Medicina virtual y análisis en casa: tres emprendedoras que avanzaron en el mundo de la salud

La pandemia aceleró las nuevas modalidades de consulta al médico, diagnóstico de enfermedades y control en casa. A principios de 2020 muchos emprendedores ya se encontraban revolucionando el sector con plataformas y productos tecnológicos para descentralizar la atención médica, buscando que el acceso sea más fácil y la detección de enfermedades más temprana.

En el evento “Salud: el futuro de un sector en plena transformación”, organizado por LA NACION, tres mujeres innovadoras compartieron la historia de sus empresas. Los servicios que prestan tuvieron un crecimiento exponencial durante los últimos dos años.

Ingrid Briggiler, médica ginecóloga y obstetra, vio tempranamente la necesidad de acceder a un médico de manera virtual. En 2017 desarrolló la plataforma Llamando al doctor, que permite a los pacientes contactarse con un profesional las 24 horas del día, sin intermediarios, a través de una aplicación del celular. En el último tiempo, más de dos millones de usuarios usaron su tecnología a distancia, que es particularmente útil para las personas con enfermedades crónicas que tienden a discontinuar sus tratamientos.

“Los avances en tecnología, como la inteligencia artificial o la realidad aumentada están trayendo nuevas soluciones en salud. Quién sabe si en el futuro nos encontraremos con un doctor holograma que nos pueda tocar a través de la pantalla, con objetos adosados al celular”, vaticinó. Briggiler apuntó a una tendencia denominada femtech, que busca brindar soluciones para la salud física y emocional de las mujeres. Este mercado ya representa un trillón de dólares en el mundo.

Maria Florencia Piccinini es fundadora y CEO de Gisens Biotech. Como administradora de empresas, se unió con científicos del área de la salud para crear una empresa de herramientas de diagnóstico portátiles. Detectaron la necesidad de los pacientes crónicos de controlarse en sus propias casas y no tener que recurrir a un laboratorio. Crearon un dispositivo similar al que se utiliza para registrar los niveles de glucemia para la diabetes, pero para los pacientes con enfermedades renales (midiendo la urea, la creatinina y el potasio).

Cuando llegó la pandemia, sintieron la necesidad de virar el foco hacia el tratamiento y el control en pacientes de coronavirus. En mayo, comenzaron a crear otro dispositivo portátil que mide los niveles de ferritina e interleucina en sangre, dos indicadores esenciales para que los profesionales de la salud puedan determinar rápidamente si una persona está mejorando o requiere de tratamientos intensivos.

“El dispositivo es simple, el médico puede ir a la cama del paciente, sacar una gotita del sangre de su dedo y ponerla en el sensor del tamaño de una moneda. Se inserta en el módulo electrónico que hace la medición y en 5 minutos tiene el resultado en cualquier dispositivo. En este momento está en las etapas de validación para certificarlo y ponerlo a disposición”, contó. Esta tecnología permite conocer una parte importante del estado de salud del paciente en cuestión de minutos, mientras que, con los procesos tradicionales, debería ir a laboratorio y tardaría horas.

Primero estará disponible en hospitales, para el uso de los médicos. Sin embargo, apuntan a que en el futuro cualquiera pueda comprarlo y tenerlo en sus casas. La empresa tiene como objetivo la descentralización de la salud.

“Me imagino innovaciones en nanotecnología, que es un nuevo tipo de tecnología que se basa en materiales con enormes propiedades para miniaturizar los dispositivos y hacerlos más poderosos. Servirá para hacer terapias dirigidas a los pacientes en particular y hacer diagnósticos portátiles”, contó sobre lo que se imagina para el futuro.

Camila De Pamphilis, directora de operaciones de Mamotest, fue galandronada como una de las 100 visionarias en salud en el mundo, un premio otorgado por el Foro Internacional de Avances en Salud de Estados Unidos.

Fue seleccionada por la innovación del proyecto en el que está trabajando, que consiste en una plataforma digital de acompañamiento para el diagnóstico, tratamiento y recuperación de pacientes con cáncer de mama, aunque admite que puede ampliarse a todas las enfermedades. La tecnología conecta a todos los actores del ecosistema, como médicos, patólogos y centros de salud en un mismo espacio, donde pueden encontrar toda la información del paciente de manera trazable, transparente y medible.

La Argentina es el segundo país con más mortalidad por cáncer de mama en la región. Ocurren 20 fallecimientos por día debido a la enfermedad. Los especialistas buscan reducir estas tasas con detección temprana y concientización.

“Mamotest surge con la misión de democratizar el acceso a diagnóstico mamario de alta calidad para reducir las tasas de mortalidad por cáncer de mama. Lo que comenzamos a hacer fue llevar tecnología de punta a zonas rurales, como mamógrafos digitales o 3D, liderando campañas de concientización, legislaciones para que las mujeres se hagan los estudios y con un sistema de telediagnóstico acercamos a los especialistas a los pacientes”, contó De Pamphilis.

La especialista explicó la importancia de la interoperabilidad de las plataformas para lograr que todos los profesionales puedan acceder a los datos clínicos de los pacientes. “Con 13 centros operativos, generamos 60.000 diagnósticos por año y el 87% logró acceder a tratamientos tempranos”, contó. También se involucran en el acceso a estos, ya que salvan a miles de mujeres, ahorran millones de dólares para el sistema de salud y evitan que las familias caigan en la pobreza por no poder pagarlos.

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