¿Por qué la carne subió tanto y después bajó un poco?, ¿cuándo habrá mayor variedad en los supermercados? ¿por qué los precios varían tanto de un local a otro? y ¿qué hay detrás del fuerte incremento en el papel higiénico o el arroz?; las preguntas que se hacen los consumidores en un contexto de incertidumbre y aumentos generalizados
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La disparada de la inflación y el fin de los acuerdos de precios provocó un verdadero cimbronazo en el consumo. No solo por la caída en la demanda -que fue la más pronunciada en años- sino también por el desconcierto que genera entre los consumidores a la hora de hacer las compras. Como nunca los valores relativos de los alimentos de la canasta básica se distorsionaron, con subas muy variables según el rubro, categorías enteras que se fueron por las nubes y otras que mostraron algunos oscilaciones, y diferencias de precios muy marcadas para un mismo producto, según el canal, el formato del comercio o el barrio.
A continuación, algunos de los grandes (y pequeños) interrogantes que enfrentan los consumidores parados frente a una góndola.
1. ¿Por qué los precios varían tanto según el local?
Que los precios varían de un barrio a otro, incluso cuando se trata de locales de la misma cadena, no es algo nuevo ni desconocido para la industria. Sin embargo, en el propio sector reconocen que en el último tiempo el fenómeno de la dispersión de precios se volvió mucho más fuerte. “Los precios de un local se definen por lo que en la industria se conoce como ‘trade area’, es decir teniendo en cuenta los valores de la competencia. Por eso muchas veces varían entre diferentes sucursales de una misma cadena según la ubicación. Este manejo de los precios a su vez se profundiza en tiempos de alta inflación, porque cuando tenés listas de nuevas todas las semanas se terminan multiplicando las distorsiones”, explicó el número uno de una cadena de supermercados.
La dispersión de los precios también se explica por un cambio en la política comercial de supermercados y proveedores. Después de mucho tiempo, las empresas fabricantes están volviendo a trabajar con lo que en la jerga del sector se conoce como “la inversión promocional” (descuentos, ofertas y promociones), que había quedado suspendida o muy relegadas en la época de Precios Justos y los controles de precios. El regreso de acciones como “el 3x2″ o “el 70% de descuento en la segunda unidad” terminan alimentando la confusión de los consumidores, a los que les cuesta tener una referencia clara de los precios o darse cuenta si lo que está pagando por un paquete de galletitas o un pan lactal es caro o barato
2. ¿Por qué la carne subió tanto y después bajó (un poco)?
Los vaivenes de los precios de la carne, con una fuerte suba en diciembre y algunas moderadas bajas en enero, no se explican exclusivamente por el cambio de gobierno y la última devaluación del peso, y sus causas hay que buscarlas en la sequía que golpeó a la economía argentina el verano pasado. “En 2023 vivimos una liquidación de animales muy fuerte, que se tradujo en un aumento de la oferta y precios más contenidos. Pero con la llegada de las lluvias, pasamos a un proceso de retención en los primeros días de noviembre lo que sumado al cambio de gobierno, hizo que nadie vendiera hacienda y se dispararan los precios. Esa situación duró dos semanas, cuando el kilo vivo llegó a tocar los $2000, pero el mercado respondió con menos ventas lo que provocó la baja que se vió en las carnicerías hace unos días”, explicó el consultor ganadero Víctor Tonelli.
El especialista precisa que esta relativa calma en los precios de la carne -lo que provocó que algunas carnicerías de barrio salieran a comunicar temerariamente en sus pizarras: “bajó la carne”-, igualmente, no sería duradera. “Lo que estamos viviendo es un efecto de corto plazo. A partir de marzo seguramente veamos una baja en la oferta, lo que sumado a la mayor competencia de la importación, provoque una nueva suba de precios. Vamos a tener que pasar un invierno con poca carne”, agregó Tonelli.
El diagnóstico del impacto de la oferta en el precio de la carne es compartido por los supermercados, que en el último tiempo se convirtieron en un jugador cada vez más relevante en el sector (hoy las grandes cadenas concentran cerca del 20% de la venta de carne en el AMBA). “Si en la cadena de la carne lo pensaron antes son unos genios. Porque primero el asado saltó a $10.000 y después cuando bajó a $7000 y salieron a decir ‘bajó la carne’. Pero no creo que haya sido una estrategia. Tuvieron que retroceder con algo de los aumentos porque el consumo se hizo pelota”, aseguró el director de una cadena.
