
Mayores costos, ¿más inflación?
Para Mario Grinman, presidente de la Cámara de Comercio y Servicios (CAC), la suba de tarifas se trasladará a precios, aunque “el impacto no será muy negativo”. También dijo que “si el mercado no lo acepta, no lo van a poder trasladas porque no van a poder vender” e hizo hincapié en que “no se puede vivir en una ficción de creer que la energía, el gas y el transporte son baratos”.
“La macroeconomía se tiene que estabilizar, es lo primordial, los números se tienen que corregir. Pero levantamos la voz de que no podemos pagar tarifa plena, porque las pymes no tenemos los mismos márgenes que las grandes empresas. Además, hay que tener en cuenta que gran parte del país cuenta solo con energía eléctrica, por lo que el impacto podría ser peor. Pero todos estos costos, que en otros tiempos eran fijos y hoy se convirtieron en variables, se corrige a precios. El comercio pyme no tiene forma de seguir sustentando el costo viviendo con esta incertidumbre macroeconómica, donde muchas semanas estamos sin precios de referencia”, manifestó Alfredo González, presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en diálogo con LA NACION.
En el mismo sentido apuntó Castillo, quien dijo que los aumentos de tarifas “son inflacionarios” y adelantó que Fecoba pidió una audiencia con la Secretaría de Energía para conversar los detalles sobre los incrementos venideros, ya que “necesitamos algo de certidumbre para saber dónde estamos parados”.
“Los comercios ya pagamos tarifas eléctricas altas, arriba de los $25.000. Si se aumenta casi un 100%, en una situación de alta recesión y un panorama de estanflación, la situación es realmente alarmante. Las pymes no somos formadoras de precios, recibimos los costos de nuestros proveedores. Hay una frase generalizada de que el comerciante aumenta, pero en realidad el comerciante hace los números entre el debe y el haber para llevar el alimento a la casa. No somos especuladores”, cerró.
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