Manu Ginóbili: en qué empresas del país invierte y cuál es “la salida” para el desarrollo de la Argentina
El exjugador de San Antonio Spurs comenta su perfil como emprendedor y sus intereses más allá del básquet
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“Donde lo mires, en la Argentina hay talento. Falta encauzarlo”, dice Manu Ginóbili, el mejor jugador de básquet de la historia del país que hoy, alejado de las canchas, explora su perfil inversor y emprendedor. La tecnología, los videojuegos y el futuro del mundo cripto, reconoce, aparecen entre sus principales curiosidades.
“Tengo claro que somos una usina de talento extraordinaria. Si ves un emprendedor argentino que, dadas las cantidades de crisis enormes que tuvimos, tiene cintura para superarlas, y superó cuatro o cinco, al tipo lo querés”, dice el exjugador de San Antonio Spurs, campeón cuatro veces en la NBA y doble medallista olímpico con la selección argentina (oro en Atenas 2004, bronce en Pekín 2008).
Desde esa perspectiva, el bahiense ya concretó apuestas por firmas locales. Además de Ualá, la fintech fundada por Pierpaolo Barbieri, Ginóbili es mentor en Newtopia VC, un fondo de inversión que maneja US$50 millones y está liderado por Patricio Jutard, Mariano Mayer (exsecretario de Emprendedores y Pymes en la gestión de Mauricio Macri), Jorge Aguado, Juan Pablo Lafosse (fundador y CEO de Almundo) y Sacha Spitz (director del programa de incubación en la Universidad de San Andrés).
En este último rol, participa como asesor y mentor, acompañando las presentaciones de casos o startups que se presentan ante los inversores para buscar capital. “Trato de escuchar y participar de toda charla posible para aprender. Puedo dar mi opinión como consumidor, porque para el resto tengo cero experiencia, y si los pitches me los hicieran directo a mí, les diría a todos que sí. Necesito comprender el entorno, qué preguntas hacer, qué se prioriza. Estoy como un nene en el universo de Disney y me encanta”, dice Ginóbili, que intenta participar de todas las reuniones de los participantes del fondo, pautadas para cada jueves.
“Siempre me interesó el mundo de las nuevas tecnologías y el software. Es algo que todos nosotros consumimos, pero no sabemos cómo se forma. Me gusta contactar gente, informarme, tratar de aprender, leer. De a poco quería involucrarme con el ambiente desde sus orígenes, y este fondo es una especie de máster”, dice el exjugador que usó la camiseta 20 en San Antonio y el número 5 en la selección argentina.
“Estar con gente que lo logró y sabe sirve para aprender de ecosistemas tecnológicos es muy valioso. Colaborar con eso lo vi como una decisión que no me generó dudas. Estoy invirtiendo en algo que me puede generar un buen retorno y además estoy aprendiendo”, completa Ginóbili, quien viajó a Córdoba y recorrió la planta de Renault, marca de la que es embajador.
Pero su carpeta de activos no se limita a las mencionadas. El bahiense también invirtió en Pachama, una startup fundada por el tucumano Diego Sáez-Gil que combina machine learning con imágenes satelitales para cuantificar el impacto en el ambiente y facilita a las empresas comprar créditos de carbono para compensar ese efecto; en la startup Consorcio Abierto; y en una ghost kitchen colombiana.
A la hora de alimentar su curiosidad, Ginóbili cuenta que escucha podcasts y lee artículos online, aunque su principal insumo es el mundo online. “Hoy por hoy clickeas un botón en Twitter, googleaste una firma o viste una valuación y Google te manda. Los algoritmos son cada vez mejores y te terminan alimentando. Y me rodeo de un montón de gente que me comparte un link, una lectura. Consumo mucho podcast en Estados Unidos y vas conociendo nuevas áreas que ni conocías. Son un montón de streams informáticos que son ilimitados y a veces tenés que decir ‘No llego’”, dice.
Según Ginóbili, el dato de la cantidad de unicornios que nacieron en la Argentina da la pauta del potencial que presenta el país. “No sé si hay muchos por millón de habitantes adelante nuestro. En Latinoamérica y Europa, probablemente no. Talento hay. Creo que nacemos con esa cintura de esquivar balas y buscar plan B, C o D, y siempre adaptándose al pasado, a las nuevas medidas, a un nuevo gobierno, a la nueva crisis”, dice.
“No sé bien a qué se debe, pero no es una impresión, se ven los resultados. Y yo, siendo argentino, tengo la camiseta puesta y quiero ayudar a este ecosistema para que siga generando, porque la salida es con la tecnología. No podés seguir apostando a la materia prima nada más. Hay que apostar a la ciencia y la tecnología”, completa.
Por otro parte, el exjugador de la NBA reconció que también busca interiorizarse en el mundo de las criptomonedas. “El tema criptos, NFTs y la web 3.0 me apasiona. Trato de aprender más del tema y entender qué está pasando. No es fácil, pero también tengo allegados a los que le puedo preguntar y me ayudan, está muy bueno. Tengo pocas dudas de que es por ahí, y de apoquito voy poniendo más exposición de mi capital en ese mundo”, cuenta.
Asociado a ese universo, también llama su atención el universo de los videojuegos, tanto por el desarrollo de plataformas como la aparición de nuevos negocios y espacios de consumo de contenidos. “Ese mundo relacionado al NFT se viene con todo, y me parece fascinante. Se vienen muchos cambios en ese aspecto. No me intersa particularmente los esports como jugador en sí, pero sí todas las tecnologías que se vienen alrededor. No es porque yo quiera jugar, pero va a ser algo masivo, es inevitable que mis hijos jueguen y quiero saber de qué se trata. Hoy es una salida laboral. En muchos países hay pibitos mejorando avatares y personajes para venderlos y ganan más plata que manejando un taxi, que por ahí era una salida laboral más habitual”, dice el bahiense.
Cómo potenciar el negocio del deporte
Concluida una carrera profesional que incluyó 16 temporadas como jugador de la NBA, Ginóbili analiza el escenario del deporte y su vinculación con el mundo de los negocios. En ese sentido, advierte que aún hay espacio para potenciar esa combinación. “Hoy se ayudan, pero no se hacen crecer. Hay mucho por hacer”, dice el bahiense.
En ese punto, advirtió que “el deporte tiene mucho para darle a la empresa” más allá de un patrocinio o un esquema publicitario. “No es solo estar en el diario o que se hable de una marca. Hay mucho para aprender del descanso, del cuidado del cuerpo y demás”, completa.
A la inversa, “el deporte puede aprender muho de la empresa”. “No se ve en el deporte profesional el nivel de detalle que tiene una empresa, en la precisión o en el tener buenos equipos. Hoy el deporte todo es bastante amateur y no hay tanta atención al negocio del deporte. La marca quiere la exposición que te da un Boca, River o la selección, y el equipo quiere el apoyo que te permite conseguir un jugador”, completa Ginóbili.
En este marco, el exjugador de Andino (La Rioja) y Estudiantes de Bahía Blanca en la Liga Nacional reconoció que invertir en el deporte puede ser una alternativa a futuro. “Hasta ahora nunca surgió una chance concreta, pero lo consideraría. En Estados Unidos cada vez más los deportistas se involucran, más allá de ser dueños o presidentes. No estaría en el management de todos los días, sí como inversor y para parender, poner mi granito de arena y hacer crecer el equipo o el deporte”, reconoce.
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