Placer y negocios. Los juegos de mesa se asocian al brindis
Vinos, cervezas y chocolates reemplazan a las tradicionales fichas como elemento central de las nuevas propuestas lúdicas
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Conectarse con el mundo lúdico es algo que no está solo destinado a la infancia: los adultos también disfrutan del entretenimiento, y más cuando se trata de sumar placeres. Es por eso que tanto en jugueterías, vinerías y en redes sociales crece cada vez más una categoría especial: la de los juegos asociados a la gastronomía y las bebidas (sobre todo las alcohólicas).
“A partir de la virtualidad a la que nos obligó la pandemia consideramos que era súper importante buscar formas de volver a juntarse sin pantallas mediante. Nosotros ya teníamos contacto con cerveceros por trabajos previos que habíamos realizado y nos pareció que era un camino inevitable: juntarnos con amigos, compartir unas cervezas y jugar a las cartas”, dice Virginia Fernández Maldonado, directora comercial de Enojuegos, la división lúdica del sitio de periodismo de bebidas OnTheWineSide.
En el sitio crearon Duelo de Birras, un juego cartas en el que se puede armar un “four pack” de cervezas de una cervecería artesanal, o enfrentar a dos reconocidas cervezas en un “duelo” donde ganará quien más velozmente entienda cuál es la que se destaca en cada categoría.
¿Cómo está formado el juego? Es un mazo de 32 cartas, cada una de las cuales ofrece la ficha técnica de una cerveza en la que se describen las categorías que suelen ilustrar las pizarras de las cervecerías: IBU (índice de amargor), Alcohol (%), OG (densidad inicial), SRM (color) y precio. El conjunto está integrado por productos de algunas de las cervecerías artesanales más reconocidas y representativas de la Argentina: se ofrecen distintos estilos de Antares, Bierhaus, Juguetes Perdidos y Peñón del Águila.
“Lo primero que vino a nuestra cabeza fueron los juegos que nos divertían de chicos, esos a los que podíamos dedicarles horas sin sentir que pasaban. Buscamos qué había en el mercado y vimos que había bastante pocos juegos de mesa para adultos y prácticamente nada de relacionados a la industria de las bebidas. Nos pareció que crear un juego que además nos brindase información sobre nuestras cervezas favoritas, que funcione como enciclopedia para chequear datos puntuales sobre cada variedad o producto contribuiría a incrementar el conocimiento de los consumidores y podría ser un nuevo canal de comunicación para los productores”, agrega Fernández Maldonado.
Actualmente en Enojuegos están ideando la segunda edición multimarca de Duelo de Birras. “Tendrá cartas personalizadas con otras cerveceras y bodegas, juegos especialmente pensados para que las empresas utilicen como merchandising o como material de comunicación. También estamos desarrollando juegos de mesa un poco más complejos, pero todavía están en proceso de desarrollo”, adelanta la directora comercial.
¿Dónde radica el éxito de estos juegos? No solo en combinar placeres, sino también en la nostalgia. “Podemos encontrar dos grandes grupos entre quienes juegan con nuestras cartas. Quienes jugaban estos tipos de juegos de chicos y ahora vuelven a la infancia por un rato con el upgrade de que el tema de estas nuevas cartas es mucho más cercano a ellos. Después de todo, ninguno de nosotros tenía un auto de carreras, un avión o a uno de los Titanes en el Ring para poder chequear si la información que cada carta nos brindaba era la correcta. Por otro lado, tenemos un público más joven, que no tenía ningún conocimiento de la existencia de este tipo de juegos, y les pareció muy entretenido y sorprendente. Con este grupo corremos con la ventaja de mostrarles un producto absolutamente novedoso”, detalla Fernández Maldonado.
Brindar y jugar
Otro emprendimiento lúdico que nació durante la cuarentena fue El Juego del Vino a Ciegas, una creación de María Florencia Costa y Santiago Colombo, que son pareja, y como hobby le dieron forma a una idea que acarrearon durante meses. “Somos curiosos por naturaleza y así nos surgió la idea de descubrir diferentes cepas, despojados del marketing de la botella, de la bodega, de la cepa, y del precio”, explica Colombo, que tiene una bodega boutique en Entre Ríos, y acudió al enólogo Rodolfo Testa para dotar de datos técnicos al juego.
A su vez, Costa agrega: “queríamos degustar un vino sin tener los prejuicios de la etiqueta y sin guiarnos por la planilla de cata que es tan difícil de hacer para los que no somos sommeliers”.
El juego tiene como objetivo responder preguntas del mundo del vino en general y en particular de la botella que se está degustando. “Tomamos como base las fases de la cata pero le pusimos nuestra impronta. El juego se divide en fases: visual, olfativa, gustativa, interpretación final, cultural general y, la última y la estrella del juego, descubrir la cepa. Cada fase finaliza con la apertura de un sobre que contiene las respuestas a cada una de las preguntas”, comentan estos emprendedores.
Esto lo desarrollan en paralelo a sus profesiones (ella es escribana y él tiene una empresa de logística, además de la bodega), por lo que recurrieron a las redes sociales para organizar la venta del juego, fundamentalmente por Instagram, que puede venir con una o dos botellas.
¿Cómo se eligen las etiquetas? “La elección del vino que está en la botella fue seleccionada especialmente por nosotros. Lo que hicimos fue escoger al azar dos cepas que nos gustaban y compramos en el supermercado, en vinotecas y hasta en el chino, de diferentes marcas y precios, y escogimos las que más nos gustaron de cada una. De ahí que vimos que no siempre lo más caro es lo mejor, y que no a todos nos gusta lo mismo”, agrega la pareja. “Al vino no le quitamos la etiqueta sino que la ocultamos con una tela, para que al finalizar el juego puedan ver cuál se trata, el precio, y que lo pueden comprar en cualquier lugar. La intención del juego es justamente que puedan degustar sin prejuicios, que cada uno tome sus propias conclusiones y se guíe por sus sentidos”, resaltan ambos.
Maridaje exitoso
Si una marca se puede considerar experta en chocolates es Mamuschka, por eso cuando decidieron lanzar la Box Experience Vinos y chocolates de la Patagonia, de entrada se presentó como una apuesta segura.
La marca invita a animarse a ser sommelier por un rato, al mismo tiempo que uno se divierte. El juego propone un recorrido guiado por distintas combinaciones, con dos vinos emblemáticos de Bodegas UN (Malbec Reserva 2016 y Pinot Noir 2018) y seis chocolates especialmente seleccionados. El plan es probar todas las combinaciones posibles y que cada jugador elija las que más le gusten.
“La idea surgió entre Carlos Banacloy, enólogo y dueño de Antigua Bodega Patagónica, y Lucio Bellora, director de Bariloche a la Carta y la Fiesta Nacional del Chocolate. Estábamos en una reunión, me consultaron si alguna vez habíamos maridado chocolate y vino y empezamos a pensar en hacer esa experiencia a través de un juego. Lo pensamos así porque el chocolate es algo lúdico y nos pareció que podía ser más entretenido agregarle un poco de la picardía que tiene jugar al truco con amigos”, recuerda Matías Carzalo, gerente general de Mamuschka.
Lo bueno es que el furor por vivir esta experiencia parece no terminar en el vino. “Somos curiosos y siempre estamos explorando otras posibilidades. Este juego se desarrolló con el concepto de combinar el chocolate con otros productos y hay muchas opciones para investigar: café, té, gin, whisky, tragos, quesos y más”, confiesa Carzalo, anticipando algo de lo que podrían generar próximamente.
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