Norberto Nacuzzi: "El líder de los próximos tiempos va a tener que ser abierto y flexible"
Desde inicios de este año, Norberto Nacuzzi dirige una de las consultoras privadas más grandes de la Argentina que es, además, una de las big four en el mundo de la consultoría. Se trata de EY, que en la Argentina emplea a más de 3500 personas y provee servicios de auditoría, impuestos, transacciones y advisory.
En diálogo con LA NACION, el ejecutivo habló del presente y del futuro de los negocios, de los cambios que vendrán en la forma de trabajar para todas las empresas y del liderazgo necesario para atravesar los desafíos propios de un mundo puesto en jaque por una pandemia.
–¿Cuáles son las principales preocupaciones de sus clientes en tiempos de pandemia?
–Las principales cuestiones se relacionan claramente con los niveles de actividad y con cómo bajaron significativamente desde el 19 de marzo. Por un lado, está el tema de la demanda de bienes y servicios. Por el otro, en muchos casos también se hace presente la preocupación por cómo volver a tener un nivel de operatividad que permita transaccionar como lo venían haciendo. Es decir: un tema económico y otro tema operativo, un tema de caja y de cómo volver a ponerse en marcha. Y, en el mientras tanto, de cómo funcionar.
–¿Cuáles evalúa que son los sectores más afectados por esta crisis?
–Los más afectados son las automotrices, las empresas textiles y, en menor medida, el comercio.
–¿Los pudieron ayudar desde la consultoría? ¿Qué les recomendaron?
–Estamos tratando de facilitarles la actividad con soluciones tecnológicas y dándoles nuestra experiencia, porque afortunadamente, por nuestros niveles de adopción de tecnología, pudimos seguir operando. Los ayudamos en la conectividad, en asegurarles la operatividad a través de la protección de ciberseguridad y todo lo relacionado con servicios de seguridad.
–La ciberseguridad fue un "boom" esta pandemia.
–Sí, de repente los clientes se encontraron en situaciones en las que tenían que operar desde sus casas y las herramientas tecnológicas que tenían no estaban preparadas para trabajar en modalidad home office. Estamos brindándoles un marco de seguridad para que las transacciones que hacen sean transacciones seguras.
–¿Qué sectores piensa que se verán fortalecidos tras la pandemia?
–Los clientes que van a estar en una mejor situación son aquellos que estén cambiando su modalidad comercial hacia el ecommerce; es decir, los que pudieron adaptarse más rápidamente a esta manera de vender. Todo lo que esté vinculado al sector alimenticio está funcionando bien y por ese lado vendrá el rebote.
–¿Qué le parece que será lo más difícil de reconstruir del sector privado luego de la pandemia?
–A partir de ahora va a cambiar todo el esquema laboral. Todas las empresas van a tener que pensar mucho más en qué tipo de trabajo pueden hacer desde las casas, es decir, en modalidad home office. A las empresas van a ir a trabajar los indispensables y que deben trabajar de manera presencial, como los trabajadores de una fábrica o quienes atienden un comercio cara a cara. Pero estimo que las empresas van a fortalecer el home office de una manera mucho más importante.
–¿Cómo resultó esta modalidad de trabajo dentro de la consultora?
–Afortunadamente ya teníamos un esquema de home office, pero mucho más incipiente de lo que vamos a ver en un futuro próximo. Hemos podido demostrarnos que podemos trabajar desde nuestras casas. Vamos a promover mucho más el trabajo en modalidad home office, algo que les va a suceder a muchas empresas. Habrá liberación de espacios físicos en las oficinas y vamos a tener que buscar un esquema más equilibrados pensando en un futuro próximo con mayor distanciamiento entre personas en las plantas, en el transporte público y en los ascensores, por ejemplo.
–¿Cómo es el liderazgo que se necesita para encarar estos cambios?
–Vamos a tener que estar más abiertos a aceptar un esquema de trabajo distinto, porque lo tradicional va a dejar de funcionar. Todo lo que es reuniones físicas y agendas ciertos horarios… vamos a tener que modificarlos. También vamos a ver aspectos positivos: vamos a invertir mucho menos tiempo en transporte. El liderazgo va a tener que estar abierto, no solamente a comunicarse con sus clientes de una manera distinta, sino también con su propia gente. Vamos a tener que respetar este aislamiento y retornar a la oficina con una flexibilidad y una apertura importante. El líder de los próximos tiempos, en definitiva, va a tener que ser flexible y abierto.
–¿Cómo imagina la salida de todo esto?
–Hacia adelante hay incertidumbre en todos los aspectos. Todavía se está viendo si hay vacunas y cuándo van a estar, cómo se van a ir liberando las actividades… creo que este es un momento muy difícil para predecir cómo vamos a salir. Es un momento en el que tenemos que cuidar mucho a nuestra gente, a nuestros clientes, y tenemos que tener paciencia para ver cuáles son los efectos posteriores que tengamos, es decir, hacer un buen control de daños para después, cuando se solucione todo esto, ver cuáles son los pasos a seguir. Es muy difícil prever cuáles son los tiempos de recuperación porque no tenemos claros los costos totales.
–¿Imagina un sector privado más ágil cuando pase todo esto?
–Creo que las empresas tienen que seguir apostando al bienestar de su propia gente y de sus clientes y pensar en cuáles son los productos de innovación que, desde una empresa privada, pueden ayudar al país en su conjunto.
–En las semanas de cuarentena se hizo mucha alusión al término "liquidez" cuando se hablaba del presente y del futuro de las empresas. ¿Cómo ve usted la liquidez de las empresas argentinas hoy?
–La liquidez está directamente relacionada con el nivel de actividad. Por algo el Gobierno tuvo que implementar estas medidas de ayuda, como el salario complementario. Sabemos también que hubo un importante nivel de cheques rechazados en los últimos meses. Esto se va a tener que ir recomponiendo a nivel que podamos ir saliendo, pero sin dudas el freno a la actividad económica va a generar estrés de liquidez.
–Durante muchos años usted estuvo especializado en el negocio de los bancos. ¿Cómo ve hoy al sector en la Argentina?
–Los bancos están preocupados por poder atender en los servicios que tienen habilitados,pero también por poder generar un mayor nivel de créditos que no tengan niveles de morosidad altos. Cuando hay una reducción de la actividad económica, siempre estás sujeto a tener mayores riesgos de incobrabilidad, y esa es una de las preocupaciones de los bancos: mantener la solidez de la cartera. Hoy los bancos están muy sólidos, sus niveles de solvencia son muy buenos y la liquidez en el sistema también. Están en buen estado y hay que tratar de sostenerlos así más allá del efecto de la coyuntura actual.
–¿Qué cambios en los servicios financieros imagina que se van a acelerar por esta pandemia?
–La tendencia es que las empresas van a tener mucho menos contacto físico y mucho más manejo de tecnología. Esto era algo que se venía acelerando, pero se va a sentir más en el futuro. Es decir, la posibilidad de operar sin tener que ir a la sucursal del banco se potencia una vez que la pandemia pase. La transaccionalidad a través de la tecnología se va a seguir potenciando.
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