París: Icardi y Wanda Nara pasaron por un restaurante de comida argentina y lo revolucionaron
Su dueño es francés, de madre argentina; cocina “simple” dominada por la carne
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Ferona ya estaba instalado entre los restaurantes argentinos de París más recomendados por su especialidad en carnes, pero desde que -en medio de las idas y vueltas- Mauro Icardi y Wanda Nara pasaron por allí su nombre escaló en el nivel de conocimiento. “Ni sabía nada del tema, puse la foto porque soy fanático del PSG y él fue muy amable, incluso le dije que este era un lugar tranquilo”, cuenta Pablo Beauvallet, el dueño.
Pablo es hijo de madre argentina y padre francés, Mariana y Jean François. Abrió Ferona -el nombre es de la yegua de un amigo- hace dos años y hace seis meses, con su hermano Guido, inauguraron Malena, una brasserie argentina. Los dos tienen el mismo menú, dominado por productos importados de la Argentina (carne, vinos, dulce de leche).
Ambos están muy bien ubicados, Ferona en el distrito 8, a pocos metros de la Rue du Faubourg Saint-Honoré, donde están muchas de las tiendas de lujo de París. Malena -bautizado así por una sobrina de los dueños- está en el distrito 5, el Barrio Latino. La inversión para un restaurante en la capital francesa, dice Beauvallet, puede ir “de entre 50.000 euros a un millón, dependiendo qué querés y que conseguís”. Ellos quedaron a mitad de tabla.
“Me encanta la carne, la comida argentina -cuenta Beauvallet-. Trato de ir lo más que puedo y antes de abrir el primer recorrí muchos restaurantes de allá y también todos los que hay en París. La idea era una cocina argentina simple, lo que se come allá, muchos productos a las brasas”. Los hermanos son franceses, fue su madre quien los “enamoró” de la Argentina.
Con 60 lugares, Ferona trabaja “a pleno” los fines de semana: “Se necesita reserva porque, si no, no se consigue. Después de las cuarentenas, estamos trabajando más que antes. No solo nosotros, sino todos. Con Malena también nos va excelente”.
Comer, con vino, cuesta en promedio unos 35 euros. Por ejemplo, dos empanadas de carne con salsa criolla salen 10 euros; el choripán, 14; el bife de 250 gramos con papas fritas y salsa chimichurri, 29 euros (el de 600 gramos, 64); una milanesa con papas fritas a la provenzal, 19; panqueques con dulce de leche, 8. Una cerveza Quilmes, 6,5 y, por caso, un Trapiche Single Vineyard Malbec, 92 euros.
Lo más pedido, por lejos, es el bife de 600 gramos. “Acá se come mucho entrecote -señala Beauvallet-, es muy francés, pero cuando decimos carne ‘argentina’ es muy valorada. El choripán anda bien, gusta, pero siempre debemos explicar qué es. Las milanesas son más difíciles de vender, son más secas y el dulce de leche, encanta”. Con los vinos, comenta que también son “muy aceptados, son diferentes a los nuestros”.
Los padres supieron tener un restaurante típico francés y así los hermanos conocieron el negocio gastronómico. Beauvallet admite que cuando se decidió por Ferona “no estaba seguro de que anduviera la gastronomía argentina, tiene mucha carne que ahora no es moda. Hubo riesgo en la decisión, pero vamos muy bien”.
Reconoce que la visita de Icardi pudo haber “ayudado” al conocimiento, pero enfatiza que la clientela “no es gente que llega porque vino él; vienen por comer bien”. La mayoría son franceses y europeos; muchos hoteles lo recomiendan.
En Malena la jefa de cocina es la argentina Solana Alvárez.
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