Mark Bristow, CEO de Barrick: “Estamos contentos con que el nuevo Gobierno aprecie el valor de las inversiones; el anterior no estaba funcionando”
De visita en la Argentina, el número uno de la minera anunció la extensión de la vida útil de la mina Veladero y una serie de proyectos comunitarios
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El sudafricano Mark Bristow es el CEO de Barrick desde 2018, cuando la minera compró Randgold Resources, que había fundado el propio Bristow. Barrick, que produce oro y cobre, opera hoy en 13 países. Es una de las empresas mineras más grandes del mundo.
De visita en la Argentina a principios de abril, Bristow se reunió con el gobernador de San Juan, Marcelo Orrego, y anunció una inversión de $7404 millones en una serie de proyectos comunitarios -en las localidades sanjuaninas de Iglesia y Jáchal-, además de la extensión de la vida útil de la mina Veladero, que explota junto a la empresa china Shandong Gold.
La mina es el proyecto más grande de Barrick en el país -y es conocida por ser epicentro, en 2015 y bajo la dirección anterior de la empresa, del accidente minero más relevante de la historia de la Argentina-.
En diálogo con LA NACION, Bristow habló de la difícil relación que tuvo la firma con el gobierno de Alberto Fernández, de los cambios que promete Javier Milei y del futuro del sector en la región.
-¿Cómo fue su relación con el Gobierno anterior?
-A nosotros no nos interesa la política, pero la verdad es que el último Gobierno no estaba funcionando. Cuando le tenés que pagar toda la plata que hacés al Gobierno… cuando la burocracia es tan mala que querés importar material, por ejemplo, a través de Chile, y no podés pasarlo por la frontera… Nosotros tuvimos que poner material importado de Chile en un barco, dar toda la vuelta y entrarlo por Buenos Aires... Todos los días había algo. Nadie quería hablar, no había negociación posible, simplemente agregaban más impuestos. Nosotros somos una actividad que genera dólares, y todos necesitan dólares, por lo que uno podría pensar que vamos a ser valorados. Pero no.
-¿Tuvieron dificultades similares en otros lugares?
-Hay algunas dificultades en este momento en Mali y África occidental, debido a los conflictos allá. Mali es un país muy pobre. Hemos estado trabajando ahí durante 25 años. Supimos tener una relación muy fuerte, pero hubo un golpe de Estado recientemente y sí, estamos manejando esa situación. Pero esa es una situación diferente, esta es una democracia libre, lo que pasó acá con los negocios fue autoinfligido.
-¿En algún momento se plantearon cerrar la mina Veladero?
-Tuvimos que tomar una decisión muy difícil, en 2019, para continuar. Y luego, el año pasado, en realidad redujimos nuestro capital y nos concentramos en mejorar el equipo. Funcionó bien. Y dijimos, bueno, no pondremos más capital hasta que entendamos el futuro de la Argentina. Después de las elecciones, inmediatamente anunciamos la fase 7b [NdR: extensión de la explotación de la mina]. Así que estamos invirtiendo nuevamente. Pero los últimos cinco años hemos puesto más dinero del que hemos sacado.
-¿Cómo evalúa el cambio de Gobierno?
-Estamos contentos con que el nuevo Gobierno aprecie el valor de las inversiones. Creo que hemos visto un cambio en América del Sur, los jóvenes tienen un compromiso real y un orgullo nacional. Escuchar al gobernador de San Juan recientemente decir que el camino del progreso es el trabajo duro fue algo muy bueno. Y reconocer la importancia de la minería es fundamental, porque la minería es San Juan. No sería San Juan sin Veladero.
-El Gobierno hizo un intento, muy criticado por organizaciones ambientales, de modificar la ley de Glaciares. Si se cambia, ¿puede que influya en los proyectos de Barrick en el país?
-Somos muy conscientes del medio ambiente y la biodiversidad y su importancia. Ahora, creo que cuando escuchás a la gente obsesionarse con el carbono, con lograr cero emisiones, creo que no es una postura realista. Tenemos que cambiar, sí, pero debemos cambiar de una manera adecuada. Cuando mirás el mundo, los glaciares van y vienen, y eso es un hecho. Yo soy geólogo. Por otro lado, hay un énfasis en la minería que no hay en otros sectores.
