Por la suba del dólar, se multiplican los faltantes y los aumentos de precios en las góndolas
Muchos proveedores decidieron suspender las ventas a los mayoristas y a los autoservicios; los problemas más graves se dan en harinas, aceites y azúcar
- 5 minutos de lectura'
La estampida del dólar ya se siente con fuerza en las góndolas y sus efectos van más allá de los inevitables aumentos de precios. En las últimas horas, se multiplicaron las quejas y preocupaciones de toda la cadena comercial -desde los mayoristas hasta las grandes cadenas de supermercados, pasando por los autoservicios chinos y los comercios de barrio- que se encuentran con nuevos problemas como los quiebres de stock, las entregas suspendidas o -en el mejor de los casos- los cambios en las condiciones de venta.
En la última semana los problemas más graves se sintieron con las harinas (y los productos farináceos en general) y con el azúcar. Pero en los comercios sostienen que los faltantes se están generalizando a cada vez más productos, desde el aceite -a esta altura, un clásico en materia de desabastecimiento- hasta gelatinas, mermeladas, café o saquitos de té.
“Muchas marcas de aceite directamente no están entregando y lo que se consigue son las nuevas presentaciones, como los productos con ‘alto contenido oleico’ o ‘girasol plus’ que llegan con aumentos muy grandes. Y en el caso del azúcar, entre ayer y hoy las dos principales marcas anunciaron aumentos del 20%. Y en menos de dos meses el precio al que compran los chinos y los almacenes casi se multiplicó por tres”, explicaron en un distribuidor mayorista que abastece a los pequeños comercios.
En el caso de la harina, los mayoristas se quejan de que algunos proveedores directamente suspendieron las entregas. “Hoy, las dos principales empresas del rubro nos comunicaron que las ventas estaban suspendidas hasta nuevo aviso. Y las que siguen entregando lo hacen con cambios en las condiciones. Te toman los pedidos, pero no te respetan los precios y te avisan que el valor va a estar cuando se concrete la entrega”, explicaron en una pequeña distribuidora de alimentos.
Ventas suspendidas
A la hora de explicar los problemas en las entregas la mayoría de las empresas reconoce que tienen suspendidas las ventas hasta nuevo aviso porque no tienen precio. “No sabemos a qué precio vamos a poder reponer los insumos”, es el principal argumento. Sin embargo, también hay algunas firmas que apelan a otras estrategias. “Ahora tengo a la mitad de mis proveedores cerrados por vacaciones. Las vacaciones de invierno son la excusa perfecta para todos los que tienen las ventas suspendidas por el dólar”, señalaron en otro mayorista.
Del otro lado del mostrador, en las empresas fabricantes reconocen las dificultades que tienen para asegurar el normal abastecimiento, principalmente en algunos rubros sensibles. “Tenemos los stocks al límite y tuvimos que cuotificar las entregas, dándole prioridad a los clientes gastronómicos tradicionales. Estamos preocupados, esperando alguna novedad del Banco Central, pero a la vez seguimos confiados en que aparecerá una solución”, explicó a LA NACION Martín Cabrales, socio de la empresa de café que lleva su apellido.
Los problemas en las entregas son aún más graves en el caso de los productos que integran el plan Precios Cuidados. Si bien en la última semana se alcanzó un acuerdo entre la industria y el Gobierno para sumar 120 productos lácteos al programa oficial, en los hechos los comercios alertan por los faltantes. “En algunos casos, los proveedores te están cuotificando las entregas de los productos Precios Cuidados y en otros solo te bajan el producto si le completás la compra con otros artículos, que están a precios mucho más caros”, explicaron en una cadena de supermercados de tamaño mediano.
Consumo en baja
Entre las cadenas de supermercados, el principal problema no pasa por los faltantes -los grandes jugadores como Carrefour, Coto, Jumbo o Changomás son a los últimos a los que las empresas proveedores les cuotifican las entregas- sino por los aumentos de precios. “Desde hace tiempo veníamos recibiendo tres o cuatro listas de precios con aumentos al año. Y ahora los tiempos se aceleraron y las empresas más grandes te envían una lista nueva todos los meses. El problema es que no es algo que se acepte en forma automática y siempre hay una negociación con el proveedor que lleva un tiempo, pero ahora nos encontramos que todavía no terminamos de negociar un aumento y ya nos llega la lista nueva”, explicaron en una cadena de las más grandes con espaldas suficientes para sentarse a negociar de igual a igual con los grandes fabricantes.
Las listas de precios con aumentos y los problemas en las entregas llegan en un momento en que la demanda de alimentos y bebidas muestra señales cada vez más claras de estancamiento. De acuerdo al relevamiento que realiza la consultora Scanntech, en junio las ventas de los productos de la canasta básica en los autoservicios y supermercados independientes cayeron un 4,5% en unidades. Y en el sector aseguran que el panorama a la baja se potenció en los últimos días. “Hoy los comerciantes que están comprando no lo hacen porque están vendiendo bien sino porque cuando tienen los pesos prefieren stockearse”, explicaron en un mayorista.