Por la liberación masiva de restricciones, la recuperación de los sectores empezará a notarse en 2022

Vuelven los boliches, los viajes de egresados y de jubilados, los eventos privados masivos y las fronteras abren paulatinamente. Este martes se conoció una liberación masiva de las restricciones que todavía regían por la pandemia de coronavirus, una decisión del Gobierno que fue celebrada por economistas y empresarios del sector privado. Luego de un año y medio de pandemia, el anuncio pone nuevas fichas en la recuperación de la economía tras una crisis histórica.

“En el cortísimo plazo, octubre y noviembre, no se va a notar un cambio significativo. Pero sí para 2022, cuando se incorpora en las proyecciones de crecimiento una recuperación de sectores que venían muy rezagados, como ocio, recreación y actividades con mayor contacto intensivo. Sectores vinculados a los servicios, que todavía se ven afectados respecto de la pre-pandemia”, indicó Juan Ignacio Paolicchi, de Empiria Consultores.

Para el economista Camilo Tiscornia, de C&T Asociados, la apertura masiva de actividades ya estaba prevista para el segundo semestre de este año. Con una gran baja de los contagios y sin la aparición de la variante Delta -la cepa que obligó a varios países a dar marcha atrás con la normalidad post-covid-, la Argentina tenía que tender a liberar las restricciones que aún afectaban a ciertos sectores económicos, añade.

“Es difícil de cuantificar, pero en cualquier pronóstico que teníamos los economistas contemplaba que el segundo semestre iba a seguir creciendo, porque las restricciones que quedaban se iban a relajar y porque el Gobierno iba a poner más plata en la calle. No se relacionan, pero coinciden. Un combo que va a presionar sobre la inflación y los tipos de cambio, y el Gobierno va a hacer todo por controlarlos”, sostuvo.

Mario Grinman, titular de la Cámara Argentina de Comercio, se mostró optimista con respecto al efecto de las nuevas habilitaciones sobre la actividad. “Sin dudas van a impactar positivamente en todo sentido, no solo comercialmente, sino también psicológicamente”, dijo a LA NACION.

“Estos anuncios van a acelerar la recuperación de la actividad que vemos en los últimos meses. Es de esperar que todos los argentinos tengamos la responsabilidad suficiente para cuidarnos más allá de estas medidas de apertura y esperar que esto sea permanente y no tengamos que volver a cerrar el día de mañana”, concluyó Grinman.

En el mismo sentido apuntó el analista financiero Christian Buteler. “Obviamente no pretendemos que en dos semanas volvamos a tener la actividad pre-pandemia. De hecho, hay comercios que se fundieron y ya no pueden volver a abrir, pero la apertura es un hecho positivo. También es lógico que se abra la economía, porque si el Gobierno va a volcar dinero en el bolsillo de la gente, tienen que tener dónde gastarlo. La plata tiene que circular y así potenciar a la economía en general”, completó.

Según datos de la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (Fecoba), el año pasado llegaron a registrar el cierre de 21.000 locales porteños, de los cuales lograron reconvertirse cerca de 5000. “El golpe de la pandemia con sus consecuentes restricciones fue tan grande que se han perdido miles de puestos de trabajo. La posibilidad de habilitar la actividad en un ciento por ciento nos llena de esperanza”, expresó Fabián Castillo, presidente de Fecoba.

Para el ejecutivo, la reactivación podría darse en un mediano plazo. Pero, para eso, el Gobierno deberá brindar herramientas de incentivo al consumo, “procurando que la gente vuelva a gastar y de esa manera regenere el proceso virtuoso de la economía”.

Nuevas medidas: cuestión sanitaria o reacción electoral

Sobre cuánto podría haber influido la derrota del oficialismo en las PASO en la decisión, Tiscornia consideró que el cronograma de aperturas tenía que darse más temprano que tarde. “Tal vez las elecciones apuraron un poco las cosas, Horacio Rodríguez Larreta los presionó. No descarto que en esta decisión haya algo irracional en el sentido en que estén tratando de dar una señal, pero está dentro de lo que podía pasar incluso sin los comicios”, agregó.

En cambio, Buteler destacó que el resultado de las elecciones del domingo 12 de septiembre “cambió muchas cosas”, entre ellas, “la forma en que se lleva adelante las restricciones por la pandemia”. Según el economista, si el oficialismo no hubiese sido derrotado, tal vez el cronograma de aperturas se daba de forma paulatina y “no tan abruptamente como ahora”.

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