-¿En qué sentido?
-La minería en el planeta representa hoy el 0,3% del área del mundo, la agricultura representa el 42%. Y no toda la agricultura es buena. Pero, volviendo a los glaciares, creo que es un tema que hay que estudiar con cuidado. Si tomamos el Kilimanjaro, por ejemplo, que tiene un gran glaciar, ese glaciar a veces es muy pequeño, a veces es muy grande. La gente piensa que la Madre Naturaleza es una trayectoria en línea recta, pero no lo es. Creo que todos deberíamos ser responsables en este tema y considerar también al tema más importante, que es la pobreza. La Argentina no debería tener pobreza. Lo tiene todo. En mi opinión, la pobreza es el mayor riesgo para las generaciones futuras.
-Usted dijo que considera que se preocupa más por el medio ambiente que los ecologistas. ¿A qué se refiere?
-Sí, porque hago cosas al respecto. Nos preocupamos. En primer lugar, cuando empleás a alguien, lo elevás, lo liberás económica y políticamente. Pueden tomar sus propias decisiones. Les das esperanza. En este sentido, la industrialización reduce el impacto en el medio ambiente. Es un hecho. Consolida la vida de las personas. Además, restauramos lugares. En República Dominicana el gobierno solía administrar una mina hasta 2013. Había contaminado todas las vías fluviales. Hoy, después de una reconstrucción que hicimos, tenemos peces, fuentes de peces. Invertimos en estas cosas. Invertimos en el medio ambiente. Lo único que hacen los antimineros es hacer ruido. Y creo que a veces ni siquiera es por un compromiso moral. A veces es solo para recaudar plata, es solo un negocio.
-La empresa realiza iniciativas, como la concreción de proyectos sociales, para ayudar a la comunidad cercana a la mina. ¿Le parece que la opinión pública en torno a la minería está cambiando?
-En parte sí, porque de repente la gente se da cuenta de que la minería es importante, debido a los metales críticos. Pero como le dije a un congresista de Estados Unidos, si el níquel es un mineral crítico, entonces el hierro también debe serlo, porque solo se extrae níquel para incorporarlo al mineral de hierro y crear acero. Y eso significa que el carbón también debería ser un metal fundamental, porque hoy se necesita carbón para fabricar acero. Usamos cada vez menos, pero aún se necesita.
-¿Cómo evalúa el futuro del sector en la región?
-El mundo occidental descuidó América del Sur durante mucho tiempo. Pero de repente ya no, porque tiene metales. Tiene litio, tiene cobre, por supuesto. Y oro. Y la razón por la que el precio del oro está aumentando es porque la economía global está en crisis. Estados Unidos está en una verdadera crisis, en estanflación. Está imprimiendo un billón de dólares de deuda cada 90 días. Es imposible continuar así. Y China tampoco está sana. No podés seguir urbanizándote indefinidamente, tenés que hacer algo diferente. Y, básicamente, lo que China hizo hasta ahora es explotar la paranoia occidental sobre el clima y todo eso. Entonces, ellos fabrican las baterías, hacen de todo, fabrican los autos, y el mundo no puede funcionar así. El mundo global que vimos durante 15 o 20 años, desde 1995 hasta 2010, tal vez 2007, ese período fue un período de paz. Los precios del oro eran muy bajos. Pero hoy tenemos tanto conflicto, tanto de todo. Y por eso el oro es valioso. Entonces, somos mineros de oro y somos mineros de cobre. Y estamos haciendo crecer nuestro cobre materialmente. Barrick crecerá un 30% antes de finalizar esta década. Y el cobre es el metal más estratégico de este planeta. No podemos progresar sin cobre, porque no hay sustituto para el cobre. Y la Argentina tiene estos recursos. Entonces, para mí todo lo que tienen que hacer es relacionar a algunos políticos con personas capaces, y creo que desbloquearás muchas cosas.
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