Management 2030. Claves para adaptarse y ser productivo en el home office
Para varios trabajadores, el home office pasó en cuestión de semanas de tener el brillo propio de la novedad al hastío por la sobrecarga de información y de tareas. El presente y el futuro de la persona que hoy trabaja desde casa -y de aquellos que igualmente tienen que acudir a la oficina o a la planta- fue el foco de la tercera jornada de Management 2030, un ciclo de charlas organizado por LA NACION.
Con el foco puesto en la innovación, el tercer encuentro contó con la participación de Bruno Drobeta, director general de Samsung Argentina; Domingo Speranza, partner y managing director de NKF Argentina; Tito Loizeau, fundador de Caramba! y El Capitán Deli Theatre; Mariela Mociulsky, CEO de Trendsity y Edgardo Vázquez, gerente general de Laboratorios Bagó. Todos ellos participaron de forma presencial en una mesa conducida por José del Rio, secretario general de Redacción de LA NACION.
Desde sus casas, en la Argentina o en Estados Unidos, también se sumaron Rebeca Hwang, managing partner de Kalei Ventures; Martina Rua, periodista especializada en Innovación y Milagros Graziani, country manager de Beeflow Argentina.
Antes de empezar el debate, Sergio Kaufman, presidente de Accenture Argentina dejó una reflexión: "Hace años que veníamos hablando del trabajo del futuro y los temas que discutíamos hace tres meses y que parecían imposibles son lo cotidiano hoy". El contexto cambió rápidamente y un estudio de la consultora que lidera indica que el sentimiento que prevalece hoy es el miedo: el 64% de los consumidores teme por su salud, el 81% por la salud de los otros, y el 88% por el impacto económico.
Lo que cambia y lo que no cambia en esta modalidad de trabajo, tanto en el presente como en el futuro, fue uno de los ejes de la charla. La mayoría de los participantes coincidió en reconectar con lo esencial. Vázquez destacó la necesidad de "reconectarse con el propósito de la compañía" para que cada trabajador participe desde esos objetivos. Si no, señaló, se dificulta la integración en este entorno en el que las personas no comparten espacio físico.
En el mismo sentido, Speranza habló de la "flexibilidad" necesaria para construir "un ADN corporativo", una tarea compleja en medio de la dispersión física. "Hoy no estamos haciendo home office sino que estamos ‘working from home’ [trabajando desde el hogar], que es algo diferente. Lo inteligente es ver cómo hacés para convivir con la cotidianidad del hogar, donde a veces hay una sola computadora: eso es distinto de estructurar programas de home office con planes en los que la empresa provee herramientas como una silla ergonómica o banda ancha", resumió.
Las dificultades que se fueron encontrando quienes debieron empezar a trabajar desde casa por la pandemia conformaron otro de los ejes del debate. Drobeta hizo referencia a su experiencia personal, con un hijo de un año y trabajando desde su hogar, y dijo que lo importante es encontrar tanto la eficiencia como la pérdida que da la situación. "Este trabajador va a ir encontrando sus espacios y su agenda para maximizar su productividad", apuntó, sobre el esquema actual.
Claro que no hay que dejar de lado el factor humano. "El trabajador del futuro va a ser muy aliado de la tecnología, pero la parte humana va a ser esencial, sobre todo en lo que es trabajar en equipo. Va a ser un trabajador que pueda usar las herramientas que la tecnología nos brinda, pero con una comunicación muy clara", resumió Graziani.
Para quienes deben seguir en el frente de batalla de manera presencial, por ejemplo, en el caso de los laboratorios, el acompañamiento es distinto. "Hay que ser empáticos", señaló Vázquez. En muchos casos, en la empresa se encontraron con dificultades de los trabajadores que deben estar ocho horas con un barbijo o una máscara: "Hay que explicar que es para cuidarlos", dijo.
Julia: la trabajadora del futuro
"Julia" es el arquetipo de trabajadora del futuro que armó la mesa en conjunto a través de la metodología de design thinking. Esa trabajadora seguirá comenzando sus tareas a un horario similar al que tiene ahora, concluyeron los asistentes, pero tendrá un esquema compartido de home office y trabajo en la oficina.