El sube y baja de los precios también se sintió en el rubro de electrónica y electrodomésticos. Tras el cambio de gobierno y la fuerte devaluación del peso en diciembre, los precios de la categoría cerraron 2023 con subas que rondaron entre 20 y 60%. Sin embargo, en enero los valores empezaron a ceder y tuvieron algunas bajas (que igualmente estuvieron lejos de compensar los aumentos que habían tenido en diciembre). Según el relevamiento que realiza el sitio Historial de Precios -que monitorea las publicaciones de Mercado Libre y otras 200 tiendas de comercio virtual- el precio de las notebooks y los televisores registraron una caída acumulada promedio del 5%, las heladeras un 5,6% y los equipos de aire acondicionado, un 7,4 por ciento. En este caso, la baja parcial de los precios se explica, en forma casi exclusiva, por la falta de demanda. Solo en supermercados la categoría acumuló una baja del 40% en las primeras tres semanas de enero, según el relevamiento de Scentia. “Vemos una fuerte caída del consumo, los consumidores se encuentran cautelosos al momento de realizar sus compras. Ya no se evidencia la ‘reserva de valor’ en bienes durables, que vimos años anteriores, ante momentos de incertidumbre económica”, sumó el gerente de una casa de electrodomésticos.
3. ¿Por qué no hay más variedad en los supermercados?
En los últimos años los consumidores argentinos se acostumbraron a hacer sus compras con un surtido mucho más reducido que el que se puede encontrar no solo en un supermercado de Miami o Madrid, sino también cuando la comparación se hace contra Montevideo, Florianópolis o Asunción. En las redes sociales, una de las críticas más comunes es que además de afrontar permanentes aumentos de precios (por lejos, la principal preocupación), los consumidores también se enfrentan a los que algunos llaman “góndolas soviéticas” debido a la falta de variedad, propuestas diferentes y una oferta muy limitada de sabores y presentaciones. Una misma marca puede ocupar toda la góndola de aceites y dos nombres repartirse el lineal de arroz.
El argumento que dieron durante mucho tiempo los supermercados y los fabricantes era que los acuerdos y congelamientos de precios atentaban contra la innovación y la política de lanzamientos. Sin embargo, a casi dos meses del fin de los controles, el surtido sigue sin aparecer en muchas categorías de consumo masivo. “El aumento de la oferta y la ampliación de variedades no va a ser inmediato. El consumo está golpeado y cuando la demanda no responde, no te arriesgas. No es hora de probar con nuevos productos y sabores, sino de seguir con frutilla y vainilla”, reconoció el director de una empresa láctea.
4. ¿Por qué el papel higiénico está tan caro?
El papel higiénico encabeza todas las listas de aumentos de precios de las últimas semanas. De acuerdo, al relevamiento que realiza Focus Market solo en diciembre la categoría registró un incremento promedio de casi 50% -duplicando a la inflación-y en la medición interanual acumuló una suba del 348%, también muy por arriba de la evolución del costo de vida. La disparada en los precios fue compartida por otros productos de papel como rollos de cocina, servilletas y pañuelos, lo que llevó a algunos supermercados a poner carteles en sus locales explicando que si faltan productos de la categoría es porque los fabricantes enviaron listas con subas que no podían convalidar.
En todos los casos se trata de un mercado muy concentrado, especialmente tras la salida de Kimberly Clark (Scott). Hoy cuatro grandes jugadores: Softys (Higienol, Elite), Celulosa Campana (Campanita), Papelera San Andrés Giles (Felpita) y la china Samseng (Elegante y las marcas de supermercados), se reparten casi la totalidad del negocio y las barreras para el ingreso de nuevos jugadores son muy altas. En el sector, sin embargo, a la hora de explicar los aumentos apuntan a la devaluación que tuvo un impacto directo en sus costos. “Se trata de una industria de uso intensivo de la energía y cuyos costos se dispararon tras la devaluación de diciembre, porque todas las fábricas tienen sus contratos de provisión de gas y electricidad dolarizados”, explicaron en una distribuidora.
5. ¿Por qué el arroz cuesta casi lo mismo que el asado?
La ola de aumentos que se desató en las últimas semanas y que llevó a la inflación al récord del 25,5% en diciembre fue encabezada por algunos alimentos de primerísima necesidad, como la harina -que pegó un salto del 52,3%- y el arroz (52,6%).
Más allá del impacto que tuvo en los presupuestos de los hogares más humildes, estos aumentos tuvieron como efecto indirecto una profundización de la distorsión de precios relativos y situaciones inéditas para el mercado argentino, como que la carne en términos comparativos terminará siendo una opción casi tan económica como un plato de fideos, o que el valor del arroz pegara un salto del 90% en apenas una semana, como sucedió a fines de diciembre según el relevamiento de la consultora EcoGo.
