Los secretos de Globant. El unicornio argentino de bajo perfil
Las compañías –B2B– generalmente sufren una gran injusticia: su nombre no es conocido y sus logros o triunfos no son correspondidos por los usuarios. Uno de los máximos exponentes de esta paradoja es Globant, la empresa de software más importante del país y de mayor crecimiento, que pasa casi desapercibida en la sociedad argentina, pero no para el mercado financiero: el precio de su acción, que cotiza en Wall Street, se triplicó desde julio de 2018. Solo desde que comenzó la cuarentena, el 20 de marzo pasado, el precio saltó de US$74 a US$180, reflejando una valuación total de la compañía de US$7000 millones, el triple que YPF.
"Globant no es tan conocida como marca, pero estamos detrás de los procesos tecnológicos de las grandes marcas del mundo. El software que nosotros hacemos interactúa por día con dos billones de consumidores", cuenta Martín Migoya, CEO de la compañía, en una entrevista con LA NACION. Y ejemplifica: "Estuvimos detrás del desarrollo del FIFA, el juego de la play, así como estamos detrás de muchos otros juegos. Si uno va a Disney y usa la Magic Band [la pulsera intransferible que sirve como entrada a los parques, acceso al hotel y medio de pago], nosotros estamos detrás. También hicimos la aplicación de LinkedIn, los home banking de muchos bancos internacionales, como el Open Bank y el JP Morgan, la página de internet de la policía Metropolitana de Londres y el sistema de información del transporte público de Nueva York, entre muchísimas otras cosas".
Globant fue fundada en 2003 por Migoya, Guibert Englebienne, Martín Umarán y Néstor Nocetti, y en 2014, comenzó a cotizar en la bolsa de Nueva York. Desde entonces, su facturación no paró de crecer. El año pasado reportó ingresos por US$659 millones, 26% superiores a los US$522 millones de 2018. Es, además, una de las cinco compañías unicornio argentinas –las que alcanzaron la valuación de US$1000 millones en poco tiempo– junto con MercadoLibre, Despegar, OLX y Auth0.
"Esta empresa con casi 18 años es mucho más madura a la que teníamos a los cinco o diez años. Cambió muchísimo. Al principio vendíamos lo que podíamos, ahora vendemos lo que queremos hacer. A pesar de todo ese proceso de maduración, no perdemos la capacidad de innovar y de cambiar, de romper las reglas, de hackear el negocio, en el sentido de desafiar. El proceso de Globant es muy bueno", cuenta Migoya con orgullo.
Acción para arriba
El CEO ofrece además una explicación acerca del incremento de valor que tuvo la acción de su empresa: "La crisis está generando una demanda muy grande de los servicios de software, ya no es más una opción el hecho de ser digital, sino que hay que serlo. Y si no es en esta pandemia, quizás sea en una futura, por eso hay que estar preparados a nivel empresa y gobierno. Este es un mercado en el cual se van a invertir entre 5 y 7 trillones de dólares en los próximos 5 años; no hay otro tan grande en lo corporativo, en el cual se vaya a invertir tanta plata y vaya a generar tanta transformación".
"En este concierto de empresas, Globant está en una posición muy especial en términos de escala, de buscar nuevas oportunidades, de reinventar la industria. Hoy el mercado está entendiendo esa oportunidad que tenemos y traduciendo eso en precio. Hubo un momento de mucho incertidumbre y después las cosas empezaron a recuperar, y esta realidad de la aceleración de los procesos de transformación es lo que termina prevaleciendo como criterio", opina. Migoya es ingeniero electrónico, recibido de la Universidad de La Plata, y tiene un máster en Administración de Empresas, por la Ucema.
En ese proceso de crecimiento, Globant informó hace dos semanas la adquisición por US$74,5 millones de Grupo Assa (gA), un empresa fundada en la Argentina y dedicada a los servicios de transformación digital y de cloud(informática en la nube), con presencia también en Estados Unidos, Brasil, Chile, Colombia, México y España.
Voto de confianza
Podría parecer una ironía que una empresa nativa digital anuncie en medio de una pandemia que invertirá US$50 millones de acá a fin de año en la construcción de 26.000 metros cuadrados de oficinas. "Puede ser medio contraintuitivo, pero no hacemos cosas que sea intuitivas, –responde Migoya–. El trabajo remoto será mucho más común de lo que era, pero requerirá que las empresas tengamos oficinas, que serán distintas; representarán un lugar de comunión, de esparcimiento, y quizá no tengan más ese concepto de tener un asiento para el 100% de la gente que trabaja".
Globant tiene diez oficinas en el país: en Buenos Aires, La Plata, Tandil, Mar del Plata, Bahía Blanca, Rosario, Córdoba, Mendoza, Tucumán y Resistencia. Su objetivo para los próximos cinco años es contratar 5000 profesionales en el país. "La cantidad de empleados tiene que ver con la aceleración que estamos viendo en los negocios. La Argentina es un lugar muy importante para nosotros y vamos a seguir contratando gente", dice el CEO. De los 12.500 empleados que tiene la compañía, el 29% está radicado en suelo argentino.
