París más Art Basel: combo perfecto
El negocio de las ferias de arte trae negocios colaterales como hoteles y restaurantes llenos y museos que desbordan de gente
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ParÍs.- Art Basel plantó bandera en el Grand Palais Ephemère y recibió un doble “sí, quiero” del presidente Macron. El jefe del Estado recorrió la feria solo, atento a cada detalle, preguntando y mirando. Su declaración fue contundente: “Bienvenida la feria que coloca a la capital francesa en la centralidad de los negocios de arte”. Chau Fiac (Foire Arte Contemporain), hola Art Basel, marca registrada del mercado global que funciona como relojito y suma dos ases: coleccionistas asiáticos y logística.
El grupo suizo fundó la feria de Basilea en 1970; Miami Beach, en 2002; y Hong Kong, en 2010. Este año ganó por concurso y por siete años la feria de París. No hace falta ser un gurú para darse cuenta que es el blanco perfecto. Ninguna ciudad del mundo tiene la oferta cultural y la belleza de Paris; más la gastronomía, la moda. La Tour Eiffel y la Tour d’argent. Iconos.
Nueve meses demoraron los suizos para poner en marcha una feria que arrancó de cero: 156 galerías, de 30 países, el mayor número de coleccionistas por metro cuadrado, 40 euros la entrada, 40.000 visitantes. Un solo galerista, David Zwirner, declaró ventas por US$11 millones en un día. Joan Mitchell US$4,5 millones, George Condo US$2,6 millones; y Giacometti, Basquiat, Horn, Kapoor, Ufan, Eliasson, Ai Wei Wei Fontana. Paris Art Basel conserva la cuota del 30% de galerías francesas, pero se vende más lo internacional. Lógico, ahora es una plaza global donde ganan los mejores.
El negocio de la feria trae cola (y euros), hoteles y restaurantes llenos, no hay taxis libres, Vuitton no para de vender carteras y los museos desbordan de gente.
Datos al margen: París tiene dos coleccionistas listados en Art News que tienen museos propios y son los hombres más ricos de Francia: Bernard Arnault (LVMH, Fundacion Vuitton) y François Pinault (Grupo Kering, La Bourse de Les Halles). Los dos reman para el mismo lado (y Brigitte Macron se viste en Vuitton). Quieren que París sea lo que fue a comienzos del siglo XX: Picasso y Braque inventando el cubismo, y el argentino Crespo comprando cuadros a Modigliani.
Como dice Macron: “La Fiac fue una gran feria ‘francesa’, ahora vamos por el mercado global, ser el centro de las ventas de arte. Macron tiene su “Napoleón mood”: y va por más.
La ciudad con más turistas del planeta se prepara para ser sede de las Olimpíadas en 2024. Imposible imaginar lo que será eso. El Grand Palais en obra, ¿estaŕa terminado? Este año los suizos hicieron la feria en una carpa frente a la Torre Eiffel, el mejor lugar y los vips esperando los BMW para volver al Ritz, Pkace Atenee o a Le Bristol.Estuvieron los líderes de los boards que importan: desde el Met de NY, hasta el Museo Tamayo de México, el más cercano a la Argentina. Gran ausente.
Salvo la Bocanada, de Graciela Sacco, montada por Florencia Giordan de Rolf en la Tullerias. Gana Colombia. Tiene muy buena galería, Mor Charpenteir, y al artista Iván Argote que por un pelo no se queda con el Prix Duchamp. La cereza del arte contemporáneo fue ganada por Mimosa Echard.
París recuperó la centralidad y se olvidó (un poco) del chauvinismo. Mientras tanto, los británicos de Frieze tiemblan. ¿Batalla perdida?