Mociulsky señaló la resiliencia que "Julia" deberá tener para poder adaptarse de manera creativa a las nuevas situaciones, como todo lo que sucedió en los últimos tres meses. Por otro lado, la CEO de Trendsity señaló que, si puede trabajar de manera cómoda en su casa, será una de las privilegiadas: "Toda esta revolución digital trae aparejada una brecha de acceso, porque no todos tienen una computadora en la casa o un smartphone para cada uno, entonces no todos tienen la posibilidad de seguir con el trabajo de manera remota; es algo que tiene que ver con el bienestar social", resumió.
Loizeau se declaró como "escéptico". A su juicio, la humanidad no cambiará radicalmente su forma de conectarse. La sociabilización seguirá siendo importante. "Pensar en un ser humano que está siempre metido en su casa y trabaja 12 horas y duerme ocho horas es algo de ahora y que va a cambiar", dijo.
También señaló a la resiliencia como una de las grandes características que deberá tener "Julia". Apuntó: "La Argentina te obliga a ser resiliente y por eso nos buscan tanto a los argentinos en momentos de crisis". Él mismo pasó por dificultades en el último tiempo: cuando llevaba unos pocos meses abierto, debió cerrar su restaurante El Capitán por el aislamiento social. Sin embargo, pudo reconvertir parte de su actividad y hoy fabrica barbijos con la marca Micro Mask.
Suponiendo que "Julia" es millennial (es decir, que nació entre 1980 y 1995) es una de las más inconformes con el esquema actual, según Speranza. Luego de una consulta de Javier Goñi, CEO de Ledesma, sobre cómo encontrar el equilibrio entre el trabajo remoto y el físico, el managing director de NKF Argentina recordó una encuesta que realizó la firma que indica que esta generación es la que más quejas tiene sobre la situación. "Es lógico: algunos son padres o madres, viven en departamentos más pequeños, y además añoran el after office, la integración", resaltó.
En esa misma línea, el neurocientífico Facundo Manes compartió una reflexión sobre cómo el coronavirus atacaba directamente la esencia del ser humano: la sociabilidad.
Un pedacito de futuro desde California y desde Buenos Aires
Hwang se sumó a la charla vía videollamada y compartió algunas claves de lo que está pasando en Estados Unidos, específicamente en California, donde está radicada hoy por su trabajo en inversión en emprendimientos. "Hubo una recalibración de los valores: vemos una tensión social enorme y se están replanteando muchas cosas a nivel personal", dijo, sobre la situación que se desató a raíz del homicidio de George Floyd. Las personas se están cuestionando el sistema de valores que quieren apoyar como trabajadores y como consumidores.
Por otro lado, dijo que hay muchas empresas que aceptarán el teletrabajo como la nueva normalidad, y es por eso que hay varias personas que están considerando mudarse más lejos del centro o del lugar donde estuvieran sus oficinas porque no deberán viajar todos los días, por lo que habrá una relocalización.
Finalmente, se refirió al nuevo rol de la tecnología: por un lado, tiene un costado de "vigilancia" de síntomas en un contexto de pandemia, lo que supone un desafío pra la privacidad, señaló; por el otro, también hay muchas aplicaciones que están haciendo hincapié en la salud mental, algo necesario en tiempos de escasez de interacción humana.
También por videollamada, Rua dio algunos tips para manejar mejor el home office. "La planificación que teníamos en la oficina no es trasladable a la situación actual", señaló, en primer lugar. Destacó la importancia de generar dinámicas que destaquen la autonomía del trabajador. Habló de dos certezas: la de que no hace falta estar en la oficina para que el negocio siga funcionando, pero también la de que los seres humanos son seres relacionales.
"Está quedando más patente que nunca cuáles son las cosas que hacemos que aportan valor, y este es un buen tiempo para pensar qué estoy aportando a la compañía que me elige para trabajar", resaltó.
Terminó con una frase sobre la "nueva normalidad": "Antes decíamos ‘si puede ser, que no sea una reunión’ y hoy decimos ‘si puede ser un mail, que no sea un Zoom’", por el uso de las herramientas de viodellamada. Recomendó impulsar la comunicación asincrónica y reservar las llamadas para generar cultura.
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