Mercado Libre. Cuando la empresa más valiosa pelea con un socio del Gobierno
LA NACIONEsteban Lafuente
La decisión cumplió con el manual habitual. El bloqueo, por parte miembros del Sindicato de Camioneros, de cinco centros de distribución operados por Mercado Libre reiteró la práctica con la que Hugo Moyano y su hijo Pablo acostumbran a negociar y dirimir los conflictos.
Y más allá de los motivos puntuales que las despertaron, lo que este tipo de manifestaciones exteriorizan es el renovado protagonismo de los Moyano y el aval político que reciben sus movimientos tanto desde la Casa Rosada como desde La Plata. El miércoles, horas antes de concretar sus bloqueos contra Mercado Libre, Hugo y Pablo mantuvieron un encuentro por videoconferencia con el gobernador bonaerense, Axel Kicillof.
Otro gesto, más explícito, habían recibido por parte del presidente Alberto Fernández. "Hugo es un dirigente gremial ejemplar. Los empresarios no lo quieren porque cuida a los suyos; nunca cedan, sean como él", lo había elogiado el primer mandatario en el acto de inauguración del Sanatorio Antártida, en abril.
En el caso de Mercado Libre, la disputa se da por el encuadre sindical de más de 1300 empleados de un complejo logístico que la compañía fundada por Marcos Galperín comenzó a operar en 2019, replicando iniciativas similares que la empresa de mayor valor bursátil de la Argentina-supera los US$47.000 millones en Wall Street- ya había puesto en práctica en Brasil y México.
Fue, a su modo, una demostración de fuerzas que cristaliza el nuevo escenario, que comenzó a cobrar forma a partir del 10 de diciembre. Porque el conflicto en torno al centro de Mercado Libre en sus instalaciones en el Mercado Central se gestó el año pasado (cuando la empresa firmó un convenio colectivo diagramado ad hoc por la compañía junto al gremio de Carga y Descarga, que contó con el aval exprés del entonces ministro de Producción Dante Sica) y estuvo adormecido durante meses, entre el cambio de gobierno y la cuarentena, pero nunca se resolvió. Y ahora volvió a encenderse, ampliado.
Al despliegue de banderas y camperas verdes en cada uno de los puntos logísticos del gigante del comercio electrónico de la Capital y el conurbano se sumó ayer una medida similar en una planta de distribución de garrafas en Cañuelas.
Galperín, por su parte, mira la película desde lejos. En febrero, el dueño de la cuarta mayor fortuna del país y uno de los empresarios más identificados con Mauricio Macri decidió instalarse con su familia en Uruguay.
Por Esteban Lafuente
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