“En el caso del arroz se trata de un problema de oferta en un contexto inflacionario, además, dónde la cadena fue validando suba tras suba. Por la sequía del verano pasado, se abandonaron entre 18 y 19.000 hectáreas de cultivo sobre 182.000 que habían sido sembradas. Aquello que se cosechó tuvo rendimientos normales a ligeramente por debajo. Cayó la disponibilidad aquí y en el resto de la región, aunque algo menos en Uruguay. Paralelamente, el mundo alcanzó los mejores precios desde 2008 a causa de tres años durante los cuales el consumo estuvo arriba de la producción. India, que es el primer exportador mundial, prohibió sus ventas a mitad de 2023 y esto detonó al negocio. Subió fuerte la paridad de exportación, el stock argentino se fue agotando y en el último trimestre del año llegó el Niño que inundó medio Litoral. La nueva campaña se sembró mal y tarde. La inflación hizo el resto”, señaló el consultor Fabián Franzese, que se especializa en el mercado del arroz.
6. ¿Por qué es difícil conseguir café en los supermercados?
Otra de las promesas implícitas del nuevo gobierno es que los aumentos de precios iban a ser acompañados por un incremento en la oferta y que en la medida en que se dejarán atrás los congelamientos artificiales de precios, el abastecimiento se iba a normalizar. Sin embargo, en el caso puntual del café, esta promesa todavía no se cumplió. “Lo que pasó con el café es que el sinceramiento de precios nos agarró con poco stock de la materia prima que es toda importada. Por los problemas para importar que teníamos con el gobierno anterior y el cambio en el sistema de pagos que se implementó a fines del año pasado (durante la gestión de Sergio Massa el café fue retirado de la lista de productos importados esenciales, y así dejó de estar exceptuado del plazo de 180 días de pago al exterior), nos encontramos sin stocks de café y tuvimos que darle prioridad a los bares, confiterías y restaurantes. Eso provocó que la mercadería que tenían los supermercados se fue acabando y así se produjeron los quiebres de stock. La situación se está normalizando y para fines de este mes creemos que ya va estar todo solucionado”, explicaron en una de las empresas líder del rubro.
7. ¿Por qué los vinos ya no están tan baratos en los autoservicios chinos?
Durante años los supermercados chinos funcionaron como una suerte de vinoteca del barrio para los consumidores argentinos que encontraban en este tipo de comercios vinos con precios mucho más competitivos que en el resto de los canales comerciales. Las razones que explicaban este fenómeno eran muchas, desde el pago en efectivo a las bodegas -que le permitían acceder a los chinos a mejores condiciones de compra- hasta la decisión de marcar con menos margen al producto (lo que hacía tener mejores precios en góndolas), pasando por el impacto de lo que en el sector se conoce como “revoleo de mercadería”, una especie de sistema de trueque en el que participan restaurantes, vinotecas y boliches de la noche, que consiguen vinos con descuento o bonificados y después se los venden a los autoservicios de la colectividad.
Las diferencias de precios, sin embargo, empezaron a reducirse en el último año y hoy los chinos ya no son un sinónimo asegurado de vinos más baratos. “El negocio de los vinos en los chinos sigue siendo grande, pero es cierto que ya no tienen el margen de diferencia que ofrecían con respecto a otros canales. Una de las razones es que en el último tiempo creció la venta informal, sobre todo de vinos de alta gama, a través de WhatsApp. Hay muchas listas dando vuelta. Además, obviamente la inflación hace que haya una distorsión de precios muy grande en todos los canales y el distribuidor que está bien stockeado va muñequeando para no perder ventas, pero tampoco para quedarse con un stock muy bajo. Con los saltos que pueden dar los precios de un día para el otro, el valor de reposición te puede terminar comiendo todo el mark up”, explicó a LA NACION Matías Lammens, dueño de Ñuke Mapu, una de las principales distribuidoras de vino de la Argentina.
A las distorsiones de precios, además, se suma que las grandes cadenas de supermercados están trabajando en forma mucho más agresiva la categoría vinos. Propuestas como el 3x2 de los fines de semana que hacen Coto, Carrefour, Changomás y Jumbo volvieron mucho más competitivo a los supermercados y hoy ya no es tan negocio ir a stockearse de vinos al chino. “Para los supermercados las ofertas de los chinos en vinos siempre fueron un dolor de cabeza porque se trata de un rubro que genera más tráfico de clientes en el salón de ventas”, explicó el director de una cadena.
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