Negocios en dos ruedas. Los servicios de delivery que dan pelea en el interior
El aislamiento obligatorio provocó que muchos comercios funcionaran casi exclusivamente a través de sus tiendas virtuales lo que se tradujo en un crecimiento exponencial en el e-commerce. Según el estudio MID 2020 de comercio electrónico, realizado por Kantar TNS durante el primer semestre de este año en la Argentina se facturaron más de $1728 por día y en el primer semestre la cifra llegó a $ 314 millones. "Eso representa un incremento del 106 por ciento con respecto al mismo período de 2019", agregan desde la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE).
Frente a este contexto las empresas de delivery también experimentaron un gran incremento en su demanda de servicios y usuarios. Pero a diferencia de lo que ocurre en el AMBA, en el interior del país hay localidades que tienen pocas opciones o directamente no cuentan con aplicaciones de entregas como Pedidos Ya y Rappi, lo que abrió la puerta a la aparición de nuevos jugadores como Vitrinia, en Santiago del Estero; y Pide, en Junín.
"La pandemia generó que muchos comercios quieran sumarse en nuestra aplicación, ante la desesperación por generar ventas, para no desaparecer. Trabajamos arduamente en mejorar el servicio. Incluimos códigos de envíos gratis y descuentos para colaborar con la sociedad en esta difícil situación que estamos atravesando", relata Pablo Acevedo, CEO de Vitrinia.
Acevedo cuenta que pese a la crisis su empresa continúa creciendo. "Ya tenemos más de 30 repartidores registrados y un promedio de 3000 pedidos mensuales", detalla el fundador de Vitrinia.
La aplicación surgió a mediados de 2017, es decir previo a la pandemia. El objetivo era que los comercios pudieran tener un espacio virtual para exponer sus productos. Y justamente el nombre -Vitrina- surge de aquella primera idea de crear vitrinas virtuales. "El desarrollo me llevó más de un año. Durante ese tiempo recibí ayuda de instituciones públicas y privadas como el Nodo Tecnológico Plataforma Emprender y Telefónica Open Future, hasta que pude desarrollar el modelo de negocio", cuenta Acevedo.
Hoy Vitrinia conecta usuarios con productos de comercios y vendedores locales dentro de Santiago del Estero y su objetivo es expandirse a otras provincias, sumando a su oferta tradicional de comercios, nuevas propuestas vinculadas con los servicios.
Pero los primeros tiempos fueron bastante complicados. Cuando Acevedo terminó de realizar el modelo empezó a buscar financiación para poder hacer realidad su idea. Y en esa instancia conoció a dos hermanos: Gabriel y Nicolás Ledesma, ingeniero civil y estudiante de abogacía, respectivamente, que se unieron al proyecto. "Juntos fundamos este emprendimiento y hoy son los CFO y CVO", cuenta Acevedo.
Inicio complicado
En diciembre 2018 empezaron las pruebas y en enero de 2019 lanzaron la app oficialmente con los "vitriners" o repartidores en la calle y los primeros comercios. "A veces no teníamos pedidos para mantener ocupados a los ‘vitriners’. Y en otros momentos eran muchos los pedidos para la cantidad de repartidores que teníamos. En esos momentos Gabriel, Nico y yo tomábamos nuestras bicicletas y ayudábamos a repartir, porque no podíamos fallarles a nuestros escasos usuarios. Fueron meses y meses de ingresos casi nulos, de pruebas y error, de seguir aprendiendo, de corregir, buscando que el cliente siempre estuviera satisfecho con nuestra aplicación", explica el CEO de Vitrinia.
La máxima ambición de Vitrinia es nada menos que reinventar la logística de última milla a través de eficiencia, la inteligencia y rendimiento de los repartidores, y de los comercios. "El principal diferencial que tenemos es nuestro panel, el software que permite tanto a los clientes generar su pedido en nuestra app, como a los comercios pedir sus vitriners, solucionando así la logística a los comercios. Proyectamos, en los próximos meses, escalar hacia la región norte de Argentina, en 2021 queremos tener presencia en todo el país, y en un futuro no muy lejano en Sudamérica", adelanta Acevedo.
Origen importado
Otra empresa que cambió la realidad de los residentes de su ciudad es Pide. Se trata de una aplicación que permite a los habitantes de Junín, provincia de Buenos Aires, realizar sus pedidos a domicilio de forma rápida y sencilla. Fue creada a principios de 2019 por un grupo de venezolanos radicados en esa ciudad de la provincia de Buenos Aires.
La aplicación, al igual que Rappi o Pedidos Ya, permite que los comercios y locales gastronómicos adheridos puedan recurrir a repartidores para distribuir sus productos, mientras que los consumidores hacen los pedidos a través de su plataforma. Los tres fundadores –Kendel Piña, Enyor Piña y Wanderth Morales- se encargaron de desarrollar todo: desde el programa hasta el diseño y la publicidad.
Actualmente hicieron una integración de varios comercios locales y cuentan con un servicio de atención en línea, además de encargarse del seguimiento de las órdenes. Una de las ventajas que destacan como su diferencial es que el proyecto nació en Junín y está totalmente adaptado a las condiciones de la ciudad. Además, resaltan otro punto a favor: la atención directa e inmediata con los comercios y usuarios. "La principal actividad económica de la ciudad es la gastronomía, pero antes de Pide no contaba con un servicio de reparto", cuenta con asombro Morales, que además de ser uno de los tres fundadores es productor audiovisual y fotógrafo.
"El modelo de negocio se resume en una ‘economía colaborativa’. Como financiamiento esencial devengamos una comisión moderada por la venta de cada producto dentro de la aplicación. Ese dinero lo utilizamos para mantener los recursos materiales y humanos para la operación diaria. También permitimos a los comercios no gastronómicos gestionar sus despachos con nuestro servicio de ‘Pide Mandados’", explica el fundador.
Actualmente Pide funciona sólo en Junín y la proyección de cantidad de usuarios la han estimado en etapas. Durante la primera fase pretenden alcanzar el 1% de la publicación de Junín y llegar a los 1000 usuarios. En una segunda etapa quieren llegar al 10 por ciento. "Hoy contamos con más de 2000 descargas. Más adelante queremos expandirnos hacia ciudades con características similares", agrega Morales.
A la hora de pensar el futuro, Morales asegura que buscan seguir creciendo pero sin descuidar el servicio de atención personalizado. "Seremos mejores que ahora. Uno de nuestros objetivos era posicionarnos en Junín como el delivery más usado y confiable, si tomamos en cuenta al momento actual nuestro competidor más cercano posee solo 29 comercios asociados, mientras nosotros ya sumamos 49 y seguimos procesando solicitudes", señala el fundador de Pide.
Los desarrolladores de la plataforma cuentan que la cuarentena puso a prueba su modelo, ya que disparó la demanda. "Sin embargo, luego se normalizó y pudimos capitalizar esta situación con la logística que se implementó en los momentos difíciles, ganándonos la confianza de los comercios, de los ‘piders’ (repartidores) y de nuestros clientes finales. ¿Qué queremos con nuestra app? Llegar cada vez más lejos y hacer de Pide un proyecto donde todos los involucrados queden satisfechos", concluye Morales.
La situación actual es complicada para la mayoría de las industrias y sectores económicos pero la clave, como ocurrió con estos emprendedores, es estar alertas, encontrar las oportunidades y animarse a emprender. Claro que a veces será necesario equivocarse, volver a empezar y pedalear para llegar a la casa de cada cliente, como lo hicieron ellos.
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