Lemoncello: 35 años después recuperaron la receta de un tío y armaron un negocio
"Limón, azúcar y alcohol". Esa fue la receta que le dieron a Luis Gerardo Silvetti en un viaje por Positano. Durante 35 años vivió en Italia y fue durante el último tiempo que se interiorizó en el mundo del lemoncello. Es de Tucumán y conociendo un poco del mundo de los cítricos decidió comprar máquinas italianas y llevarlas a Buenos Aires para arrancar su propio negocio.
Fue a finales de los noventa que se jubiló y creó su propia fábrica de la bebida que lo había conquistado. Con su propia receta y los limones del norte logró crear una versión única. Después de 25 años cerró su fábrica, pero pensando en el futuro de su familia decidió quedarse con la maquinaria. Quizás en un tiempo, a alguien se le despertaría el interés de rearmar un negocio parecido.
Y así fue. Después de siete años sin funcionar, Nicolás Silvetti, sobrino de Luis, y su socio, Fabricio Pistolesi, comenzaron a utilizar las máquinas y crearon Alcyon SAS. Lanzaron una marca de lemoncello que opera desde Tucumán y exporta a todo el mundo.
"Seguimos fabricando el licor de mi tío. Armamos una marca más joven, con estética más juvenil y con una etiqueta más disruptiva", explicó.
Arrancaron hace tres años a pensar la idea, pero fue en en octubre de 2019 cuando comenzaron a realizar pruebas del producto. Con una inversión inicial de $2,5 millones acondicionaron un local igual a las "fábricas boutique" que se pueden encontrar en Italia. Con la misma esencia y receta de su tío, Nicolás se volvió tan fanático del lemoncello como Luis.
"Tenemos una capacidad para producir 8000 botellas por mes, pero estamos fabricando menos. Vamos viendo según la demanda", dijo y agregó que apuntan al mercado interno como al internacional. Ya tienen ejemplares en España, Chile, Estados Unidos, Alemania y Brasil. El precio de las botellas ronda entre $800 y $1000.
Por año la facturación total es alrededor de un millón de pesos. En febrero de 2020 arrancaron la comercialización y apuntan a seguir creciendo.
Además de ser tucumanos, los limones están libres de químicos y son orgánicos. En estos años, apuntan a crear un lemoncello 100% orgánico. También el alcohol y el azúcar son producciones que salen del jardín de la República. "El Gobierno nos ayudó mucho, porque son tres commodities típicos del lugar", aseguró.
Pandemia de Covid-19
Este año fue de mucho trabajo y de lanzamiento de proyectos. "Arrancamos la comercialización en febrero, pese a la pandemia vendimos bastante bien y firmamos para estar en los shops de los aeropuertos y comenzamos a tener convenios con bancos", dijo.
Por otra parte, destinaron trabajo de su fábrica para crear un alcohol sanitizante para responder a las necesidades que traía la pandemia e incluso lograron aromatizar este producto con sus propios limones.