Precios Justos: debutó la nueva canasta con novedades, dudas y sorpresas
El papel de los municipios supervisando las góndolas y cómo se asegurarán los niveles de abastecimiento y los dólares para importar se presentan como los mayores interrogantes del programa
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El congelamiento de precios de Sergio Massa y Matías Tombolini debutó sin la palabra “congelados” y con un gran interrogante sobre su capacidad para pasar el verano y llegar a marzo sin derretirse. Los funcionarios y empresarios que participaron este viernes en la presentación oficial en el CCK del nuevo programa que reúne a más de 1700 productos de la canasta básica apelaron a todo tipo de fórmulas, como “precios fijos” y “precios estables” para no hablar de un congelamiento que se extenderá por los próximos 120 días, ya que hasta hace pocas semanas el propio Massa se había pronunciado públicamente en contra de este tipo de medidas. Pero, más allá de estas disquisiciones semánticas, el nuevo programa Precios Justos ofrece novedades con respecto a sus versiones anteriores y también algunas dudas importantes.
La primera novedad es la masiva participación de los principales empresas fabricantes y sus marcas líderes. Desde Molinos Río de la Plata y Arcor hasta Unilever y Coca-Cola, pasando por Nestlé, Pepsi, Danone, Sancor y Mastellone, el listado de más de 100 compañías que adhirieron al acuerdo fue prácticamente unánime entre las que tienen una presencia importante en las góndolas. Y desde la Secretaría de Comercio se encargaron de destacar que el listado de 1788 productos incluye marcas líderes, como la cerveza Quilmes, las gaseosas Coca-Cola y Sprite, el agua mineral Villa del Sur, las leches de La Serenísima o los calditos Knorr, a diferencia de las últimas versiones de Precios Cuidados que, en palabras de Cristina Kirchner, estaban copadas por marcas “pindonga” y “cuchuflito”.
Otra de las novedades con respecto a las canastas anteriores es que por primera vez los supermercados mayoristas -como Maxiconsumo, Micropack, Vital y Yaguar- se sumaron al acuerdo y la lista de artículos congelados incluye dos precios máximos: uno para la venta mayorista y otra para el consumidor final.
La tercera novedad es que el lanzamiento de la canasta fue acompañado por la presentación de una nueva aplicación, bautizada con el nombre de Precios Justos, para que los consumidores pueden monitorear los precios en las góndolas y eventualmente presentar una denuncia por una violación al acuerdo.
Dudas para todos
Sin llegar a los más de 1700 artículos de Precios Justos, la lista de dudas que despertó la presentación de la nueva canasta entre los proveedores y los supermercadistas también es importante.
La primera pasa por la participación que tendrán los municipios en la fiscalización del congelamiento de precios. La Secretaría de Comercio anunció que los intendentes tendrán una función activa en los acuerdos, con sus equipos de inspectores que podrán recorrer los comercios y eventualmente presentar una denuncia ante un aumento, aunque en los hechos esta tarea la podría hacer cualquier consumidor desde su teléfono celular. A cambio de este servicio, la dependencia que preside Tombolini le transferirá a las autoridades locales “el 25% de lo recaudado por multas realizadas en cada distrito”.
Para dejar en claro su papel activo en el programa, en el anuncio en el CCK, se hicieron presentes varios de los principales intendentes peronistas del conurbano bonaerense, como Mayra Mendoza (Quilmes), Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Andrés Watson (Florencia Varela), Jorge Ferraresi (Avellaneda) y Mariel Fernández (Moreno), que incluso subieron al escenario para rubricar los acuerdos.
En Comercio explicaron que esta participación de los municipios no implica una transferencia del poder de fiscalización a los municipios y que la decisión final siempre seguirá a cargo de su dependencia. Sin embargo, varios empresarios presentes en el CCK alertaron sobre el riesgo que las multas pierdan su esencia y se conviertan en una fuente más de recaudación municipal.