El ejecutivo destaca estos anuncios como "una señal de confianza" hacia la Argentina, a pesar de los controles cambiarios que afectan al sector, y a que el Gobierno haya dejado inactiva la anterior ley de economía del conocimiento –con beneficios a la industria y aprobada por unanimidad–, y todavía no se haya aprobado en el Senado el nuevo proyecto que impulsó para reemplazarla. En la Cámara de Diputados, ya logró la media sanción a fines de junio.
"Esta ley es distinta a la anterior, que tenía algunas cosas que al Gobierno le preocupaban sobre el alcance de quién podía anotarse. Si esta nueva ley deja más tranquilo al Gobierno, me parece bien. La otra también estaba muy bien. Nosotros la apoyamos y tenemos que empujar para que salga en el Senado y que después se reglamente rápido", dice Migoya, y agrega: "Siempre son pasos para adelante, si hacen mejor a la Argentina. Peor es no tener nada y que no se entienda la importancia que tiene esta industria para el país. Esa parte el Gobierno la entiende muy bien; somos un sector exportador neto, creador de divisas, que no necesita importar nada para realizar el servicio, más que comprar software. Es un no-brainer [que requiere poco esfuerzo]".
Migoya, junto con su socio Englebienne, fundaron el grupo de Whatsapp Nuestra Voz, que llegó a congregar a 260 empresarios y se lo caracterizó como una muestra de apoyo al entonces presidente Mauricio Macri, en un año electoral y con la crisis económica sin dar respiro. "Eso fue lo que se dijo, pero el fin del grupo era levantar la voz cuando algo nos inquietara, y poder hacerlo mancomunadamente. Ese fin se logró, más allá de que uno pueda apoyar a uno u otro gobierno porque le gustan ciertas medidas", explica. El grupo se mantiene activo, aunque con menos miembros y con un perfil más bajo del que supo tener.
Sobre la relación que tiene la empresa con el Gobierno, Migoya la describe como "excelente". "Si uno no tiene una buena relación con el Gobierno, es muy difícil construir. Uno tiene que poder ser capaz de expresar lo que siente cuando está bien y marcar lo que no en privado y en público. Eso no tiene que significar una mala o buena relación", dice.
Cuando comenzó la cuarentena, la empresa diseñó para el Estado la aplicación CuidAr. También desarrolló un tablero para informar en tiempo real la cantidad de camas de terapia intensiva, profesionales, respiradores e insumos disponibles en cada hospital, que donó, y una plataforma digital de educación para realizar cursos de manera gratuita, que recibió el agradecimiento público del ministro de Educación, Nicolás Trotta.
Migoya fue además uno de los empresarios convocados por el Presidente a la Quinta de Olivos, en esa reunión célebre por ocurrir apenas cinco días antes de que se anunciara la expropiación de Vicentin, que al final no sucedió.
Fuente de innovación
Con el objetivo puesto en la tecnología y sobre todo en la inteligencia artificial, la empresa creó Globant Ventures, una aceleradora de startups,que ya invirtió US$1 millón en seis emprendimientos argentinos. Además, la compañía organiza cada año la conferencia Globant Converge X, abierta a cualquier persona interesada en las nuevas tendencias tecnológicas.
"Creemos que nadie ha invertido un peso en cómo reinventar esta industria en los últimos 50 años y nosotros estamos pensando en hacerlo usando la inteligencia artificial. Es hora de que haya tecnologías que puedan empezar a acelerar la forma en la cual los servicios se prestan", dice Migoya, y explica la importancia que tendrá este tipo de tecnología: "La inteligencia artificial permite que la eficiencia se multiplique. Por ejemplo, cuando queremos contratar a un empleado, hacemos que una parte de las entrevistas las tome un algoritmo de inteligencia artificial, que nos ayudará a comparar ese candidato con otros miles, en lugar de que un humano lo compare con 120, que son los que conoce. El humano está ayudado por la inteligencia artificial para poder tomar mejores decisiones y poder evolucionar más rápido".
El mismo Migoya creó junto con los fundadores de Globant y más inversores otro emprendimiento, Space Guru, que funciona como una baulera virtual, ya que permite tener digitalizado en la aplicación las pertenencias que están guardadas en un depósito y se encarga de movilizarlas cuando se quiere prestar algo, regalarlo, donarlo o venderlo. Es un proyecto que lidera Felipe Herrera, un emprendedor surgido de Endeavor, la usina de startups ligada también a Globant, en la cual ofrecen mentoría y asesoramiento.
"No me imagino yéndome de Globant y fundar otra empresa; sí tenemos estos emprendimientos en paralelos. Pero aquellos que creen que estos eventos se pueden repetir, tiene una arrogancia muy difícil de curar. Estos eventos son únicos e irrepetibles", concluye.
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