Otra de las dudas pasa por el tema del abastecimiento, que siempre fue el punto débil de este tipo de programas. En la presentación de la app, la humorista Tamara Pettinato explicó que los consumidores no solo podrán denunciar cuando el precio de un producto sea más alto que el que figura en el acuerdo, sino que también podrán informar cuando no se encuentre alguno de los 1700 artículos en las góndolas.
Uno de los oradores, Lucas Menoyo -dueño de la firma de alimentos Menoyo-, explicó en el acto en el CCK que las empresas se comprometieron no solo a no aumentar sus precios, sino también a asegurar el abastecimiento. Sin embargo, este punto no está tan claro. En el acuerdo los proveedores firmaron que el volumen a entregar de cada uno de los artículos surgirá del promedio que recibió cada cadena de supermercados en los últimos doce meses. “Así no va a funcionar, porque el cartel de Precios Justos va a terminar generando una mayor demanda de los productos que forman parte del programa, con lo cual es inevitable que se produzcan los faltantes”, explicó un supermercadista.
Del lado de los empresarios, además de Menoyo, también estuvieron sobre el escenario Marcelo Siano (Arcor), Alfredo Coto (Coto), Diego Polli (Cabrales), Agustín Torres Campell (Molinos), Walter Lopez (Queruclor), Francisco de Narváez (ChangoMás), Daniel Funes de Rioja (Copal) y Victor Fera (Maxiconsumo). Por parte del sindicalismo, dijeron presente Héctor Daer (CGT), Héctor Morcillo (Alimentación ) y Carlos Pérez (Empleados de Comercio).
Desde los supermercados además están esperando algún tipo de “clusterización” -como en su momento se hizo con los Precios Cuidados-, de manera que se contemplen niveles de abastecimiento diferenciales según el tamaño de la sucursal. “Si piden que todos los supermercados tengan todos los productos de Precios Justos, un Carrefour Express solo terminaría vendiendo los artículos de este programa”, explicaron un ejecutivo del sector.
Para las empresas que incumplan con los acuerdos, Massa habló reiteradas veces en las últimas semanas sobre una actualización de las multas. El monto máximo está en $5 millones, aunque la ley de presupuesto que se acaba de aprobar en el Congreso lleva el tope a $240 millones. Hoy, la mayoría de las multas que reciben los supermercados pasan por los faltantes de productos, representan el 95% de las sanciones, mientras que el otro 5% restante se reparte entre problemas en la cartelería y precios por encima de los acuerdos.
Sin almacenes ni chinos
En los más de cuarenta minutos que duró el acto en el CCK no se hizo mención al llamado “comercio de proximidad”, que reúne a los autoservicios chinos, los almacenes y negocios de barrios. Juntos, este tipo de comercios representan cerca del 60% de las ventas de los alimentos a nivel nacional y en principio no está asegurada su participación en el congelamiento. La novedad de que se haya incluido un precio mayorista es analizada como un paso adelante, ya que habilita la posibilidad de sumar un eslabón más en la cadena comercial. Sin embargo, los mayoristas consultados por LA NACION destacaron que los números no cierran.
“La diferencia entre el precio mayorista y el precio de venta final al público acordado ronda en promedio los 20 puntos, cuando los pequeños comercios hoy están marcando con una diferencia mayor, de 30 o 40 puntos. Y no se trata de bajar el margen de rentabilidad, sino de asegurar que al autoservicio chino le resulte negocio vender los productos de Precios Justos. Si pierde plata, no lo va hacer”, explicaron en un mayorista.
La última gran duda sobre el programa pasa por los incentivos que tendrán las empresas a la hora de asegurar el precio congelado y el abastecimiento de los productos que integran la canasta de Precios Justos por los próximos cuatro meses. En el acto, Tombolini precisó que a los proveedores que participan del acuerdo les asegurarán el acceso a los dólares al tipo de cambio oficial para importar insumos, bienes intermedios y productos finales.
Sin embargo, los niveles actuales de reservas del Banco Central no se presentan como la señal más alentadora. “Como empresa pyme estamos haciendo un gran esfuerzo, pero el éxito de este tipo de programas va a depender de que podamos asegurar el abastecimiento del café, que es importado”, se sinceró Martín Cabrales, dueño de la marca de café Cabrales.
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